1/52: Acerca de perderse
Se dice que en tiempos de crisis la gente siempre vuelve a lugares familiares. Estas semanas he releído mis cuentos favoritos, he escuchado mis discos y canciones favoritas y, heme aquí, escribiendo de nuevo por el placer/la necesidad de escribir.d Cuando era más joven escribía a diario como terapia. Vuelvo (?).
Se está acabando la maestría y con ello la seguridad de tener algo que hacer y algo con lo que vivir. Además, en estos últimos meses he tomado decisiones muy importantes, como el quedarme a vivir en CDMX o el terminar una relación de muchos años con Al. “Ninguna decisión es final, todas se ramifican en otras”, dice Borges, dice Sartre con otras palabras también. Eso es lo divertido y angustiante de vivir, somos responsables de nuestras decisiones. No me arrepiento de ninguna. El futuro es incierto.
Estoy emocionado y ligeramente temeroso por lo que viene. Siempre he tenido mucha suerte y, por mera probabilidad, algún día habrá que terminar. Hoy tuve un momento Forrest Gump. Iba a un gimnasio a cinco minutos de mi casa para inscribirme a clases de Taekwondo. El gimnasio estaba cerrado así que seguí pedaleando y pedaleando y pedaleando. Me perdí, pero luego me ubiqué y llegué a la Cineteca. Ahí descansé y me puse a pensar sobre la vida en CDMX, creo que, a pesar de lo arriba escrito, nunca había estado tan tranquilo en mi vida.
“No todos los que deambulan están perdidos”, decía Tolkien. Es mi caso. Curiosamente, perdiéndome es como me encuentro. Siempre me ha gustado ponerme a deambular sin algún rumbo definido, así he encontrado algunos de mis lugares favoritos o se han dado los mejores paseos y las mejores charlas. Caminar por el mero hecho de caminar. Los días felices. Ahora estoy muy contaminado por la filosofía analítica o por la vida de adulto. Necesito definiciones, detalles, fechas y horarios. Todo con precisión. Fui muy feliz en el paseo, aunque creo me lastimé la rodilla por no calentar (los achaques de la edad).
En fin. He vuelto a escribir, he vuelto a rodar y he vuelto a perderme. Me he perdido incluso escribiendo este caótico texto. Estoy vivo, no solo biologicamente. Que suerte.
