Días de Guardar

Los niños, siempre son los niños, los que le dan normalidad a estos días de locura. Si no fuera por mis hijos, tal vez dormiría y vería la tele 24 horas seguidas y después trabajaría otras tantas.

Pero no se puede.

Dentro de esta locura de vivir encerrados y protegiéndonos de algo que no podemos ver a simple viste, hay que mantener a los niños activos, aprendiendo, divirtiendo, viviendo dentro de cierta normalidad. Lo fácil sería dejarlos todo el día viendo televisión o usando el iPad. Sin embargo, eso no sería benefico ni para ellos ni para nosotros como padres.

Toca dividirse, nos despertamos temprano. No igual que antes porque los tiempos de translados no existen. Pero las rutinas si.

Despiertate temprano, pasea a los perros, darle de desayunar a los niños. A la que va en primaria, ayudarle a planear su día, usando Kanban, y tal vez explicarle el tema si no lo entiende o se confunde. Al que va en Kinder, tenerlo entretenido. Jugar con él, ponerle actividades, enseñarle algo como leer o hacer rayitas y puntitos. Así hasta que es hora de hacer ejercicio. Los tres juntos, en la sala, una hora para quemar algo de energía. Despues yo me baño mientras los niños ven la tele. Darles de lonchar... y después llega la gloriosa hora del cambio. Ahora mi esposa cuida a los niños, aunque casi siempre ya sin tareas escolares, y yo empiezo a trabajar hasta que sea hora de cenar. Porque a pesar de todo, todavía hay que cenar todos juntos, aunque me parta mi bloque laboral. Despues preparar a los niños a dormir. Regresar a trabajar, despues limpiar el depa y por fín dormir.

Un calvario para mi esposa y para mi, con casi tiempo nulo para cada uno de nosotros, o para tiempo de pareja. Pero para los niños, bien ocupados. Una normalidad.

Mi esposa sale con los niños a dar la vuelta, aún se puede, junto con los perros. Regresan y hay que ayudar a que se laven las manos antes de interactuar con el resto de la casa.

¿Cómo le explicas a un niño de 4 años que no se agarre la cara o la boca?

Por fin es fín de semana. No hay trabajo y no hay actividades escolares. Los hermanos pueden por fin jugar juntos casi todo el día. Los papás recuperan algo del tiempo que no tuvieron durante la semana.

Y mañana es el cumpleaños de mi hijo. 5 años. Una fiesta que planeamos antes de todo esto, y que ahora tenemos que explicarle que solo seremos nosotros 4 cuatro. Algún otro día celebraremos con sus amigos. Un poco fuera de la normal, pero tratamos que no lo sea tanto

Sigue semana santa, aún hay trabajo, pero no tareas escolares. Tal vez la normalidad es que los hermanos jueguen todo el día juntos.