Juan Irigoyen
1 min readFeb 15, 2017

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Es un artículo interesante. En tren de arriesgar una hipótesis observemos si la confusión no proviene en parte de nuestra dificultad para hacer lo que en la intimidad sabemos que tenemos que hacer. Por ejemplo, el convencimiento de que podemos borrar para siempre el flagelo de la guerra. ¿La Historia nos enseña tal cosa? Por ejemplo, el deseo de hacer guerras sin muertos. Es decir, la trampa del deseo y el miedo de desear, la trampa de comprar sin pagar un precio.

El Universo no piensa. Y menos en el Bien y el Mal. La Moral es parte del devenir humano. Por algún motivo no menor “elegimos” este camino. Nosotros mismos elegimos el camino de la confusión. Por acción u omisión todos colaboramos en ese sentido.

En realidad pienso que sin conflicto, no hay posibilidad de existencia de la condición humana tal como la conocemos.

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