Hacia el no-sistema de Diseño I
Crear un sistema diseño que dé la vuelta a todas las reglas de un sistema. Un no-sistema.
Un sistema de diseño para productos digitales es un conjunto de piezas reutilizables sujetas a reglas y patrones, que suele usarse en páginas web y aplicaciones.
Esta idea no es nueva. Quizá en el mundo del diseño comenzó con las guías de estilo (brand book para los bilingües).
En la era digital los diseñadores adoptaron esta idea basándose en la manera de trabajar de los desarrolladores: una vez codificada una pieza, la reutilizaban en todos los lugares que fuera pertinente. Un esfuerzo, múltiples aplicaciones, y como comunidad, pasito a pasito, construimos un sistema para gobernarnos a todos.
Lo curioso es que en lo digital, al igual que en papel, muchas veces se establecen sistemas de diseño que terminan por ser ignorados, quizá porque no siempre pueden abarcar todas las casuísticas particulares (o eso nos parece a los particulares).
Hace algo más de 2 años que estoy trabajando en un proyecto de sistemas de diseño para un gran banco que suple de antemano cualquier elemento que un diseñador pueda necesitar.
Hay quien argumenta en contra de los sistemas de diseño defendiendo la libertad de los diseñadores para no someterse al gran sistema (HAL 9000 llamado por algunos).
2001: A Space Odyssey, 1968
Yo no soy de esa opinión. Defiendo firmemente que los diseñadores, como muchos de los pintores de retratos cuando apareció la fotografía, pueden redirigir su fuerza de trabajo hacia nuevos desafíos. El trabajo del diseñador ya no debe ser el crear entregables pixel perfect: el diseñador ha de enfrentarse a los retos de crear productos digitales conectados con los usuarios y que puedan facilitar procesos.
Aunque no siempre necesitamos un sistema de diseño. Al igual que un retrato fotográfico, es posible que supla en muchas ocasiones nuestras necesidades, pero también podemos decidir que preferimos un retrato pictórico en el que la mayor suma de decisiones, cree un resultado más detallado o menos previsible.
Sin embargo, los sistemas de diseño se rigen por reglas, patrones y restricciones. Y esto puede sonar mal. Predeterminan ciertas decisiones implementando una coherencia en nuestras interfaces, quizá solo antes vista por la invención de los tipos móviles.
Esta homogeneidad genera confianza en el usuario, y no nos vamos a mentir, ciertos productos digitales deben transmitir confianza y seguridad. Y además son eficientes, reduciendo tiempos y costes.
Por eso todas las grandes empresas se apresuraron a construir sus Design System. Y así comenzó hace unos 6 años, lo que me gusta llamar la design system pandemia.
Y yo encantada:
Una de mis grandes pasiones es encontrar lógica a todas las decisiones. A todas. Me encanta descubrir cómo las piezas encajan para oír el “Click”.
Pero después de 4 años y pico, oigo tantos clicks en mi cabeza, que comienzo a sentirme en un espectáculo de Mayumaná. Y ahora, en mi tiempo personal, quiero oír el ruido blanco, y quiero 4:13”. Quiero entender qué es un sistema de diseño. Quiero deconstruir para poder construir.
Mi proyecto: un No-sistema de diseño
A lo largo de estas semanas, iré relatando mis intentos de crear no-sistema de diseño basándome en diferentes conversaciones con amigos y compañeros. Si estáis interesados podéis comentar esta entrada, o escribirme a iris.gonzalo.ayuso@gmail.com.
–¿Y por qué no un no-sistema de diseño o un antisistema de diseño?
Eso lo dejamos para la siguiente entrada.
Me gustaría agradecer a Marce, diseñador y profesor en La Nave Nodriza. Él nos explicó los Sistemas de diseño, y al final de las clases nos habló de los “Antisistemas”. Fue una clase muy inspiradora, y el germen de que hoy esté reflexionando sobre todo este tema.
Gracias Marce.