Motorama. El frío y el post-punk

Luis Mata
4 min readMar 8, 2016

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El término “post-punk” fue originalmente ideado a finales de los 70. Conceptualizando a un grupo de bandas que adoptaban la ideología y actitud del punk, pero promovían un sonido y estética distinta, comenzaron a catalogar de esta forma a Siouxsie and the Banshees, Wire, Bauhaus y Magazine. Más allá de las clasificaciones, lo que pretendían este conjunto de músicos era avanzar de una escena que se había estancado y carecía en reinvención.

Siouxsie and The Banshees

Lo que se pretendía, pues, era alcanzar una vanguardia, que transgrediera los cánones establecidos y cada vez más gastados. Como Simon Reynolds lo plantea en su texto Post-Punk. La revolución inconclusa, esta oleada representó “no un retorno al rock crudo, sino la oportunidad de establecer una ruptura con la tradición”. Basta con dar una vistazo a filmes como Control o 24 Hour Pary People para obtener un contexto más amplio de lo que sucedía en Manchester por aquellos años y de qué forma nacieron bandas como Joy Division, que fueron cruciales establecer un sonido característico.

24 Hour Sleep Party People (2002)

Allen Ravenstine, tecladista de la banda Pere ubu, lo explicó de la siguiente forma; “Los Sex Pistols cantaban ‘No Future’. Pero sí hay futuro, y estamos intentando construirlo” . Tal como el punk, su heredero nace de la inconformidad. No es novedad que el post-punk tuvo su etapa más característica en los 80 y que de éste se desprendieron mutaciones y evoluciones que bandas como The Cure, The Psychedelic Furs o The Smiths aportaron al género, o que el rock gótico, la música industrial y el new wave adoptaran aspectos de él.

En los 2000 un grupo de bandas que añoraban el sonido de Unknown Pleasures comenzaron a formar lo que rápidamente se denominó el post-punk revival. Ahora, ¿qué tanto de post-punk tiene esto? Cuando encontramos que este movimiento fue representado por Franz Ferdinand, Bloc Party, Interpol y hasta The Strokes, observamos una partida del post-punk clásico y su concepto esencial. Claro que estas bandas rescataban influencias sónicas, sin embargo distaban bastante del ingrediente primario del género: lo frío.

Rusia es un país que se distingue por ser frío. Vicente P, periodista musical de nacionalidad española ha destacado, refiriéndose al post-punk: “Rusia parece ser el caldo de cultivo perfecto para la rehabilitación de este género, melancólico, frío y con cierto aire autista”. Motorama pertenece a Rostov del Don, ciudad rusa que alcanza los -16º C en invierno y se destaca por ser un centro cultural y comercial.

De este país también podemos destacar a Human Tetris, cuyos bajeos y golpes secos a la tarola, nos sitúan en una sensación gélida y melancólica. El líder de dicho grupo ha destacado la influencia que este país tiene en estos sonidos, “No encuentro demasiadas similitudes entre las viejas bandas y todas estas nuevas en Rusia, las circunstancias y la filosofía de ambos géneros son diferentes y, aunque algunos estén influenciados por el antiguo post-punk británico, lo que aquí se hace tiene muchas raíces en el rock ruso”.

Este proyecto figura como uno de los tantos de Vlad Parshin, conocido ampliamente por Motorama. Sus dos bandas restantes se llaman Утро (Utro) y Берген Кремер ( Bergen Kremer ). Vlad ha ocupado sus últimos 5 años en sacar a flote a los de Rostov, que poco a poco se han vuelto consentidos en tierras mexicanas, incluso más que en Norteamérica (no es de extrañarse que solo tienen Wikipedia en español).

La llegada de Motorama a México en 2012 fue distinta a la de la mayoría de las bandas extranjeras que pisan este país por primera vez. Generalmente el proceso es: promotor trae a banda por demanda del público o bien para darlos a conocer y la gente responde después. Para que Vlad, Airin y compañía llegaran se tuvo que crear una campaña de bandtastic; esto es, se reunieron suficientes peticiones (sin promotor de por medio) y se logró traer a los rusos.

Esto sucedió en el extinto Festival Antes De Que Nos Olviden y el Caradura en septiembre de aquel año. La banda más representativa del indie ruso ha regresado a nuestro país varias veces desde entonces, ganando cada vez más seguidores y siendo garantía de sold-out cada que anuncian fecha.

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