Eduardo Salomón, lo que nos tiene que recordar

El pasado viernes 4 de febrero a las 14:30 horas un comando armado entró por la fuerza a la casa de Eduardo Salomón de 16 años quien se encontraba cuidando a sus hermanos menores, quien al percatarse de lo que sucedía alcanzó a ocultar a sus hermanos en el piso superior de su casa y en llamada telefónica con su papá durante los hechos alcanzó a expresarle “Ayúdame papá”.

Un video publicado el 5 de febrero donde su papá solicitaba de manera desesperada ayuda para la localización de su hijo obtuvo gran atención mediática y en redes sociales.

Al día siguiente, el domingo 6 de febrero la fiscalía de Jalisco publicó un boletín informando que Eduardo Salomón fue localizado sin vida, sin que al momento de hacer pública la información la familia haya identificado debidamente el cuerpo, adelantándose sin respetar el dolor de sus familiares. El cuerpo fue localizado a escasos 600 metros de la sede regional de la Fiscalía de Jalisco en la cabecera del municipio de Tlajomulco.

El lunes 7 de febrero el gobernador Enrique Alfaro publicó un tweet donde aseguró que desde el momento en que se enteró de la desaparición de Eduardo Salomón le estuvo dando seguimiento personal al tema.

El caso de Eduardo Salomón nos recuerda lo sucedido hace menos de un año, el 7 de mayo del 2021 donde a las 10:45 de la noche otro comando armado sustrajo a los hermanos Ana Karen de 24 años, José Alberto de 29 y a Ángel González Moreno de 32 años de su domicilio en Guadalajara, quienes fueron localizados sin vida a los 2 días en una carretera de San Cristobal de la Barranca.

Al día de hoy hay más de 15,000 personas desaparecidas de manera oficial en Jalisco, lo que es equivalente a que desapareciera por completo toda la población de Mazamitla, Talpa o de Mascota.

De acuerdo con datos publicados la semana pasada por la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco a la semana se registran 17 desapariciones, sin embargo en los datos que reporta la Fiscalía de Estado ésta cifra ronda alrededor de los 37 por semana. Según la información de los colectivos de familiares de personas desaparecidas la cifra es superior a las 132,000 personas desaparecidas, lo que equivale a la desaparición de un poco más de toda la población del municipio de Zapotlán el Grande (conocido Ciudad Guzmán).

Una gran interrogante ante estos sucesos es ¿Cuál es el criterio que utiliza el gobernador para darle seguimiento personal a un caso que los otros no lo cumplen?. La respuesta que esperamos del Estado debería de ser por igual para cualquier persona, y no depender de su mediatización o viralización en redes.

Es urgente que desmontemos esa narrativa de que en algo estaban quienes fueron desaparecidos, Eduardo Salomón era un menor de edad que se suma a los otros 1,288 menores registrados oficialmente como desaparecidos. Ellos son una realidad que no cabe dentro de ese discurso que nos mantiene ajenos de la problemática (como si sólo a quienes andaban en malos pasos les sucediera), y que demuestra que cualquier persona, en cualquier situación, y en cualquier lugar (incluso dentro de su propia casa) está expuesta a ser víctima de desaparición.

El 19 de Marzo del 2019 las madres de los estudiantes de cine desaparecidos en 2018, Mario, Daniel y Salomón develaron una leyenda en la escultura de Fray Antonio Alcalde de la Rotonda de las y los jaliscienses ilustres donde se leían las frases “No son 3, somos todos” , “Vivos se los llevaron, vivos los queremos” y “Memoria, verdad y justicia”. Ante este ejercicio de protesta y memoria el entonces diputado Gustavo Macías impulsó una reforma a la Ley de Beneméritos del Estado de Jalisco donde se prohíbe que las esculturas conmemorativas puedan contener mensajes, leyendas o símbolos de naturaleza política, ideológica o social, limitándose sólo a recordar al Benemérito en cuestión.

Hemos llegado al punto ridículo de tener una ley que instrumenta negar la realidad e intenta borrar la memoria, pero una ley no va a borrar la ausencia de las personas desaparecidas, pues ellas y ellos nos seguirán faltando a todas y todos.