Un latino en Silicon Valley
Hace un año tuve la espantosa idea de venir a crear una tech startup en Silicon Valley. Digo espantosa porque si quizás has escuchado historias de emprendedores donde el sufrimiento, el poco dinero y las ganas de salir corriendo son los protagonistas quiero decirte que no es así: es mucho peor.
Decidí escribir este blog a raíz de que poco a poco empecé a contar mi experiencia a emprendedores y me di cuenta que compartiendo algunas vivencias y consejos de manera pública puedo ayudar a quienes empiezan este camino duro y pedregoso donde pareciera que no hay luz al final del túnel. La buena noticia es que sí la hay y es un paraíso donde los sueños más salvajes y emocionantes acontecen pero es un premio reservado a quienes persisten. Alguna vez leí que cuando un emprendedor insiste e insiste el universo se aburre y le dice : “Toma lo que quieres, no molestes más”.
1. Sólo se aprende a nadar metiéndose al agua
Voy a pasar muy rápidamente esta etapa aunque es la más importante y este punto va dirigido a quienes no se han atrevido a emprender. Entiendo (y algunas veces envidio) la tranquilidad que da llegar a final de mes y tener su dinero prometido en la cuenta como en una carrera de atletismo donde el ganador alza los brazos y todo es color de rosa. Extraño muchas veces el tener esos preciosos 15/20 días al año donde uno puede esfumarse del planeta y la empresa seguirá su curso natural. Es decir, al corto plazo la recompensa es infinitamente más agradable si decides trabajar para alguien y la verdad es que es muy importante que existan excelentes colaboradores porque de lo contrario no existirían las grandes empresas pero también existe la píldora roja: El ganarse la vida creando algo.
Si de verdad tienes esa inquietud, lánzate.
Hubo una frase que me impactó mucho de Steve Jobs en su famoso discurso de graduación en Stanford en 2005 :
“Recordar que vas a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder.”
y curiosamente hace poco, a Jeff Bezos (actualmente el ser humano más acaudalado del planeta y fundador de Amazon) le preguntaron como hizo para dejar su miedo cuando tuvo la loca idea de dejar su trabajo cómodo como desarrollador en finanzas para empezar una venta de libros por internet.
“Lo que hice fue proyectarme a cuando tuviera 80 años. Aunque uno muchas veces se arrepiente cuando hizo algo mal es mucho peor el remordimiento de no haber hecho algo, cómo cuando estás enamorado de alguien y no se lo dices. Entonces pensé que si Amazon fallaba por lo menos estaría muy orgulloso de mí mismo cuando tuviera 80 años.”
Personalmente, fracasé en 2007 con mi primera empresa llamada Dosel Studios donde intentamos con un socio gringo crear un estudio de producción de software tipo SaaS (Software as a Service) y la verdad fue un desastre. (Señores DIAN: Sé que se me olvidó cerrar la empresa pero nunca produjo un peso, lo juro.) lo que me llevó a buscar un empleo cómodo y seguro en Ecopetrol, la empresa más grande de Colombia con los mejores beneficios y con un muy buen sueldo para un post-adolescente que vivía con sus padres pero aún así no era totalmente feliz. Tenía excelentes jefes y un buen trabajo pero una de mis mayores pasiones que es viajar estaba constantemente interrumpida por la falta de tiempo. Ahorré muchísimo no por disciplinado sino porque nunca he sido un gran fan de las cosas materiales mas sí de las experiencias: de comer, de viajar, de sentir. Gabriel García Marquez, el mayor escritor Colombiano decía que la vida no es como uno la vivió sino como uno la recuerda y seguramente cuando tenga 80 años nunca me acordaré de algunos zapatos lujosos que hubiera comprado pero sí me acordaré del viaje que hice a Turquía con mi familia usando los mismos zapatos que usé en el baile de graduación …15 años antes.
Dado que no era completamente feliz trabajando para otra persona y a raíz de que mi contrato era a término definido con constantes renovaciones, tomé la decisión de no buscar un cargo alterno en la misma empresa después de que mi contrato no fuera renovado. Para la época ya tenía algunas obligaciones y moría del susto pensar en no poder cumplirlas así que decidí lanzarme con algún tiempo de oxigeno en adelante: Una suma que me permitiera atender las obligaciones por 6 meses ya sea de ahorros o indemnizaciones. Te recomiendo hacer esto pues da una tranquilidad temporal y piensa de esta manera: Es imposible que en esa franja de tiempo tú no puedas hacer una actividad económica sostenible si te esfuerzas día a día y sientes la presión de desmantelar la bomba.
En mi búsqueda de ideas de empresa nada me parecía claro y allí obtuve otra gran lección : No hay que ir a buscarlas afuera sino dentro de tus propias necesidades así parezcan triviales. Mi obligación era pagar la cuota de un pequeño apartamento que había comprado teóricamente para vivir pero cosa que había cambiado al estar sin trabajo y realmente no sabía que hacer con ello así que decidí rentarlo pero primero hacerle unas renovaciones al viejo inmueble porque siempre he sido un obsesionado con la estética y la belleza de las cosas. Pronto surgió otro problema (Ya puedes ver cuál es el mantra del emprendedor): El apartamento no se rentaba o el precio era muy bajo para cubrir el pago de hipoteca mensual y el tiempo apremiaba así que en el punto de mayor desespero ocurrió un milagro: Una pareja que se estaba retirando se enamoró del apartamento y me ofrecieron comprarlo pero aunque yo no quería venderlo porque sería difícil obtener un nuevo crédito sin trabajo les puse un precio alto para tener una ganancia y oh sorpresa! fue aceptado.
Nació una idea de negocio.
Conclusión: Si tienes curiosidad de emprender mándate al agua. Sí, vas a tragar mucha agua, te vas a dar duro con las rocas, vas a maldecir el día que te lanzaste muchísimas veces pero al final del túnel hay un paraíso increíble reservado para quienes persisten.
Pd: y dónde está Silicon Valley? en mi próxima entrada les contaré lo fantástico de ese mundo.