El segundo Imperio británico: Lo que podemos aprender sobre la confidencialidad en las jurisdicciones offshore

ICO Services
6 min readOct 26, 2018

El realizador de documentales independiente, Michael Oswald (Patreon), ha hecho algo extraordinario con el documental enlazado en este post. The Spider’s Web: Britain’s Second Empire (La telaraña: el segundo Imperio británico) es un documental muy interesante. Detalla la caída de la superpotencia colonial que fue el país durante siglos, y su ascenso hasta convertirse en un “rebelde financiero” en el escenario mundial.

El documental comienza detallando la caída del Imperio colonial británico (es decir, el primer Imperio), después de la Segunda Guerra Mundial, y su ascenso hasta convertirse en un paraíso fiscal y de lavado de dinero internacional. Es sorprendente que el país se convirtiera en el centro mundial del secreto bancario internacional antes de que se llegaran a acuerdos entre el gobierno británico y los paraísos fiscales populares, como las Islas Caimán.

Los banqueros británicos que trabajaban para el Banco Internacional de Crédito y Comercio (BCCI) tenían total libertad y no cumplían ninguna ley con respecto a sus prácticas bancarias. Esta entidad bancaria que se especializó en invertir su dinero en estructuras offshore tenía más bancos por metro cuadrado que cualquier otro país.

Este es el enlace al documental de 78 minutos que trata sobre el mundo bueno, malo y feo de la confidencialidad en las jurisdicciones offshore:

Interesante análisis de las prácticas de lavado de dinero en Londres

De particular interés en el documental es el comentario del narrador sobre el ascenso y caída del BCCI (Banco de Crédito y Comercial Internacional). Parece que esta enorme institución de 400 sucursales se creó con el único propósito de convertir al nuevo Reino Unido en un centro de lavado de dinero en la escena internacional.

Obviamente, la City de Londres (la City no es la ciudad, sino una pequeña área del Gran Londres), era el principal centro de negocios de esta entidad bancaria. La City fue apodada con el nombre de “gobernador del motor imperial”. Básicamente se afirma que la City era el verdadero poder bancario en Londres (y en el escenario de la banca offshore internacional). El Banco de Londres no hizo nada para frustrar los actos ilegales del BCCI.

Las increíbles tácticas que hay detrás de los negocios del BCCI…

Los banqueros actuaban principalmente fuera de los límites de la ley. El respaldo del Banco de Londres fue una cosa que los protegió. La otra fue la relación con las principales autoridades de alto poder y agencias secretas de todo el mundo. Tendrá que ver el documental para comprender realmente el alcance del poder del BCCI en su corta duración, es sorprendente imaginar lo rápido que fue el cambio y lo rápido que creció la reputación de Gran Bretaña en el sector offshore.

El BCCI, el centro de este escándalo, tenía su sede oficial en otro punto offshore, Luxemburgo, no en las costas de Inglaterra donde estarían sujetos a una legislación financiera que, como detalla el documental, a posteriori no eran más que palabras en un papel. También se aislaron aún más con una sede principal en las todavía famosas Islas Caimán.

El director del documental, Michael Oswald, no muestra ningún temor a la hora de lanzar ataques contra el banco y sus patrocinadores. Con el Banco de Londres haciendo la vista gorda, nos dice que el gobierno entero no se preocupaba por su imagen de paraíso fiscal. Esto resulta extraño, ya que otros bancos registrados en el país estaban sujetos a las leyes del Banco de Londres, haciendo de todo esto una sombra de corrupción, codicia y falta de empatía hacia los muchos ciudadanos honrados que depositaron su dinero en las garras del BCCI y hacia los contribuyentes honestos de todo el mundo.

La relación fideicomisario/beneficiario es clave en la forma en la que el BCCI hizo negocios

Un concepto interesante que Oswald y su narrador nos muestran en el documental es una práctica muy antigua que se remonta a hace mucho tiempo, de vuelta a los tiempos en que los caballeros gobernaban el país y hacían la guerra en otras tierras para expandir el poder de Gran Bretaña. Estos caballeros (“cruzados”) dejaban sus bienes al cuidado de “fideicomisarios” que custodiaban esa riqueza en su ausencia a través de un “fideicomiso” en el que se guardaba el dinero. Los caballeros fueron apodados “fideicomitentes”, pero las monarquías de la época no tenían la menor idea de quiénes eran, debido a los acuerdos entre los fideicomitentes y los fideicomisarios.

Aunque el concepto se expandió a través de los años, esos fideicomisarios eran los dueños de esos bienes y los caballeros eran tanto “fideicomitentes” como “beneficiarios” en este caso. Los beneficiarios son aquellos que tienen acceso a los activos cuando así lo deseen. El fideicomisario podría y, todavía hoy en día, puede ser cualquiera, sin requisitos, pero normalmente son abogados corruptos. Una vez que este arreglo era establecido, el fideicomitente (es decir, el propietario de los activos) era separado legalmente de su patrimonio y estaba exento de impuestos.

Debería ser obvio que en estos tiempos tempestuosos, un fideicomisario se enfrentaría a consecuencias graves si intentara retener esos activos cuando el fideicomitente viniera a buscarlos. Sin embargo, este modelo de separación es la base sobre la que se construye la banca offshore. Esto es en realidad uno de los muchos platos fuertes del documental, a pesar del hecho de que el BCCI fuera cerrado sólo una década después de su ascenso oficial al poder en la escena offshore, porque un imperio tan destructivo desde el punto de vista financiero sólo puede gobernar durante un tiempo antes de que las autoridades intervengan.

La banca offshore ilegal roba a los pobres

La mayoría de nosotros entiende los motivos que hay detrás de los negocios offshore turbios (es decir, no legales), donde la parte (“fideicomisario”) que posee el patrimonio de una persona o compañía en el extranjero no informa a su gobierno acerca de esos fondos y, por lo tanto, no paga impuestos sobre ese dinero. Las compañías shell también se forman en fideicomisos offshore invisibles para ser financiadas y para que los accionistas se beneficien. Aunque el documental se centra en Gran Bretaña y en la controversia en torno al BCCI, las lecciones de historia que enseña no son el tema principal en el que la mayoría de nosotros debería centrarse.

La enseñanza principal es que ocultar el patrimonio al país en el que se reside tiene un coste enorme para todos. Este documental autofinanciado (y Patreon) identifica en realidad todas las consecuencias que tiene ocultar su patrimonio, y los impuestos que se supone debería generar, a sus conciudadanos. Billones de dólares fueron pensados para ser gestionados y ocultados por el BCCI. Unos 50 billones (en el documental no se especifica si se trata de libras esterlinas o dólares). Dependiendo del país de origen del dinero, esto significa cientos de millones en impuestos no cobrados.

Esta información es también una razón importante detrás de la creación de la ley FATCA (ley de cumplimiento tributario de cuentas extranjeras) y los acuerdos de AEoI/CRS (Intercambio Automático de Información/ Estándar Común de Reporte).

Muchos argumentarían que mantener su patrimonio en su país de origen es arriesgado, lo que es cierto en algunas circunstancias (por ejemplo, si el gobierno de su país es corrupto), pero es necesario reflexionar sobre las razones para utilizar estructuras offshore; la protección de activos está totalmente permitida, pero evadir impuestos es un delito de hurto.

Conclusión clave del documental

Hay otros temas específicos para el Reino Unido. Por ejemplo, cómo el BCCI, y ahora incluso los bancos modernos del Reino Unido, cambiaron sus prácticas de inversión de la industria a la especulación inmobiliaria y de divisas, creando un impacto masivo en el mercado de trabajo de los obreros del país. Al convertirse en un paraíso fiscal, inflaron su propia moneda (libra esterlina) al permitir que actividades ilegales como el tráfico de drogas, el lavado de dinero y la evasión fiscal financiaran la libra esterlina.

Denominada “desindustrialización”, se trata probablemente de una tendencia que puede observarse en otros países desarrollados del mundo (con las mismas consecuencias). En el caso de la especulación legal de divisas, uno debe preguntarse qué pasaría si los países invirtieran sus impuestos, y otras riquezas relacionadas, en ellos mismos, en lugar de especular y realizar otras actividades de generación de dinero offshore, principalmente legales. Legales, pero hay que preguntarse hasta qué punto son éticas.

Hay muchas otras cuestiones que se pueden deducir del documental. Creo que la principal conclusión es que la evasión fiscal conduce a la desigualdad en todo el mundo. No sólo en Gran Bretaña, sino en cualquier lugar donde se realice esa (invisible) actividad bancaria offshore. Esa banca offshore necesita un pensamiento “sofisticado” y una riqueza significativa para tener éxito.

Este es uno de los principales motivos de que los ricos sean cada vez más ricos, y los pobres, cada vez más pobres.

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