Un bigote, dos colores, un piano, y Rock and Roll

Gastón Sánchez
5 min readJun 17, 2020

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“En aquella época la música fue para mí una forma de seguir viviendo un sueño en medio de la pesadilla que era la realidad”. Ésas fueron las palabras de Charly García en alusión a la última dictadura militar argentina. Al término de ésta, en noviembre de 1983, y con un proceso democrático que todavía se estaba ordenando, Charly García presentaba su nuevo disco “Clics modernos”. El mismo contenía un tema, “Los dinosaurios”, que se destacaría hasta el día de hoy, haciendo una clara alusión a lo que la sociedad vivía en ese momento. La incertidumbre, la angustia, la soledad, el vacío de una sociedad se escuchaba a través de los gritos de García. Un antes y un después en su carrera musical. Modern Clics fue el segundo disco de Charly, no se entendía bien la foto casual, ni su pelo corto en la tapa. La producción del disco fue casera, en Nueva York, y utilizando samples musicales en vez de baterías. Los rockeros, considerados subversivos por el régimen represor comenzaban a devolverle la memoria a su pueblo. Y un Charly de 31 años sería fundamental en ello.

A los 5 años le habían regalado su primer piano de juguete, sería el inicio de una relación de amor para toda la vida. En el mismo año comenzaría a estudiar en el conservatorio, se destacaría entre todos los alumnos por tocar con las dos manos. A los ocho años era capaz de reproducir una melodía que le cantaran de oído. Y a los nueve compuso su primer tema. Para completar el genio musical, fue dotado con algo que pasa una en un millón de veces: oído absoluto. A los 13 años, Carlos Alberto García Moreno, un niño de clase alta que vivía en Caballito, se recibía de profesor de piano, teoría y solfeo con un alto promedio en el Conservatorio Thibaud Piazzini. “Este chico es como Chopin” diría Mercedes Sosa en una de sus visitas a la familia Moreno.

Casi 40 años después, en el año 2000, Merces Sosa y Nito Mestre darían un show en el Estadio Nacional de Mendoza que tenía como invitado a Charly García. El show fue impecable. Pero no se recuerda tanto ese momento como lo que pasó al día siguiente. Tras unas peleas en un bar al final del espectáculo, un Charly furioso se fue al hotel en el que estaba descansando. Por la mañana siguiente se tiró desde el noveno piso hacia la pileta del hotel. El hecho sería un símbolo del “Say No More” y las épocas más locas de Charly. “Esta fue la primera cosa deportiva que realmente disfruté en mi vida”, dijo el músico. Unos meses Sui Géneris lanzó “Sinfonías para adolescentes”, el álbum contó con dos canciones que hacen referencia a su salto: “Me tiré por vos” y “Noveno B”. Un capítulo más en la vida de un ser tan extraordinario que sorprende arriba y abajo de los escenarios.

Carlos Alberto García Moreno, nació en Buenos Aires, el 23 de octubre de 1951. En el seno de una familia porteña de buena posición económica, del barrio de Caballito. Hijo primogénito de Carmen Moreno y Carlos Jaime García-Lange, un ingeniero dueño de la primera fábrica de formica del país, y una descendiente de holandeses.

Tiene tres hermanos: Enrique (ya fallecido), Daniel y Josi. Aunque su madre Carmen se dedicaba al cuidado y educación de sus hijos quiso que cada uno tuviera una niñera profesional, y para mayor orden y control, dispuso que cada uno durmiera en una habitación separada. Con respecto a los viajes y al status de su familia, el propio García dijo: “¿Por qué tengo el bigote bicolor? Porque mamá y papá se fueron muy lejos. Los extrañé mucho y así me salió el bigote. No fue antojo, fue un extrañar. Tenía 2 años y 32 mucamas.”

Charly conoció a Nito Mestre en la secundaria, que también tenía una banda junto a Carlos Piégari llamada The Century Indignation. Allí se únen Nito Mestre y Charly García y forman Sui Géneris. En 1969. Cuando estaban por empezar sus presentaciones, a García le llegó la llamada del servicio militar obligatorio. Se quedaría en Campo de Mayo hasta ser internado en el Hospital Militar por un soplo en el corazón, y posteriormente dado de baja por una investigación psiquiátrica que lo determinaría bipolar con personalidad esquizoide.

Con el retorno de García, el grupo comenzó con sus actuaciones, ya como dúo junto a Nito Mestre, porque los demás se habían ido. García componía todas las canciones (música y letra) y hacía los arreglo. Con Vedia en guitarra, Alejandro Correa en bajo, el baterista Beto Rodríguez y Carlos Piégari en los coros, se estrenaron fue como teloneros del grupo Huinca, comandado por Litto Nebbia. Después, salieron de gira como soportes de Pedro y Pablo; y León Gieco los invitó a participar en un concierto en el Teatro de Luz y Fuerza. García conoce a su mujer María Rosa Yorio a la salida de un recital, pronto se mudaron a una pensión en Aráoz y Soler, y más tarde a otra un poco mejor en el barrio de San Telmo. Ninguno de los dos tenía una buena entrada económica así que fueron tiempos difíciles, aunque poco les importaba. Eventualmente ellos llegaron a tener un hijo: Miguel Ángel García, músico.

Después de incursionar por todas las compañías grabadoras, los Sui Géneris encontraron apoyo en el productor Pierre Bayona y pudieron sacar en el mes de noviembre su primer disco, Vida. Se transformó en un éxito. La situación política en el país se tomaba cada vez más difícil. La Triple A combatía con violencia cualquier cosa que no le gustara. No era un buen momento para atacar a las instituciones. Las canciones «Botas locas» y «Juan Represión» debieron ser suplantadas por otras, y otros temas debieron modificar sus letras antes de entrar el estudio de grabación. La anécdota de Montevideo, en donde brindaron un recital y fueron detenidos casi en el escenario retrata de imagen de éste mítico grupo. Charly cambió todas las letras de las canciones sobre la marcha durante la declaración. Y pudieron salir en libertad. En 1975 tras las bajas ventas de su último disco García decide separarse del grupo. Propuso hacer un recital en el Luna Park. Juntaron 25 mil personas en el mítico “Adiós Sui Generis”. Un precedente histórico en el rock nacional.

En 1972, lejos de los flashes y de la fama, Charly haría su debut musical como tecladista de Raúl Porchetto. En la presentación de su disco “Cristo Rock”. “Estaba buscando un tecladista. Lo vi tocar y me encantó. Entramos en un mundo de admiración mutua. Todavía no había grabado con Sui Generis. Recuerdo que en el estudio me mostraba las canciones del primer disco del grupo. Ya era único. Es alguien a quien quiero y admiro”, describió Raúl Porchetto sobre García.

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Gastón Sánchez

Hola! Soy Periodista. Me gusta escribir sobre historias. En mi blog trataré de abordar el periodismo desde un costado distinto, para entretenernos y aprender.