Dogecoin y SHIB: Cómo las monedas de meme son diferentes de otras criptomonedas

Gabriel Vazquez
4 min readJan 6, 2022

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En esta lección, analizaremos las características de las memecoins, qué las diferencia de otras criptomonedas y cómo derivan su valor.

Consulta nuestra publicación anterior sobre la historia de los memes y la importancia que tienen para nuestra cultura.

Lo que tienes que saber

  • Siguiendo la cola de Doge, en 2021 nació una camada de otros tokens caninos, que compitieron por ser la próxima memecoin exitosa.
  • La diferencia de las memecoins con las criptomonedas tradicionales es que ponen más énfasis en la comunidad, el marketing y el humor que en la innovación técnica.
  • Las memecoins no compiten por ser las primeras en crear una innovación, sino por ser las primeras en llegar al remate.
  • Tienen más volatilidad que las criptomonedas regulares, con ganancias y pérdidas que suelen superar el 1000%.

Introducción

Las emociones se agitan rápido en el mundo cripto. Que el hombre más rico del planeta promoviera una moneda chistosa con una capitalización algo baja como su moneda preferida y que, al mismo tiempo, China prohibiera de manera muy inflexible el trading y minado de criptomonedas fueron dos golpes que hicieron tambalear el mercado y generaron pérdidas por 1 billón de dólares en una semana.

A pesar del revuelo, el mercado arrastró a DOGE y las masivas ganancias de Dogecoin duraron poco. Desde ese momento, perdió casi el 75% de su máximo valor de mayo de 2021 y, hasta el último tuit alcista de Musk, se había bajado de las diez criptomonedas más importantes según la market cap (capitalización del mercado). Está de más decir que las esperanzas de que DOGE pueda repuntar disminuyeron, incluso entre sus seguidores acérrimos.

El ascenso meteórico de Dogecoin allanó el camino para la aparición de un tipo de criptomoneda totalmente distinto. Creando un token muy divertido, también se pueden amasar ganancias gigantescas. Gracias a que crear tokens es más fácil que nunca, comenzaron a aparecer autoproclamadas “memecoins” por doquier, que entraron a un mercado al rojo vivo que había sufrido una caída reciente. Salieron de la cucha monedas como SHIB y FLOKI, con anuncios que apuntaban, sin dudas, a un sector demográfico: “¿Extrañas a DOGE? Cómprate a FLOKI”. Estos anuncios invadieron el metro de Londres.

En qué se diferencian las memecoins de otras criptomonedas

Muchas de estas monedas nuevas fijan sus precios varios decimales debajo de cero. Esto se hace a propósito, porque, como no visualizamos con facilidad y de manera intuitiva las sumas muy pequeñas (o muy grandes), a nuestros cerebros limitados les cuesta entender el valor.

Si quieres comprobarlo por tu cuenta, averigua cuál es la deuda pública de EE. UU. e intenta comprender su magnitud a primera vista. Esta estrategia tiene un doble fin: hace que la moneda parezca muy barata y accesible, y genera la ilusión de que se pueden obtener grandes ganancias en muy poco tiempo. Al final de cuentas, si compraste una moneda por 0,00006 y su precio subió a 0,006, ¡significa que multiplicaste tu inversión original 100 veces!

Empezaba a vislumbrarse una interesante dinámica de mercado. Hasta ese momento, los tokens competían, sobre todo, por diferencias técnicas: algoritmos de prueba de trabajo frente a prueba de participación, bloques pequeños frente a bloques grandes, etc. Los desarrolladores de protocolos buscaban superarse todo el tiempo y ganar una ventaja competitiva con alguna función innovadora que consiguiera la adopción y el apoyo generalizados. Pero ahora había otro tipo de competencia: la batalla por la atención. ¿Quién tiene la comunidad de seguidores y seguidoras más ruidosa, divertida y cautivadora? ¿Quién prometió los retornos más altos? ¿Quién sincronizó el lanzamiento de su moneda a la perfección?

Siempre existió la ley del pionero: el primero en desarrollar o publicitar algo tiene una ventaja competitiva. En las memecoins, esta ley se transformó en el primer proyecto en llegar más rápido al remate.

Algunos ejemplos:

Cuando Musk tuiteó en marzo de 2021 que, si alguna vez surgía un escándalo sobre él, le pusieran el nombre “Elongate”, los desarrolladores actuaron rápido y crearon el token ELONGATE. Unas tres semanas después del tuit, cerca de 100.000 personas ya habían comprado el token.

En noviembre de 2021, una organización autónoma descentralizada (DAO) llamada, con razón, ConstitutionDAO recaudó cerca de 40 millones de dólares en ofertas por una copia física singular de la constitución de EE. UU. Finalmente, la oferta no prosperó. Sin embargo, el alboroto que generó la DAO con su token nativo PEOPLE ganó terreno, y algunos llegaron a decir que se encaminaba a ser el “próximo Shiba”.

La idea de esto es que, más allá de si un proyecto tiene éxito o no, mientras tenga la popularidad suficiente, puede ganar impulso. Las memecoins no dependen de aspectos básicos, sino de la eficacia para publicitarse. Si analizas los grandes ganadores y perdedores en Coinmarketcap, notarás que el desempeño de algunas de esas monedas fue mucho mejor que el del mercado, con ganancias que muchas veces superan la marca del 1000%.

La otra cara de estas monedas es que, cuando caen, se pueden pegar un porrazo. Cuando una moneda gana el impulso suficiente, puede intensificarse rápido y convertirse en un cohete que dispara a los tenedores del token a la luna… o que se estrella contra el suelo.

Descubre los orígenes de Shiba Inu (SHIB) y qué la diferencia de otras memecoins en nuestra siguiente publicación.

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Gabriel Vazquez

EDU content writer for Bitso, based in Puerto Rico. Believes Bitcoin fixes this.