Parece mentira pero cada vez resulta más difícil encontrar un remanso de paz. En el trabajo (quien lo tenga) en la família (quien la tenga) o en los propios pensamientos (quien los tenga). Intentar informarse de algo, usando el medio que sea, puede acabar siendo un suplicio de manipulaciones, sesgos y bilis a partes iguales (intenté leer los posos del té y apareció un anuncio de Clear Blue que no se podía saltar, un drama). Y llegados a este punto, dramatizando tanto como queráis (o no) uno se pregunta a dónde dirigir su atención para no sufrir una úlcera constante. Bien, sois afortunados! He descubierto una manera muy sencilla que se explica gracias a una de mis debilidades secretas (a partir de hoy, no tanto): los diagramas de Venn!
Es aplicable a cualquier persona de vuestro entorno: pareja, compañeros de trabajo, vecinos, amistades y señoras en la cola del pan. Con un poco de tanteo, todos tenemos un punto en común. Por difícil que parezca ( o pueda llegar a ser perturbador, pensadlo bien) es muy difícil que no tengas absolutamente nada en común con alguien. Un anarcopunk y un alumno de Taekwondo nacidos en sus respectivas antípodas pueden mostrar un odio común por las figuritas de Lladró. No desespereis, la raja de afinidad de este culo que son nuestras vidas puede llenarse con algo! Creo.
