La Gran Pausa y lo que nos podría hacer reflexionar

JoseAdrian
9 min readApr 19, 2020

--

¿Será que hoy como humanidad estamos viviendo una ida al rincón?

No había escrito ninguna reflexión desde que estamos en la cuarentena por muchas razones. La principal es porque no entendía qué estaba pasando y, aunque hoy sigo sin entender qué está pasando, ya he leído mucho y filosofado con muchas personas. Es así que por fin me animo a compartir lo que tengo en mi cabeza. Está largo, tómate tu tiempo si quieres reflexionar conmigo. Gracias por tu intrerés :-)

Este momento es un hito en la historia de la humanidad, pasará a los libros de texto de nuestros nietos… pero, ¿qué va a decir? Mi preocupación máxima es que los que aman las teorías de conspiración tengan razón. No quiero un mundo donde “alguien” haya echado un virus para ganar poder, ya sea económico o político. No quiero que nos “hayan puesto en pausa” por una guerra del petróleo ni tampoco por quién es dueño de la 5G. No quiero un relato en esos libros donde todo pasó en vano, nos encerraron por semanas y semanas, el mundo entero se paró y, cuando ya regresemos a las calles, todo sea “business as usual.” Me daría pavor pensar que regresamos RELOADED y el respiro que le dimos al Planeta Tierra, no sirvió para nada. Qué triste sería que tuvimos un momento de pausa y no reflexionamos.

Cuando yo era chiquito, si me portaba mal, mis papás me mandaban “al rincón” para pensar lo que había hecho. Me acuerdo perfecto que si me mandaban enojado, no servía de nada, que simplemente estaba ahí mentando madres y no reflexionaba. Pero las ocasiones en que mis papás acompañaban mi proceso de reflexión, me servía para pensar. Era una buena oportunidad para en serio reflexionar y entonces tener un posible cambio de actitud. A uno por sí solo, le cuesta más trabajo llegar a este tipo de reflexiones. Ayuda estar acompañado.

Hoy sigo siendo una persona “explosiva” pero conscientemente trato de domar mi tigre. Me cuesta trabajo la injusticia, no me quedo callado, me frustro si hay otra manera de hacer las cosas y no estoy cómodo en el estatus quo. Es un hecho que he modificado mi personalidad y cambiado mis formas, mis berrinches y mis frustraciones… pero muy adentro de mí, me siguen afectando las mismas cosas, aunque ya reacciono de diferente manera. No soy perfecto, pero sí lo tengo consciente. No predico, estoy consciente. Las idas al rincón sirvieron.

Leí que al confinamiento se le puede llamar “The Great Pause” o “La Gran Pausa” ¿Será que hoy como humanidad estamos viviendo una ida al rincón? ¿Será una oportunidad como humanidad de ver qué tipo de sociedad éramos y qué tipo de personas queremos ser?

Independientemente de las teorías de conspiración que rondan por ahí, ¿aprovecharemos la coyuntura?

Me preocupa y ocupa muchísimo que cuando esto se acabe y regresemos al “business as usual,” vendrá todo con más prisa de que consumamos, que generemos y que gastemos más dinero. Soy un cuestionador del capitalismo, no por comunista ni hippie sino porque veo que el mismo capitalismo no sólo no resuelve los problemas ambientales y sociales, sino que el mismo capitalismo los ha creado… Debemos de cambiar el sistema que nos trajo a donde estamos pero necesitamos reconocer que como dijo Einstein:

“No podemos resolver nuestro problemas con el mismo pensamiento que utilizamos cuando los creamos.”

Así que no veo cómo vamos a resolver el capitalismo con capitalismo. Y, si “La Gran Pausa” no nos hace replantear el capitalismo, no sé qué lo hará.

El problema, como lo dice muuuuuuuuuuuuy atinadamente el artículo Prepare for the Ultimate Gaslighting de Julio Vincent Gambuto, es que “les va a urgir” que regresemos al capitalismo reloadeado. Usarán el marketing para mover nuestra mente y nuestro corazón; un corazón que hoy está vulnerable y que vamos a querer lo que nos digan que queremos. Yo quisiera pensar que hay otra manera, aunque todos sabemos queel uso del dinero es una herramienta más fácil que el trueque. Eso no significa que el dinero es igual al capitalismo; de la misma manera que el capitalismo no es lo mismo que democracia. Veamos China, una economía de mercado con un sistema de gobierno comunista. Antes comunismo era sinónimo de gobierno y mercado, hoy no. Así como Singapur no tiene democracia pero su gobierno es totalmente capitalista (Singapore Inc.). Estados Unidos impulsa el “Americanismo” a todo el mundo, nos impone su moda, sus gustos y su comida… ¡eso no es capitalismo! No nos confundamos.

Yo creo que de eso sí que tenemos que escapar:

MENOS Americanismo y más LOCALISMO. Sigue siendo capitalismo, pero no unilateral.

Nos venden muy bien la idea de que necesitamos lo que los gringos, corporaciones (gringas) y medios de comunicación (gringos), nos dicen que necesitamos.

Yo creo que La Gran Pausa tiene que ser un mecanismo de reflexión en el que cuestionemos las ilusiones que causa el capitalismo: economías de escala, especialización, acumulación de riqueza como último fin, entre otros. Creo que, en este encerrón, nos dimos cuenta que las necesidades básicas son un lugar DIGNO donde vivir, alimentos, acceso a sistema de salud y telecomunicaciones (sí, Netflix y Zoom ya son necesidades básicas). Pero no por eso tenemos que seguir consumiendo todo lo que el Americanismo nos vende. Debemos de ser más resilientes en cuanto a nuestra propia satisfacción de necesidades básicas… Maslow estaba en lo correcto, es hora de revisar su pirámide y actualizarla a nuestros tiempos.

Yo tengo claro que no está bien que regresemos con prisa, con ganas de hacer “más,” con ganas de acumular por acumular. Ahorita que estamos “en el rincón” es hora de preguntarnos ¿para qué quiero tener esa bolsa cara en el closet o ese coche de lujo en la cochera?

No estoy siendo hippie, quiero acompañar tu proceso de reflexión; necesitamos reflexionar en equipo, juntos, con más, con otros. Esta Gran Pausa nos debe de servir para conectarnos con otros, para Hacer y Ser COMUNIDAD.

Yo quisiera que estas reflexiones te invitaran reflexionar, de la misma manera que las tuyas me pueden hacer reflexionar. Si como humanidad estamos tan conectados, ¿qué contenido estamos compartiendo y recibiendo? Sé selectivo de a quién dejas que te influencie. El problema del Americanismo es que es muy “ruidoso.” Hace que lo escuches… nos lo mete en la mente y en el corazón. Nos influencia sin darnos cuenta.

Los que me conocen saben que me gustan las teorías de conspiración, no por rebelde sin causa sin porque es un ejercicio para NO creerme todo lo que me dicen. No significa que sea anarquista ni que sea “anti” algo, simplemente, quiero escoger qué fuentes me hacen reflexionar y de quienes confío que influencien mi mente y corazón. La regla número uno es: las fuentes importan. Cuida tus fuentes.

La Gran Pausa seguramente será el parteaguas más importante de nuestra civilización moderna. Si bien no todos van a cambiar o no todos lo van a aprovechar ¡yo sí quiero! Y ojalá a que tú también.

Reconozcamos que somos víctimas del sistema sin darnos cuenta: cuestionemos el sistema y tratemos de depender menos del sistema.

Seamos resilientes en lo que comemos, en cómo obtenemos nuestra energía, en cómo almacenamos agua. Con estas 3 cosas, sobrevivimos. Conoce a tus vecinos, haz comunidad y sé comunidad. La ayuda no viene de lejos, viene de nuestros más cercanos. Pero se nos olvidó. Pensamos que somos una aldea global, pero no. Pensemos global pero actuemos local. Y “local” es lo que tú quieras, puede ser tu edificio, tu barrio, tu ciudad… Un poco más allá de nuestro inmediato es difícil… creo que más allá de tu ciudad se complica. ¿Qué necesita tu ciudad para ser resiliente? Y de ahí para abajo… hasta llegar a tu casa. Y, por más hippie que suene, seguramente es de lo más importante que tenemos que reflexionar.

Vivimos una pausa que si se extiende mucho, se convierte en crisis. Seguramente traerá muchas consecuencias económicas, muchas variables se afectarán… es momento de empezar pensando en nuestro entorno y nuestra capacidad de hacer comunidad.

No seamos obreros del capitalismo; aceptando ciegamente lo que tenemos que hacer para vivir una “ilusión” de éxito y progreso. Reflexionando sobre eso me di cuenta de algo: el uso de los jeans, de los pantalones de mezclilla. Empezaron siendo el uniforme de obreros de las fábricas en la Revolución Industrial, luego se “normalizó” en nuestra sociedad… ¿será que hoy, inconscientemente son un reflejo de la clase obrera del capitalismo? Ya no se me antoja usar mis jeans.

Quiero ser consciente del rol que tiene el individuo como catalizador de cambio… no aceptemos lo que está mal, no normalicemos lo que está mal; esclavitud, racismo, discriminación a mujeres… todo eso estaba mal. Hoy está mal un capitalismo que sólo busca maximizar “shareholder value” (rendimiento para accionistas). Y uso éste término porque hace una gran diferencia cuando metemos a la ecuación: STAKEholder value. Los stakeholders son todos los actores de una empresa: inversionistas, clientes, proveedores, gobierno y planeta. Si una empresa favorece más a un stakeholder que a otro, ahí hay un problema que atender. El capitalismo sólo favorece a los inversionistas y eso es justamente lo que tenemos que ATENDER al salir de esta contingencia.

Las empresas de mi familia lo tienen claro desde el inicio; nuestros estatutos están constituidos para balancear en la toma de decisiones y considerar un “Triple Bottom Line:” people, planet, profit. Esta forma de hacer los estados de resultados debe de incluir no sólo la utilidad (profit) sino también considerar el planeta y las personas.

El capitalismo en sí, tiene muy claros sus objetivos. Al cambiar unas cuantas variables, como el Haikido, podemos derrocar al enemigo usando su propia fuerza. Sepamos discernir entre sistema de gobierno y mercado. Reconozcamos cuando el mercado influencia al gobierno (“Corporate America” y el “white glove corruption” en Estados Unidos es lo mismo que “Empresarios mercenarios mexicanos influenciando intereses políticos”). Sepamos cuándo son intereses personales con fines de maximizar el retorno de los inversionistas y sepamos cuándo es una empresa que en realidad balancea sus decisiones para no únicamente maximizar las utilidades de los inversionistas.

Es momento de ser consumidores conscientes, que “votemos con la cartera” para que tengamos muy claro a quién le estamos dando nuestro dinero. Observemos a quién le damos nuestro dinero para satisfacer nuestras necesidades. Cuando regresemos, favorezcamos a los que están cerca de nosotros, que nos resuelven, mediante mecanismos de mercado, nuestras necesidades, pero que son consecuentes con lo que hacen con nuestro dinero.

Recuerda que los grandes cambios al principio costaron, seamos pacientes y SEPAMOS que nos va a doler salir de esta Gran Pausa; pero es una pausa que necesitamos para empezar con mente fresca. No nos dejemos influenciar por el Americanismo ni dejemos que la bola de nieve de la vida nos vuelva a meter en esa carrera de la que hoy estamos “disfrutando” haber salido.

Sí, hay quien seguramente no la está pasando bien por que no le gusta su casa, su familia y no está aprovechando el momento de reflexión para hacer introspección… si, no a todos les quedan bien los mismos métodos, pero por eso escribo esto, para invitar a los que están frustrados a darle una intensión a la frustración.

Es un hecho que, como SIEMPRE en la humanidad, hay unos más favorecidos que otros… pero no se trata que todos seamos iguales, se trata que tanto los favorecidos sean humildes como los no favorecidos no sean rencorosos.

Trabajemos en crear una sociedad empática… una sociedad que no esté construida en “mi éxito significa tu fracaso” porque hemos mamado desde chiquitos que el que “no tranza, no avanza.” Pero así no necesita ser. Hagamos empresas que reconozcan el impacto que tienen a muchos otros stakeholders y no únicamente shareholders (inversionistas).

Así distribuimos un poco más la riqueza, minimizamos nuestra brecha social e INTEGRAMOS las externalidades causadas al planeta por nuestras empresas. Hoy estamos en pausa, reflexiona como un niño chiquito en el rincón y regresa con aprendizajes. Si no, namás regresas como el niño enojado que lo mandaron sin que le sirviera de nada y sólo sale más enojado, más vulnerable y ávido de que el marketing del Americanismo nos resuelva nuestros dolores y heridas… porque el capitalismo que “ayer” vivíamos nos decía que consumir más, significa más felicidad. Ya vimos que no es cierto. No caigamos en el horror, digo error, otra vez.

Que te sea leve la pausa, paciencia al regresar. Te recomiendo HACER y SER comunidad, así vamos a regresar más resilientes. Aprovecha y conecta con tus cercanos. Conócelos, ayúdalos, involúcrate.

Con mucho cariño,
José Adrián

--

--

JoseAdrian

Tiene experiencia y formación profesional en emprendimiento, innovación y aceleramiento de startups. Hizo su maestría en la University of Queensland.