Para dejar de pensar demasiado…

Fiorella Kollmann
2 min readJun 5, 2023

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Foto: Ensayos de “El viaje de Berula”

Cuando uno piensa, a veces puede ser interesante, invita a la reflexión, sin embargo, la mayoría de las veces estamos pensando demasiado, sin conclusión, sin final, sin puntos, más o menos una verborrea mental eterna. No estoy en contra de pensar, es más, por no detenerme a pensar, he perdido oportunidades importantes, pero ¿cómo saber si ya es suficiente?

Hace algunos años, confundida de tanto pensar, fui un poco más temprano a la sesión de zazen (meditación zen) en un dojo zen (espacio de práctica) en Miraflores. La Maestra aún estaba organizando algunas cosas, me dejó pasar y me preguntó como estaba. La pregunta despertó inmediatamente mis ganas de hablar. Pensé rápidamente: “seguro me dará muchos consejos espirituales que me aliviarán. ¡Qué bueno que vine temprano!

Empecé a decirle que estaba preocupada con unos asuntos familiares y esto estaba afectando algunos otros aspectos de mi vida, me tomé el tiempo de explicarle con detalle todas mis dudas… Le pregunté que debía hacer o como podía cambiar esta situación tan estresante para mí. Ella me miró y sacó, detrás de la puerta de la cocina, una escoba. Me dijo: Barre el dojo, por favor, ya casi es la hora de zazen.

Me sorprendió, pero efectivamente estábamos ya cercanos a la hora de inicio y había que organizar todo. Hubo un momento mientras barría en el que intenté recordar la pregunta que le hice a la Maestra para volverle a preguntar al final de la sesión, pero no lo recordaba claramente, solo podía “pensar en barrer”. Barrer no solo me invitó a dejar de pensar en ello, sino a dejar atrás algo que no podía solucionar en ese momento.

¿Que si sigo pensado demasiado?

¡Claro!

Me toca barrer más seguido…

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