Pocas cosas tengo tan claras en mi vida como esta. Siempre que hablo de los viajes en el tiempo, o sea, casi nunca, me refiero exactamente a la posibilidad cierta de una desintegración molecular y posterior rearme en el Festival Internacional de Música Pop de Monterrey, California; mas precisamente un 16 de junio, cerca de las 16hs, meta porquería, calentando motores para ver a Janis Joplin.