Lenguaje inclusivo: un nuevo enfoque en marketing digital para empresas de tecnologías de la salud

Elba Quintero
7 min readNov 5, 2019

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El lenguaje otorga las bases con las cuales los seres humanos construimos nuestro pensamiento, decidimos nuestras acciones y damos sentido a nuestra realidad. Es la herramienta principal que tenemos para comunicarnos, para cimentar nuestra sociedad y para configurar nuestra cultura. La complejidad del lenguaje ha logrado que avancemos como especie hasta el punto en el que nos encontramos hoy, y gracias a él logramos definir la noción que tenemos de nosotros como personas, así como del cosmos en el que vivimos. De la misma manera en la que el lenguaje nos dio la facultad de escribir nuestro pasado, también nos da lo esencial para poder formar nuestro futuro. Este futuro altamente tecnológico — con una conexión entre seres humanos que no se había visto antes— nos impide ignorar los elementos que nos lleven a mejorar nuestras condiciones humanas. Una de las situaciones que provocan que existan diferencias innecesarias entre seres humanos es la manera arcaica por medio de la cual se conceptualiza el género de las personas, y la manera en la que la sociedad reacciona ante las nuevas formas de darle sentido al género. Es aquí donde recae la importancia del lenguaje inclusivo.

¿Qué es el lenguaje inclusivo y porqué es relevante?

También conocido como lenguaje no sexista, el lenguaje inclusivo tiene como objetivo hacer consciente y evitar de manera activa la generalización de un género respecto a otro en el uso del lenguaje cuando nos referimos a personas (no es relevante cuando nos estamos refiriendo a objetos). En el caso del idioma español, el género masculino es el predeterminado, y esto queda en evidencia cuando es utilizado en plural para hacer referencia a un grupo de personas que tengan géneros mixtos (los niños, los ciudadanos, los doctores); además de que se utiliza el pronombre masculino singular cuando no se conoce el género de la persona. El género masculino en el idioma español es el “género no marcado”, lo cual indica que es tomado como el estándar, el patrón, o lo normal cuando hacemos referencia a alguna persona o a un grupo de personas. El género femenino es el “género marcado”, lo que quiere decir que es necesario hacer la distinción para que sea entendido como tal, efecto que vuelve al género femenino como algo extra, como algo que sale de la normalidad, o algo que puede llegar a ser de otra clase. La consecuencia de esto recae directamente — y muchas veces de manera inconsciente— en la manera en la que se moldea el pensamiento de las personas, debido a que repercute directamente en la cultura, en el comportamiento que los seres humanos tienen en la sociedad, y las actitudes que se toman respecto a alguien únicamente por el sexo que puedan tener, el género que les fue asignado al nacer, o el género con el que deciden identificarse. Cuando esto es reconocido y ligado con el papel que la mujer ha tenido a lo largo de la historia, es fácil reconocer que el lenguaje ha sido un medio de control y dominio que ha permitido que las personas que no pertenezcan al género masculino se vuelvan sometidas y ocultas en los discursos sociales (1).

Además de ver la situación desde el punto de vista del androcentrismo en el lenguaje, es importante tomar en cuenta y dar visibilidad a quienes no se identifican con los géneros tradicionales: gente con género no binario, bigénero, trigénero, género fluido, pangénero, etc. Nos encontramos en una etapa de la historia en la cual comenzamos a reunir los elementos necesarios para cuestionar el concepto tradicional de género, y considerar el amplio abanico que se tiene respecto a la identidad de género. Sin embargo, llegar a este punto no fue un camino sencillo. El primer paso fue dado por quienes no se identificaban con los estándares que la sociedad les otorgaba, y son esas personas quienes levantan la mano y deciden contar su historia, alzar la voz para ser escuchados en medio del bullicio de lo que es considerado como ‘normal’. Una vez que un número importante de personas deciden cuestionar lo establecido, se gira la mirada a quienes tienen la oportunidad de analizar la situación actual, de juntar la suficiente cantidad de datos, de utilizar las herramientas a su alcance para evaluar información y, gracias a todo esto, crear conocimiento nuevo que nos lleve a ser una humanidad más avanzada. Es aquí donde entran las personas que trabajan en el campo de las ciencias — tanto naturales como sociales — , quienes nos hacen ampliar nuestro campo de consciencia, quienes nos otorgan claridad y razón. Se ha reunido la cantidad de información suficiente, se ha hecho el análisis de datos y se ha llegado a la conclusión de que no sólo existen dos géneros con los que las personas se pueden identificar, y tampoco tienen que ser estos géneros definidos ni expresados de la manera en la que han sido hasta hoy. El siguiente paso fue dado por un conjunto de personas que nos ofrecen la ciencia como guía, específicamente en el campo de la salud; y es justamente en el campo de la salud donde se aclaran ideas y se explican las nuevas maneras que tenemos para entender nuestra realidad. La correctamente llamada “Revolución de Género” (2) no sólo nos permitió abrir los ojos a lo distinto, sino también a darle nombre y a convertirle en una nueva normalidad.

En el idioma inglés existe el recurso “they/them” para referirse a quienes no se reconocen dentro del género masculino ni el femenino; recurso que todavía no se tiene claro en español, a pesar de que ya existen varias iniciativas para llegar a este punto (sustituir la vocal a/o por la e, por ejemplo). El simple hecho de que existan este tipo de iniciativas denotan la necesidad que se tiene de adaptar el lenguaje a las nuevas condiciones que la sociedad demanda. Y, sin importar si las instituciones (la Real Academia Española, por poner un ejemplo) reconocen o no este tipo de ideas como válidas, es esencial admitir que el idioma es un elemento dinámico, cambiante y viviente; que no necesita pedir permiso para ajustarse, sino que quienes usan el lenguaje son precisamente quienes se encargan de adaptarlo para expresar lo que les es necesario. Sin embargo, en el campo de la salud es indispensable todavía seguir las reglas establecidas por las instituciones, debido a la necesidad básica que se tiene de calibrar información a partir de la cual pueda ser creado conocimiento nuevo, sustentado y confirmado. Es por eso que en la rama de la salud, incluyendo empresas globales de tecnologías de la salud, se debe de seguir y mantener aún la regla formal, establecida e institucionalizada en cuanto al idioma.

Ejemplos de alternativas al lenguaje sexista

La lengua castellana provee herramientas lingüísticas que nos permiten evitar la discriminación sexual al momento de usarle. Existen varios manuales de lenguaje inclusivo que otorgan mecanismos para custodiar este importante aspecto de nuestras comunidades, la mayoría creados por instituciones educativas y departamentos gubernamentales que se han enfocado en crear un camino de inclusión. En estos manuales se utilizan ejemplos útiles que nos ayudan a llevar la mirada a situaciones donde se utiliza el lenguaje androcentrista, y que también otorgan alternativas. Se expone a continuación una serie de ejemplos:

  • Frase excluyente: Todos podemos superarnos a nosotros mismos
  • Frases inclusivas (1): Todas las personas pueden superarse a sí mismas. Cada persona puede superarse a sí misma. Todo el mundo puede superarse.
  • Frase excluyente: “El Director será nombrado por…”
  • Frase inclusiva (3): La persona a cargo de la Dirección será nombrada por…
  • Frase excluyente: No se descarta la asistencia de algunos deportistas profesionales.
  • Frase inclusiva (4): No se descarta la asistencia de deportistas profesionales.
  • Frase excluyente: Las enfermeras…
  • Frase inclusiva (5): El personal de enfermería…

El punto principal de esta reformulación de frases es dar visibilidad e incluir a todas las personas sin importar su género. Es importante resaltar estas opciones para lograr democratizar el lenguaje y educar a la sociedad a través de ejercicios donde se reconozca el poder de los prejuicios cognitivos bajo los cuales el idioma español nos puede influir. Al momento de hacer la elección consciente de utilizar el lenguaje inclusivo se pondrá en práctica la capacidad que todas las personas tenemos de adaptación a una nueva manera de pensar, y será un factor fundamental para lograr esta evolución social que nos llevará a una forma comunitaria de progreso.

Lenguaje inclusivo en el campo de la salud

El cuidado de la salud es un tema social tan significativo que es común que sea ampliamente reconocido y tomado en cuenta. Es gracias al campo de la salud — sobre todo de la salud mental y neurociencias — que se ha llegado al punto de exponer de manera científica tanto la teoría de configuraciones sexuales (SCT por sus siglas en inglés) (6), como la relación entre idioma y conceptos que construyen la realidad de las personas y, por ende, las esferas sociales. Al momento de integrar el enfoque del lenguaje inclusivo al campo de la salud, aunque la acción sea tomada desde copywriting y marketing digital, es dar el primer paso hacia un lenguaje que tome en cuenta las nuevas normalidades en cuanto a seres humanos se refieren. Las empresas globales de tecnología reúnen los elementos necesarios para la innovación, situación que las vuelve ideales para funcionar como plataformas de renovación social.

Es desde este punto de partida — el de la unión entre la relevancia del ámbito de la salud, y la potencialidad de cambio social que reúnen las empresas globales de tecnología— desde donde se puede producir una mejora en cuanto a la calidad de vida de quienes habitamos en comunidades hiperconectadas entre ellas. El amplio campo del marketing digital y su gran dinamismo nos permite llegar a miles de personas, quienes pueden involucrarse no sólo con la marca, producto, o servicio, sino también con el compromiso social que conlleva el tomar acciones conscientes a favor de una humanidad que se renueva para llegar a ser la mejor versión de sí misma.

Referencias:

  1. RAADH, MERCOSUR. Manual pedagógico sobre el uso del lenguaje inclusivo y no sexista. Recuperado de http://www.ippdh.mercosur.int/wp-content/uploads/2018/11/IPPDH-MERCOSUR-RAADH-Manual-Lenguaje-no-sexista.pdf
  2. NATIONAL GEOGRAPHIC. GENDER REVOLUTION. Recuperado de https://www.nationalgeographic.com/pdf/gender-revolution-guide.pdf
  3. CONSEJO NACIONAL DE LA CULTURA Y LAS ARTES — GOBIERNO DE CHILE. GUÍA DE LENGUAJE INCLUSIVO DE GÉNERO. Recuperado de https://www.cultura.gob.cl/wp-content/uploads/2017/01/guia-lenguaje-inclusivo-genero.pdf
  4. GOBIERNO DE ARAGÓN. LENGUAJE INCLUSIVO CON PERSPECTIVA DE GÉNERO. Recuperado de https://www.aragon.es/documents/20127/186069/Lenguaje+inclusivo+con+perspectiva+de+g%C3%A9nero/ca98fdb6-0d4c-563a-7f54-2ef933d5a60d?t=1549448641684
  5. CONAPRED. 10 RECOMENDACIONES PARA EL USO NO SEXISTA DEL LENGUAJE. Recuperado de https://www.conapred.org.mx/documentos_cedoc/C-01-2.pdf
  6. SARI M. VAN ANDERS. (14 DE MARZO DEL 2015). Beyond Sexual Orientation: Integrating Gender/Sex and DiverseSexualities via Sexual Configurations Theory. ACADEMIA.EDU Recuperado de https://www.academia.edu/11415401/Beyond_Sexual_Orientation_Integrating_Gender_Sex_and_Diverse_Sexualities_via_Sexual_Configurations_Theory

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Elba Quintero

Writer. Born in Mexico, living in Berlin. Interested in Diversity & Inclusion, Feminism, Mental health, Space exploration and Pre-hispanic history.