Brightburn

El surgimiento de un sombrío villano que hará temblar a la Tierra.

Brandon Breyer descubrirá su lado oscuro y sus orígenes de un mundo distante.

Un breve repaso al origen del héroe que inspiró Brightburn

Superman es de los superhéroes más populares en el mundo. Incluso aquellos ajenos a los cómics han oído hablar de él o, por lo menos, lo ubican. Más ahora que los cómics han cobrado una notoria relevancia para el público en general, no sólo en sus historias naturales, sino que también a través de los universos cinematográficos que han amasado grandes fortunas en los últimos años.

Durante décadas, el Hombre de Acero ha pasado por varios cambios, unos argumentales otros de diseño. Ha «muerto» y regresado. Ha enfrentado innumerables villanos; ha viajado directamente al sol para tratar de repararlo; e incluso ha luchado contra Hulk (sí, de Marvel). Siempre velando por la humanidad, cuidando a la gente que vive en su hogar adoptivo.

Superman fue creado por Jerry Siegel y Joe Shuster.

El suero que dio origen a la idea original del primer Superman

Pero lo que no muchos conocen es que antes de ser el Hombre de Acero, el paladín de la justicia y emblema de América… fue concebido por sus creadores como un villano (cuyo diseño se parece al concepto original de Lex Luthor), esto en la historia The Reign of the Superman, de 1933. Ese «Superman» no provenía de Kriptón, ni era de los últimos de su raza… es más, ni siquiera fue adoptado por los Kent, sino que se trató una creación de un científico que dotó de poderes (mediante un experimento) a un tipo común y cualquiera.

Él utilizaba sus nuevos poderes telepáticos para hacer lo que le viniera en gana, por ejemplo, tratar de dominar a la humanidad. Sin embargo, el efecto de sus poderes no era definitivo y al cabo de un rato, volvía a ser el mismo de antes (de esto se habla más claramente en el libro Men of Tomorrow: Geeks, Gangsters, and the Birth of the Comic Book, de Gerard Jones). Se trató de un personaje más sombrío y sin piedad que no llegó a madurar su historia pues la gente de DC prefirió darle un giro de 180 grados para mostrarlo como un héroe, un superhéroe protector con valores arraigados que definirían su personalidad a favor de la justicia.

El Superman que conocemos en la actualidad (en esencia) tuvo una aparición triunfal en el Action Comics #1.

Brightburn. ¿Qué pasaría si Superman se volviera malévolo?

De entre los cuestionamientos más frecuentes están: ¿Qué hubiera ocurrido si Kal-El (aún cuando lo adoptaran y cuidaran los simpáticos y amables Kent) hubiera sido atraído hacia su lado más oscuro y siniestro? ¿Cómo habría evolucionado el personaje mientras descubría que, sin problema alguno, podría ser el conquistador y amo del planeta? Si en lugar de proteger, usara sus múltiples poderes para someter… De alguna forma, esto lo veremos representado en Brightburn.

Parte de eso ya lo hemos visto en algunas ocasiones, uno de los ejemplos más recientes es la historia de Injustice, que puedes disfrutar de igual manera a través de dos videojuegos de pelea o, mejor aún, en los cómics que son realmente sorprendentes.

Luego de una trágica escena, Superman es consumido por el odio y sed de venganza en contra del Joker, quien le jugó la que quizá podría considerarse como la mayor «broma» que puso fin a la cordura de Kal-El.

Brightburn es una película dirigida por David Yarovesky, producida por James Gunn, con el guion de Brian y Mark Gunn y las actuaciones de Elizabeth Banks (Tori Breyer), David Denman (Kyle Breyer) y Jason A. Dunn (Brandon Breyer).

Es una nueva propuesta de ficción basada en superhéroes que se atreve a contar la historia de un alienígena con poderes similares a los de Superman. Eso sí, es importante decir que en ningún momento se hace referencia al héroe de DC Comics, pues no se trata de una historia alterna de Kal-El o Clark Kent, ni mucho menos de algún hijo del kriptoniano. Para pronto, son dos universos diferentes, pero donde Brightburn toma sus bases claramente pensando en Superman.

La temática se desarrolla en situaciones similares a las del hijo de Kriptón, pero con sus debidas diferencias, es decir, en Brightburn conoceremos a un matrimonio de granjeros que nunca pudo tener hijos… pero que, por azares del destino, un día sus peticiones fueron respondidas y luego de escuchar un fuerte estruendo provocado por lo que parecería un meteorito, van hacia el bosque para averiguar qué ocurrió. Allí encuentran a un bebé, abordo de una nave, quien se impactó en nuestro planeta.

Tori y Kyle Breyer encuentran a un «indefenso» bebé alienígena en el bosque y deciden adoptarlo y criarlo como su hijo.

El tiempo pasa tranquilamente, sin cambios aparentes, pero… al llegar a la pubertad, los cambios comienzan a hacerse evidentes. Y si a esto le sumamos que sus compañeros de escuela lo molestan constantemente encasillándolo como «el bicho raro» del lugar, simplemente por ser el más brillante de su grupo, una inteligencia no tan común en un niño de su edad. Y si a esto le sumamos que Brandon comenzaba a sentir interés (y hasta cierto punto obsesión) por una chica que no le correspondía como él deseaba, el resultado es la pura receta del caos.

Sin importar el cariño y devoción que le tienen sus padres, a los problemas de la adolescencia de Brandon se suma el inicio de su despertar de conciencia, cuando comienza a recibir una especie de llamado que lo dirige al granero, donde sus padres adoptivos mantenían escondida la nave espacial, misma que, en su lenguaje natal, comienza a darle las directrices del porqué fue enviado al planeta Tierra y cuál era su verdadero potencial.

Justo allí es cuando comienzan los cambios más notorios en la personalidad de Brandon. Se da cuenta de que es diferente, único, siniestro… superior. Que nada puede dañarlo y que puede ser quien dicte lo que se tenga que hacer en lugar de que los demás le marquen el camino a seguir.

Así nace el joven villano que no muestra empatía con los demás, es decir, ya no es capaz de sentir emociones o sentimientos por sus amigos, vecinos o familiares. Además de que no siente remordimiento o culpa por sus acciones, vaya, un psicópata en potencia… ¡pero con superpoderes!

La visión calorífica es uno de los poderes más emblemáticos de Superman y, por supuesto, Brandon Breyer también la desarrolla.

¿Buena o mala?

En general, Brightburn es una interesante y bien lograda propuesta de parte de los Gunn y compañía (aunque es notoria la falta de presupuesto, más aún si comparamos esta producción con Guardians of the Galaxy o alguna otra reciente de superhéroes) que en poco más de hora y media, mezcla ficción, acción, suspenso, terror y gore. Quizá el guion no sea el más sólido o mejor desarrollado, sin embargo, es una agradable vuelta a las temáticas convencionales y logra mantener al espectador con los ojos en la pantalla, esperando descubrir más de la evolución del protagonista.

Las películas de este género normalmente tienen límites para mostrar la violencia, sin embargo, en Brightburn, sus creadores decidieron dar rienda suelta a las libertades creativas y muestran a un adolescente que usa el poder sin remordimiento para causar el mayor sufrimiento o las muertes más sorpresivas y violentas… incluso las que provoquen mayor angustia en sus víctimas. Es evidente que querían dejar claro que Brandon es el extremo opuesto de Kal-El. Es decir, el pequeño alienígena goza su superioridad y adopta una lejanía hacia la humanidad, un sentimiento de misantropía que se desarrolla súbitamente.

Sin duda, es un acierto para los Gunn que esperemos que logre el éxito esperado para ver más sobre este personaje que tiene mucho que ofrecer.

El protagonista muestra una marcada brutalidad para aniquilar a quien o quienes se interpongan en sus deseos o que simplemente no acaten lo que él dispone. En cuanto a su símbolo, no sólo es una doble «B» que hace referencia a su nombre «Brandon Breyer», sino que también es nos recuerda al nombre del pueblo Bright-Burn que, a su vez, es el nombre de la película.