Cumbre de las Américas: El impacto de las relaciones Cuba-Estados Unidos en las dinámicas hemisféricas

Elaine Díaz
6 min readApr 6, 2015

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Por: Elaine Díaz

El 17 de diciembre de 2014, los presidentes de Cuba y Estados Unidos anunciaron simultáneamente el inicio del restablecimiento de las relaciones entre ambos países. Por primera vez desde que fuera suspendida de la OEA en 1962, Cuba asiste a la Cumbre de las Américas. Varios expertos debaten en un coloquio convocado por la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES) cuál será la influencia de la nueva relación entre ambos países en las dinámicas hemisféricas.

El contexto económico y político de América Latina, los cambios en los escenarios institucionales de las organizaciones intrarregionales y el deshielo de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos constituyen factores imprescindibles para comprender el desarrollo de la Cumbre de las Américas a celebrarse en los próximos días en Panamá.

Entre 2004 y 2012, América Latina creció hasta un 4 por ciento al año como resultado del llamado boom de los commodities. Sin embargo, a partir de 2010, la mayoría de los países entró en un periodo de desaceleración económica. Al mismo tiempo, el retorno a sistemas democráticos desde hace más de 30 años permitió la maduración de los sistemas políticos en casi todos los países de la región, señala el investigador Eric Hershberg, miembro del Consejo Académico de CRIES.

El giro a la izquierda de América Latina acentuó el nivel de insatisfacción de los gobiernos con las posturas de Estados Unidos. El surgimiento de UNASUR y de la CELAC visibilizó “los enormes problemas políticos, financieros y administrativos que han debilitado a la OEA durante los últimos años”, apunta Hershberg.

Reunión extraordinaria de la OEA convocada tras los anuncios de los presidentes de EE.UU. y Cuba de restablecer relaciones (Foto: AP)

Cuba se había convertido en un punto de desencuentro con Estados Unidos para los países latinoamericanos en las últimas citas de la organización interamericana. En 2009, la OEA levantó la suspensión de Cuba, pero el gobierno cubano rechazó reintegrarse al organismo.

El enfrentamiento entre Cuba y Estados Unidos condicionó también las relaciones entre la isla caribeña y el resto de los países de América Latina, refiere Ana Covarrubias, investigadora en el Colegio de México.

Para relacionarse con Cuba había que pasar por Estados Unidos y ambos países definían mucho de lo que componía la agenda de la región. Este triángulo o eje pierde importancia tras el proceso de normalización.- Ana Covarrubias, COLMEX, México.

Sin embargo, las transformaciones en América Latina no dependen únicamente de este acercamiento. Otros factores como “la creación de nuevos organismos internacionales, la desaceleración económica y la situación política y económica de Venezuela serán esenciales para los cambios de la región”, añade Covarrubias.

¿Cómo ocurrió el deshielo?

Carlos Alzugaray

El politólogo cubano Carlos Alzugaray recalca que “ambas partes hicieron concesiones y crearon un ambiente de confianza durante las reuniones que han venido sesionando en Washington y en La Habana”.

La reducción del sector más radical de la comunidad cubano-americana como consecuencia de los cambios demográficos en Estados Unidos, y la predisposición positiva a una relación menos confrontacional con La Habana, evidenciada en numerosas encuestas de opinión pública, allanaron el camino para el acercamiento en caso de que existiera voluntad política.

“Actualmente, es una apuesta electoral más racional abogar por una apertura hacia Cuba”, señala Hershberg. Por parte de la isla, la crisis crónica de la economía cubana incentiva un mayor acercamiento a Estados Unidos.

De acuerdo con Hershberg, Brasil, por ejemplo, “ha desempeñado un papel más importante en Cuba de lo que se reconoce. Sin embargo, gran parte de las empresas brasileñas más importantes que operan en Cuba se encuentran actualmente involucradas en los escándalos de PETROBRAS, lo que pone en duda cuál va a ser el papel futuro del gigante suramericano en la isla”.

En el campo diplomático, tras el deshielo, Cuba obtuvo el reconocimiento de Estados Unidos, lo cual significa la aceptación de la legitimidad del gobierno cubano y una promesa activa para el levantamiento de las sanciones ecónomicas, añade Alzugaray.

Existe un debate sobre si se puede llegar a una normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos en algún momento. Yo digo que sí, siempre que tengamos una definición flexible de normalización.- Carlos Alzugaray, CEHSEU-UH, Cuba

Al mismo tiempo, Estados Unidos logró iniciar negociaciones de asuntos de alto interés en temas como la lucha contra el narcotráfico y la protección medioambiental, entre otros. Además, “no podemos desconocer que Estados Unidos tendrá posiblemente una embajada en Cuba en un momento clave de transformación del poder político”, añade Alzugaray.

No obstante, aún no se permite la inversión en el sector público, que es el más grande y el motor de la economía cubana, y tampoco se autoriza el turismo. Se dejaron para el futuro las cuestiones relativas a las propiedades y a la Base Naval de Guantánamo, apunta Geoff Thale, de Washington Office on Latin America.

Inevitablemente se bajará la tensión y la polarización entre Cuba y Estados Unidos, y entre Estados Unidos y la izquierda latinoamericana (…) También veremos una búsqueda de la complementariedad entre el rol de la OEA y de la CELAC.- Geoff Thale, WOLA, Estados Unidos

Venezuela: el punto de la discordia en la Cumbre

Eric Hershberg, CLALS-AU, miembro del Consejo Académico de CRIES, Estados Unidos

El punto de la discordia en esta Cumbre será Venezuela. “Si no hubiera sucedido lo de Venezuela, Obama hubiera venido junto a Raúl Castro a la Cumbre como vencedores”, considera Alzugaray. Por su parte, Eric Henrhberg reconoce que “Estados Unidos no ha manejado de forma inteligente el tema venezolano”.

Las reacciones de la administración Obama han sido torpes e introducen un ruido en la actuación de Estados Unidos hacia América Latina. En la Cumbre, el desafío será lograr que el tema de Venezuela no se convierta en un punto de confrontación.- Eric Hershberg, CLALS-AU, miembro del Consejo Académico de CRIES, Estados Unidos

Las embajadas, la OEA y la integración latinoamericana

Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana (Foto: EFE)

Todos los expertos coinciden en que para mantener la atención internacional alrededor del acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, ambos mandatarios podrían anunciar en la Cumbre un calendario para la apertura de las embajadas en los dos países.

“El presidente Raúl Castro tiene una estrategia para colocar el país en una posición donde pueda evolucionar su modelo económico, social y político”, considera Roberto Veiga, director del proyecto independiente Cuba Posible. En ese proceso evolutivo, Cuba tendrá que democratizarse más y canalizar sus tensiones con Estados Unidos por vías diplomáticas.

Hay que ensanchar algunos espacios de libertad. Pero para ensanchar esos espacios hay que crecer económicamente, lo cual es muy difícil sin relaciones con EEUU (…) Esta apertura política no puede destruir el sueño de la igualdad, de la dignidad y de la justicia que ha mantenido Cuba.- Roberto Veiga, Cuba Posible

“Intuyo que el desarrollo de Cuba y de las relaciones con Estados Unidos pasa por la integración con América Latina”, dice Veiga. “Y Cuba tendrá mejores condiciones para su relación con Estados Unidos si está integrada con América Latina”.

Al mismo tiempo, de acuerdo con Veiga, la OEA debe ser un mecanismo para el diálogo entre el Norte y el Sur, pero para lograr esto es necesario que la OEA se pregunte cuál es su lugar en este momento.

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Elaine Díaz

Journalist. Professor at the University of Havana/ Faculty of Communication. Nieman Fellow ´15 at Harvard University. Blogger. Based in La Habana, Cuba.