Actitud anarquista
Cambiar la mirada, cambiar la forma de pensar, una nueva forma de interpretar el mundo, eso es en esencia el anarquismo, transformación de las relaciones sociales, políticas, sexuales, individuales. Todo esto a la vez y ahora, y por tanto, radical y revolucionario.
Está en contra de reformar, ir despacio, reconciliar. Quienes se adentran en este camino, para reformar, para conciliar, para ir paulatinamente, solo demoran y matan a millones de personas al demorar las decisiones que toman las asambleas. El proceso libertario es directamente opuesto, los que participan son los que están directamente involucrados con el programa.
Esto evita partidos y líderes. De esta manera, todos se involucran y participan en la transformación de la sociedad. Nuestra sociedad permanece, los partidos y sus líderes desaparecen cuando la gente participa más directamente. Es democracia directa, por tanto, popular. Hasta que intentan engañarnos con un discurso “democrático y popular”, los nuevos dueños del poder. Esto es una mierda, una mentira. Cuando se dice democrático, sólo ocurre con la población en acción y no cuando es observadora como lo es actualmente. Decir que es democrático y popular es como decir “agua mojada”.
El cambio es un acto radical que nuestra vida necesita. La sociedad se asienta en la dinámica evolutiva y garantizada del sistema del capital. Este sistema destruye todo a su paso y convierte todo y a todos en materia para alimentar a sus dioses, propiedad y dinero “sagrados e incuestionables”. Solo hay una forma de detener esta destrucción, barricadas a favor de una revolución visceral de la sociedad en todas sus esferas de existencia. Puños en el aire, ya se perfila un nuevo horizonte.
Fuente: Anarkio