El miedo de regarla
“La acción lleva a la estrategia”
Esta frase la he traido como mantra esta semana, día tras día, sonando en mi cabeza, esta frase me ha sacado de distintos dilemas existenciales y me ha dado nuevos puntos de vista de cosas que no estaban en mi umbral de visión, figurativamente hablando. Esta frase me ha marcado y me ha dado una guía para resolver problemas. Me ha dado un poder impresionante de decisión conmigo mismo que antes no tenía. Esta frase, en conjunto de un proceso iterativo para realizar nuevos proyectos, me ha traido grandes experiencias que se pudieran calificar como “buenas” o “malas” dependiedo de la lupa con la que se analizan. Quisiera compartir en este post los beneficios de combinar estas herramientas y cómo fui poco a poco quitándome el miedo a regarla, aunque todavía se muestras pizcas de él (siempre hay áreas de oportunidad).
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Uno es mayor que cero es lógico y es obvio, o sea que es mejor hacer algo que no hacer nada, es mejor navegar en lo desconocido no teniendo idea de qué estás haciendo que quedarte pensando en la mejor opción a seguir, mientras sigas un proceso iterativo la mejor opción a seguir surgirá con el tiempo. Esta manera de aprender es la que siguen los algoritmos de reconocimiento de patrones, y estos algoritmos están inspirados en nuestros cerebros. En las retrospectivas que hago de los proyectos que estoy liderando me pregunto ¿Qué salió bien?, ¿Qué salio mal? y ¿En qué puedo mejorar? Eventualmente la mejor opción saldrá a relucir. Estas preguntas me van dando una guía para buscar las adecuadas preguntas a contestar y por ende sus respuestas.
2. Identificar las partes operativas y de ideación del proyecto.
Las partes de ideación yo las defino como ¿Qué quieres de tu proyecto?, ¿Qué impacto quieres que tenga?, ¿A dónde quieres llegar?, etc. Obviamente hay un proceso de diseño y de planeación antes de empezar el proyecto, pero dentro del proceso de ejecución siempre habrá áreas de oportunidad. En estos puntos puedes dedicarle un tiempo a investigar cómo puedes hacer un mejor proyecto mientras se está ejecuntando, pero para que el proyecto no se te salga de huacal necesitas controlarlo y para eso están las partes operativas. Las partes operativas son las que van a vigilar el proyecto, son las que responden las preguntas como: ¿Quién es el encargado de “x” cosa?, ¿Quién es el responsable de hacer “y” cosa?, etc. Identificar estas dos partes me ha ayudado a poder idear proyectos al mismo tiempo que se ejecutan de manera ordenada. La distinción es fácil, las partes de ideación por lo general te dicen a dónde quieres llegar, las partes operativas te dicen cómo lo vas a hacer.
3. “Your ego it’s not your Amigo”
Me daba un montón de miedo hacer las cosas porque siempre necesitaba cumplir un parámetro, un parámetro impuesto por el contexto en donde vivo, “tienes que tener la mejor calificación”, “tienes que tener a la novia más guapa”, “tienes que ser el mejor vestido” y otro tipo de ideas que se encuentran volando día a día en nuestra sociedad, ya sea que se muestran directamente o indirectamente en los medios de comunicación, comportamientos sociales u otras formas. Si las seguía y las cumplía me daban “status” y me inflaban el ego a un nivel muy trivial. Seguir estos parámentros me condicionaba a comportarme de cierta manera y perderme de grandes experiencias o acceso a otras ideas que no eran compatibles con las ideas “estándar”, por llamarlas de alguna manera. El miedo de no poder encajar era el que me limitaba a realizar cosas que sabía intrínsicamente que estaban bien hacer, pero eran mal vistas. Actualmente ya sé que si una idea les molesta o asusta a la mayoría de las personas, sé que es una idea que vale la pena revisar, porque se sale del estándar social. ¿Cuál es ese estándar social?, es difícil contestar esa pregunta, pero creo que es el que ha permitido tantas injusticias como tener altos nivenes de pobreza y obesidad al mismo tiempo.
4. Cultivar el hábito de leer.
Esto ha sido uno de los mejores hábitos que he desarrollado y sigo haciéndolo. Leer es la manera de estar en contacto con grandes ideas de grandes seres humanos. Al principio me costó un tremendo trabajo desarrollarlo pero actualmente nunca salgo de casa sin un libro. Leer me ha permitido ver más allá de lo que alcanzamos a ver. Me ha servido para disfrutar aún más mi vida. Leer me ha permitido tener conversaciones no triviales con las personas que me importan, leer también contribuyó a ser el hombre que soy ahora y me ha permitido desconectarme poco a poco de esas ideas impuestas que comentaba en el punto anterior.
Para concluir, todos los puntos anteriores necesitan una buena dosis de paciencia, los cambios que valen la pena no se logran de la noche a la mañana, requieren tiempo para desarrollarse y plan a largo plazo. Es difícil no tener miedo a regarla, pero poco a poco, cada vez que me expongo a hacer algo y me da miedo, es porque estoy por realizar algo que me saca de mi zona de confort, y este es el primer paso para madurar y expandir esa zona. Cuando mi zona de confort se expande, reviso el miedo que me daba hacer algo en algún punto pasado y me doy cuenta que era un miedo inexistente que sólo vivía en mi mente.
