Disfrute de la arquitectura cubana en los barrios habaneros Centro Habana, Vedado y Playa
Con frecuencia visitantes nacionales y foráneos se detienen en las calles de La Habana deslumbrados por las construcciones que encuentran a su paso. Numerosas localidades habaneras, con su arquitectura distintiva, adquieren sus propias particularidades. Así la capital de la Mayor de las Antillas se devela diferente y llamativa, en esa fusión de historia y arquitectura que la convierten en nuestra “Ciudad Maravilla”.
La arquitectura en tres barrios habaneros
Herencia de la influencia española, italiana, árabe, francesa, grecorromana y norteamericana, los paisajes urbanos habaneros contrastan unos con otros, pero distinguen cada barrio capitalino. Interesante sugerencia a descubrir en la capital de la isla caribeña.
Centro Habana
Ubicado en el centro de la capital cubana, representa la transición entre la vieja Habana y la moderna. Sus amplias avenidas separan barrios arquitectónicamente homogéneos, repletos de fachadas profusamente decoradas, altos puntales y balcones sobre las estrechas aceras. Entre sus construcciones, le traigo dos propuestas para conocer de cerca.
Torreón de San Lázaro o Torreón de la Caleta
Construido en 1665, formó parte del sistema de fortificaciones de la villa de San Cristóbal de La Habana. Devino posta de vigilancia en un sitio donde no llegaba la vista desde las fortalezas de La Habana, debido a la geografía del terreno.
El Torreón de San Lázaro conforma un perfecto cilindro de mampostería con muros de un grosor de 1,30 metros. Tiene tres niveles con aspilleras en su nivel intermedio dedicadas a resguardar el tiro de fusilería, un parapeto con pequeñas troneras en el superior y una puerta de acceso al nivel del terreno.
Con el trascurso del tiempo, la caleta se rellenó adoptando la fisonomía que posee en la actualidad. En los años 50 el sólido y vigoroso torreón pasó a formar parte del conjunto escultórico del Parque Antonio Maceo inaugurado en 1916.
Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús
A escasos metros del torreón está la Avenida Belascoaín. Suba por ella, disfrute de su peculiar ajetreo y en ese deambular se hallará frente a frente con este templo católico. Si un símbolo distingue a Centro Habana es el Sagrado Corazón. Omnipotente y majestuoso se yergue en la Calle Reina, con su torre de 50 metros de altura, alcanzando el templo 74 metros en total. Por ello se le considera la iglesia más alta de Cuba.
Aseguran los investigadores que su estilo gótico, con arco apuntado y altas bóvedas ojivales, es auténtico. El apelativo de “una de las iglesias más bellas de Cuba y de América” se le adjudica, además, por sus paredes reducidas con ventanales amplios y 169 vitrales luminosos. Toda una maravilla que cautiva a quienes la visitan, manifestando el deseo de permanecer en su suntuosidad interior.
El Vedado
Hoy día el Vedado representa una zona de gran desarrollo sociocultural y económico en La Habana. Sin embargo, siglos atrás era una franja costera sembrada de manigua impenetrable y rocas conocidas popularmente como diente de perro. Sus anchas avenidas y modernos edificios, alternan con inmuebles representativos cuya arquitectura merece la pena dedicarle un punto y aparte.
Hotel Nacional
Situado sobre una colina a pocos metros del Malecón habanero, se le considera símbolo de la hotelería cubana. Desde su inauguración el 30 de diciembre de 1930, ha acogido a las figuras más famosas que visitan la Perla de las Antillas.
El edificio expresa en su arquitectura un estilo ecléctico, con la presencia del Art Decó. Se le añaden las características de la arquitectura hispano-morunas y las reminiscencias árabes. Pero lo neoclásico y neocolonial e incluso, hasta detalles del ambiente californiano de siglos pasados, se muestran en su conjunto. No por gusto el hotel ostenta varios premios de arquitectura y ha sido declarado Monumento Nacional y Patrimonio de la Humanidad.
Además del Malecón, por su proximidad, puede recorrer La Rampa, detenerse en la esquina más popular de Cuba: 23 y L y probar la comida española que se oferta en La Cocina de Esteban. Nada mejor para aderezar el paseo.
El FOCSA
Cuentan que tras inaugurarse en 1956, su novedad tecnológica causó sensación y marcó el comienzo de la era de los edificios altos habaneros. En aquel entonces, después del Marinelli, fue el segundo edificio de hormigón más alto del mundo.
Dirigido por el ingeniero Luis Sáenz Duplace y el arquitecto Ernesto Gómez Sampera, el grupo de proyección del FOCSA, dejó para el presente una edificación con 39 pisos y 373 apartamentos con vista al mar. Su altura es de 121 metros sobre el nivel de la calle y constituye un referente para la ingeniería cubana. Tan es así que en 1997 fue seleccionado como una de las Siete Maravillas de la Ingeniería Civil Cubana.
Se localiza en la intersección de las calles M y 17. De ahí que le sugiero complementar el recorrido por esta última arteria donde encontrará importantes edificaciones y varios centros gastronómicos que le sorprenderán
Playa
El municipio Playa, al oeste de La Habana, resulta de gran interés turístico por acoger a sitios como el Cabaret Tropicana, el Parque Almendares, renombrados hoteles, clubes y balnearios convertidos en Círculos Sociales para el disfrute de los trabajadores y sus familiares. Su reparto residencial Miramar, posee entre sus atractivos, edificaciones de interés arquitectónico. Veamos dos de ellas.
Casa de Tejas Verdes
Al atravesar el Túnel de la Calle Línea, en dirección a Miramar, una edificación llama la atención por el inhabitual color de su techo. Se trata de la Casa de las Tejas Verdes.
Rodeada de mitos y leyendas, el inmueble fue construido en 1926 y tuvo varios dueños. Se le considera el único ejemplo de estilo Reina Ana en Cuba. Aunque estuvo sometida a un constante deterioro, el gobierno cubano decidió restaurarla devolviéndole su valor arquitectónico original. Esto motivó que el proyecto recibiera el Premio Nacional de Restauración 2010.
Reloj de Quinta Avenida
A cinco cuadras de la Casa de Tejas Verdes, se alza una torre de 22 metros de altura con su longevo Reloj Campanario, singular atractivo en la elegante zona.
Fue construida en 1924 y, según se dice, se diseñó al estilo del Big Ben de Londres. Por supuesto, no por la estructura del inmueble, sino por el mecanismo de funcionamiento del reloj, perdurable hasta el día de hoy. Es el único de su tipo en Cuba y desde 1993 se le catalogó como el símbolo más representativo del municipio de Playa.
En esta zona de Miramar hay diversas opciones gastronómicas que puede conocer luego de tan agradable recorrido. La paladar Amigos del Mar, con su cocina marinera y vista hacia el sitio donde el mar y el río se funden en un cauce; asimismo Toros y Tapas, le espera con recetas traídas desde España para degustar en La Habana actual.
La Habana, una experiencia diferente
Acercarse a la arquitectura habanera, palpable en sus representativos exponentes, es una estimulante manera de adentrarse en la historia y particularidades de una ciudad centenaria. Una propuesta diferente para conocer a la capital del Caribe.
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