#SupervivenciaFinanciera — Parte 1: Cómo tomar el control de tu economía con un presupuesto anual
Así como tenemos rutinas de ejercicios para tonificar músculos y dietas para bajar de peso, podemos preparar un presupuesto para mejorar nuestra salud financiera y anticipar si estamos en línea con nuestros objetivos aprendiendo a proyectar nuestros INGRESOS y GASTOS.
(este artículo forma parte de la serie #SupervivenciaFinanciera)
EL ORIGEN DEL CAOS FINANCIERO
Una de las primeras cosas que ya manejamos desde antes de salir a la vida adulta es el dinero. El problema es que no sabemos bien cómo funciona porque nunca reflexionamos sobre qué es. El dinero es básicamente un invento que nos permite ponerle precio a las cosas (o conocer cuánto cuestan), saber cuánto valemos nosotros (o nuestro talento) en relación a esos precios e intercambiar indirectamente nuestro valor por las cosas que necesitamos. Y, cuando no pierde valor por culpa de la inflación, el dinero también sirve para acumular valor.
El principal problema es que vamos por la vida sin saber bien cuánto ganamos, cuánto gastamos ni cuanto podemos ahorrar. El dinero entra y sale, si sobra y hay inflación buscamos otra moneda más estable para cambiarlo; si no nos alcanza, desahorramos o nos endeudamos.
Todo eso lo hacemos sin plan ni control, al margen de las circunstancias de crisis económicas frecuentes. La buena noticia es que si queremos ordenarnos, aún en el caos que tenemos alrededor, podemos hacerlo. Lo primero que necesitamos es un mapa.
EL PRESUPUESTO
Antes de explicar cómo armar un presupuesto, es fundamental entender algunas cuestiones centrales.
Los INGRESOS van a ser lo que normalmente asociamos a entradas de dinero pero no cualquier entrada si no lo que podemos definir como dinero “ganado”. La forma más común es recibiendo una remuneración por nuestro trabajo, pero también podemos recibir una donación, ganar un premio o intereses por invertir dinero. Si nos prestan plata o nos devuelven dinero que prestamos en el pasado, son entradas de dinero, si. Pero no son INGRESOS. En el primer caso no lo ganamos, lo debemos y tenemos que devolverlo. En el segundo, es dinero que ganamos en el pasado, decidimos no gastarlo y se lo dimos a alguien, que luego nos lo devolvió.
Ganar dinero no es lo mismo que tener dinero
Los GASTOS es todo en lo que se nos va el dinero para poder vivir. Nuestro nivel de vida está definido por la suma de todo lo que consumimos cíclicamente y eso tiene un número. Hasta los gastos más insignificantes suman (¡y no deberíamos subestimarlos!). Es importante también aclarar que gastar y pagar no es lo mismo. Si compramos un pasaje o una entrada a un festival en cuotas o nos prestan dinero para comprar un smartphone nuevo, el gasto sucedió, solamente que lo pagamos más adelante y lo que nos queda es una deuda.
No podemos pensar que porque no pagamos algo o lo pagamos en cuotas el gasto no sucedió o sucede “por partes”
Para poder comparar INGRESOS y GASTOS necesitamos definir un período de referencia. Hacer un presupuesto mensual puede ser útil, pero como podemos tener INGRESOS y GASTOS que no suceden todos los meses (extraordinarios), vamos a tener un diagnóstico más preciso si hacemos un presupuesto anual. Esto sería la suma de lo que proyectamos ganar y gastar de forma repetida mes a mes (viáticos, alimentos, salidas, suscripciones) con lo que estimamos que suceda una vez al año (vacaciones, regalos de navidad, un arreglo del plomero) o con baja frecuencia (compra de zapatillas o videojuegos, escapadas de fin de semana, equipamiento para el hogar, etc.).
El mejor momento del año para hacer esto es justamente cuando comienza un nuevo calendario. Así que…
¡A TRABAJAR!
Todo muy lindo, pero… ¿Cómo sé cuánto voy a ganar o gastar durante un año? Es más… ¡No sé cuál va a ser mi sueldo o a qué precios van a estar las cosas en 6 meses! Buen punto. Mejor dediquémonos a ver series o a entrenar, esto no tiene sentido. NO! Mentira! :)
Primero que nada tenemos que entender que proyectar es un ejercicio. No vamos a firmar un contrato con nadie comprometiéndonos a nada. Es simplemente armar un escenario detallando nuestros INGRESOS y GASTOS, poniéndoles valores estimados y luego haciendo algunas multiplicaciones, sumas y restas para llegar a la mejor aproximación posible de cómo darían nuestros números.
Segundo, cuando los precios se comportan de forma tan volátil es imposible pensar que se van a mantener, pero también es inviable anticipar si van a seguir subiendo y a qué ritmo durante el año para el que vamos a hacer el ejercicio. Esto podemos resolverlo con un parche: usando una moneda más estable para expresar los valores de lo que proyectamos ganar y gastar en los próximos 12 meses. Como dice la canción “I need a dollar”.
Cuando la moneda con la que nos manejamos no sirve para proyectar, buscamos otra y expresamos los valores de referencia en esa
Necesitamos expresar los valores dividiendo nuestras estimaciones en pesos por el valor del dólar libre (blue o MEP). Si bien no es super preciso porque el precio no se mantiene constante durante el año, podemos asumir que nuestros INGRESOS y GASTOS en dólares tienden a ser estables aún con desfases en algunos meses (salvo que nos vaya mejor económicamente y ganemos más o modifiquemos nuestro estilo de vida y gastemos más).
¿De dónde sacamos el dato de cuánto ganamos y gastamos para poder proyectarlo? De tomarnos el trabajo diario de registrar al menos durante un mes nuestros movimientos para conseguir esa información.
Podés leer más sobre eso acá. O podés hacer números más o menos a ojo.
Con mayor o menor precisión, detallado o general, la idea es tener un número razonable de cuánto vamos a ganar y gastar por año, en una moneda unificada (no podemos sumar peras con manzanas)
Si al final del proceso terminamos con algo parecido a un montón de líneas de una planilla con datos que pueden ser sumados por grupo y tener un total de lo que ganamos y gastamos por mes y por rubro, lo pasamos a dólares y lo multiplicamos por 12, tenemos una parte importante de la estimación hecha, la de lo frecuente.
Lo que sigue es sumarle los INGRESOS y GASTOS extraordinarios que estimamos realizar en el año, en la misma moneda.
Sumamos INGRESOS totales y restamos GASTOS totales y podemos conocer una estimación muy preliminar de cómo vamos a terminar el año con los supuestos que tomamos para proyectar.
Esto nos puede dar 3 posibles resultados para la estimación anual:
- PROYECTAMOS GANAR MAS DE LO QUE GASTAMOS
- PROYECTAMOS ESTAR EN EQUILIBRIO
- PROYECTAMOS GASTAR MAS DE LO QUE GANAMOS
ALGUNAS CONCLUSIONES SOBRE EL EQUILIBRIO
Ninguno de los 3 resultados per sé es “malo” aunque es evidente que el primero es el ideal. ¿Por qué? Porque es la única forma de generar ahorro genuino y capitalizarnos a mediano y largo plazo (conducta ideal para llevar de forma sostenida). Ahora bien, puede haber determinadas coyunturas en las cuales en ciertos años optamos por no ahorrar (o simplemente proyectamos GASTOS extraordinarios que nos “comen” la capacidad de ahorro de ese año). Y también puede haber etapas en la vida donde incluso tengamos que endeudarnos si no podemos o no queremos desahorrar, como resultado de gastar más de lo que ganamos (endeudarnos es la forma en la que pedimos prestado ahorro de otros para devolverlo más adelante luego de que podamos revertir nuestra situación deficitaria y normalmente implica un costo financiero).
Si pensamos ejercicios con números sencillos, podemos entender algunas consecuencias y actuar al respecto.
Si en términos anuales proyectamos ganar 12 y gastar 10, podemos ahorrar 2 por año.
Si podemos ahorrar 2 por año y no tenemos deudas, en 3 años podemos capitalizarnos acumulando 6 (sin pensar en invertir y re-invertir las ganancias).
Si podemos ahorrar 2 este año y tenemos una deuda de 8, más que ahorrar a este ritmo en 4 años podríamos cancelar la deuda (sin considerar que las deudas tienen intereses, que se suman a nuestros GASTOS como costo financiero y demoran la cancelación total de la deuda).
Si proyectamos ganar 9 y gastar 9, no podemos ahorrar. Si encima tenemos una deuda de 5 y queremos dejar de estar con la soga al cuello, hay que buscar estrategias para mejorar los INGRESOS o achicar los GASTOS.
Y si proyectamos ganar 8 y gastar 10 y además tenemos deudas por 4, el problema requiere una terapia de shock para equilibrar nuestro nivel de vida y vivir dentro de nuestras posibilidades reales hasta poder equilibrarnos luego de achicar las deudas. De lo contrario, seguiremos barranca abajo.
Lo más importante es entender que el presupuesto es nuestro mapa financiero y guía nuestros pasos
Las circunstancias del país y el mundo luego generarán desvíos, pero nos da una idea de lo posible (si no deliramos cuando hicimos las proyecciones de INGRESOS ni subestimamos las de GASTOS). El presupuesto además nos permite identificar en dónde podemos hacer cambios para acercarnos a la situación deseable.
Por último, siempre es mejor tener información aunque sea estimada en una moneda “ajena” que no tener nada e ir frustrados por la vida porque no llegamos a fin de mes (evitemos aprovechar el caos de afuera para no hacernos cargo de nuestro propio desorden financiero).
¿Y si hacemos un presupuesto para el año que empieza? Comparto este formato simple para tratar de completar con sus propios números.
Con este esquema, el total de INGRESOS menos la suma del total de GASTOS frecuentes y extraordinarios es una cuenta simple y luego podemos hacer diferentes escenarios o plantearnos pautas de control de gastos para el año.
Si quieren probar con una planilla gratuita de Google Sheets como la de las imágenes, ingresar en este link. Quienes tengan cuenta de Google van a poder tener su propia copia de la planilla para modificarla y completarla. Simplemente ingresar en Archivo y luego click en Crear una copia.
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