Lo mejor de Apple cabe en una cajita

Los AirPods son el producto del año y la prueba de que la compañía sigue siendo capaz de lo mejor, de marcar el camino, de sorprender

Félix Palazuelos
4 min readDec 20, 2016
AirPods/Apple Inc.

Al desempaquetarlos, lo primero que me sorprendió de los AirPods es el diminuto tamaño de la caja que los guarda y alimenta. Se abre más fácil que un mechero Zippo y se puede transportar en el bolsillo de cualquier vaquero.

Al abrirla, mi iPhone los detectó al segundo, presentándome la opción de conectar con ellos. Fue un proceso sencillo, inmediato y "mágico" si lo comparamos con los numerosos y tediosos pasos que hay que dar para emparejar cualquier auricular Bluetooth.

En cuanto los inserté en mis orejas, emitieron el clásico sonido de conexión de inmediato, indicando que todo estaba listo. Tras escuchar unas cuantas canciones, la reproducción se pausó al quitármelos de las orejas. De nuevo, al instante. Por arte de magia. Su implementación está a años luz de la de cualquier otro fabricante.

Me acerqué al MacBook y allí los emparejé igual de fácil, sin tener que volver a ponerlos en modo de emparejamiento. Cuando me los quito, la reproducción continua en los altavoces, que es donde escuchaba la música antes de emparejar los AirPods. Una implementación sobresaliente y que sorprende.

Para alguien que tiene varios dispositivos Apple, esta conveniencia, comodidad y simplicidad es caballo ganador.

En el Apple TV, se conectan como cualquier otro auricular Bluetooth, pero luego se emparejarán al iPhone al instante, sin tener que volver a repetir procesos. Ya no da tanta pereza conectarlos como sí me ha ocurrido con otros auriculares Bluetooth.

Los controles táctiles son más que suficientes: llamada a Siri y pausa. Otros fabricantes incluyen un control de reproducción completo, pero es muy lioso y dependen de "drivers" de tamaño completo. Siri funciona muy bien y el control de volumen a través del asistente también.

El problema es bajar o subir el volumen en medio de la calle, pero no se suele cambiar entre canciones. Además, si te quitas los auriculares se pausa automáticamente la reproducción. Algo que realiza siempre bien. Puedes decir a Siri "Baja el volumen a la mitad", "Sube el volumen a tope" o hacer cambios graduales. También puedes contestar llamadas dando dos toques en el auricular.

Se agarran férreamente a las orejas: he probado a correr, agacharme, saltar, mover la cabeza de un lado a otro rápidamente… Parece imposible que se caigan de las orejas. Al menos, en las mías. Los EarPods no se agarraban tan bien.

La caja, además de cargarlos, los guarda para evitar que se pierdan y son mucho más cómodos de transportar que unos auriculares de botón tradicionales y su cable enredado.

Cómo suenan

La única pega es su calidad de sonido. Suenan mejor que los EarPods porque la amplificación que tienen es superior. En mis escuchas, es la única mejora. Puede que me equivoque.

A diferencia de los auriculares intraurales, el sonido no suena dentro de tu cabeza y se asemeja más al sonido de unos altavoces. Tienen bastante escena para ser de este tipo, aunque los agudos no sean todo lo nítidos que podrían ser, penalizando el posicionamiento y la separación instrumental.

Los graves son su talón de Aquiles. Muy poco definidos y sin pegada. Melosos. No bajan lo suficiente y los medios más graves están demasiado resaltados. Es el problema de emplear un diseño de botón, que al no aislar pierdes los graves.

Para rap o música electrónica son una elección muy pobre, pero suenan bien con jazz, flamenco, pop y podcast.

El volumen es suficiente para escuchar bien la música en cualquier situación, pero su aislamiento es nulo y se pueden oír los claxon, los motores de camiones o personas que hablan cerca de ti. Sin reproducir música, el nulo aislamiento te permite conversar sin quitártelos sin apenas problemas.

Los auriculares sonarían mejor con un diseño intraural como el de los Xiaomi Piston, pero Apple ha primado la "comodidad". Los intraurales pueden ser igual o más cómodos, pero la mayoría de usuarios prefiere los de botón. Tampoco se podrían guardar en la cajita igual de bien que se hace ahora por los diferentes tamaños del amohadilla. Apple ha tomado la mejor decisión, aunque penalice la calidad y el aislamiento.

Lo peor de los AirPods es su sonido, pese a que sea su propósito principal.

Estoy seguro de que, pese a ello, no pararé de llevarlos puestos a todas horas del día: para ver películas desde la cama y el sofá o música desde el iPhone. Es imposible lograr mayor comodidad y simplicidad.

En la cajita de los AirPods cabe lo mejor de Apple.

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