Sillas vacías
Este poema lo escribí pensando en las miles de sillas vacías que dejó la pandemia de COVID en todo el mundo. Las huellas que nos marcaron como especie.
Sillas vacías en mesas calladas,
ancladas por ojos que ven al vacío.
Sonrisas fantasmas que asaltan la mente,
caricias en manos que lloran ausentes.
Sueños despiertos de un tiempo alegre,
te escuchan llamarlos en formas distintas
cual notas que integran colores diversos.
Caminos y andares de pasos al ritmo
del tiempo perfecto de tu prisa breve.
Recuerdos antiguos de tiempos futuros
nostalgia anhelada de cosas que pasan
en un tiempo que ya no existe pero
que sigue siendo.
Tu cara estática
en el agua seca de tu muerte absurda,
y en el alma gris de tu gente amada.
Millones que viven la silla vacía,
y miles que a diario les toca en desgracia.
Tiempo ermitaño de máscaras y espacios.
Angustia sin fin de este mundo humano.
Volvamos al ser y a un tiempo presente,
que nada es eterno ni el mal ni la muerte,
que siempre la vida encuentra su rumbo
y toma camino y encuentra futuro.