Sexo y escuchar enemigos

Janto Fernandez Gonzalez
12 min readJun 27, 2016

La primera palabra era para captar tu atención, que sé que te gusta. La segunda es la que falta. Y la tercera palabra es la que sobra. Si llegas hasta el final, será un placer que añadas todas las que quieras! Probablemente surjan en tu cabeza palabras como “utopía”, “buenismo”, “hippie” o “imposible”, pero si tienes 10 minuticos, hayas votado o no, déjame que te cuente mi historia con final feliz y que te proponga un juego sencillo ;-)

Hoy no estoy decepcionado porque el PP haya ganado con un buen aumento de escaños sobre las anteriores elecciones, ni porque el PSOE haya cosechado los peores resultados de su historia, ni por el medio gas al que se quedó Podemos, ni por la caída en relevancia política de Ciudadanos….

Estoy especialmente decepcionado por las preocupaciones, debates y enemigos generados antes, durante y tras las elecciones de Spain. O como bien decía Nadia ayer y compartía Ditro, estoy decepcionado por todos los insultos a la inteligencia de las personas y faltas de respeto que estamos viendo sea cual sea el color al que se dirija. ¿Te pasa a ti también?

LA HISTORIA

Como seguramente sabes llevo un añito y pico viviendo por Australia, lejos de mi país y por eso he aprendido a valorar lo que supone ver los problemas desde la distancia y con una perspectiva distinta. No pretendo dar lecciones ni obligar a nadie a realizar esfuerzos si no apetece, simplemente invito humildemente a reflexionar. También pido disculpas de antemano si alguna de mis palabras te parece que se aleja demasiado de la realidad de España, quizás este tiempo y distancia también me alejen del día a día.

He intentado estar pegado a la actualidad (sin sufrir la tormenta y bombo mediático español) y además el grupo de amigos más grande que tengo en Sydney es de españoles, por lo que el contacto con la realidad social no lo he perdido del todo ;-) El caso es que estar fuera de tu casa (entiéndase como tu entorno más cómodo) creo que te activa la actitud de “curiosidad y escucha” por lo que supone la oportunidad diaria de conocer a personas tan distintas o simplemente por la necesidad de adaptarse al país, al idioma y a una nueva realidad del todo desconocida.

Personalmente he de reconocer que a mi me gusta mucho hablablablablar, pero últimamente estoy disfrutando más del placer de preguntar y ESCUCHAR sin prisas. Ya sea por la reducción de preocupaciones en Koalandia, por llegar a otro lugar más solo que la una o por haber dejado las diferencias lejos, en ese grupete de amigos españoles y su entorno había más posibilidades de escucharnos con calma, centrarnos en lo humano, quedarnos con lo bueno y tener una actitud más optimista mirando al futuro sin supuestos enemigos como punto de partida. Y sinceramente, tras esa curiosidad que comentaba por “lo diferente” es llamativo que de todas las nacionalidades que he conocido y a pesar de nuestro margen de mejora, me siguen encantando los españoles. Me conquista nuestra preciosa complejidad y me enganchan todos nuestros matices positivos no aptos para miopes porque a veces sólo se pueden ver bien desde la lejanía.

Pero desde lejos se podía intuir claramente algo de crispación. También el poco interés por intentar entender la realidad del distinto y mucha retroalimentación mediática o personal entre los que piensan igual. En vez de preguntarse si puedes estar equivocado o estar cometiendo errores, reafirmas tu idea. Finalmente al llegar a Europa y a España en concreto he podido no solo intuir, sino sentir ese miedo, esa polarización de posturas y esos enemigos por doquier que me producen tremenda incomodidad.

Y es que la palabra ENEMIGO, salvo excepciones, suele ir también vinculada a la mayor lacra del ser humano: el MIEDO. La historia y hechos recientes ya han demostrado que si consigues mezclarlos bien, es una dupla que puede servir como vehículo genial para ganar votos o seguidores pero que al final del viaje no suele dejar buenos resultados. En tiempos de cambio y dando por hecho que las cosas hechas en el pasado son siempre mejorables, utilizar el miedo y los enemigos únicamente conduce al inmovilismo, al rincón de supuesta “seguridad” y a taparse los oídos ante cualquier idea que nos parezca distinta. Pues yo por eso hoy estoy decepcionado, porque ayer mucha gente fue al colegio electoral a votar más por MIEDO al ENEMIGO que por una convicción real tras haberse despojado del ruido inútil y haber escuchado de manera activa a todas las diversas opciones existentes.

Bajo mi punto de vista en vez de hablar de elementos decisivos para el cambio como la EDUCACIÓN (algo que me obsesiona personalmente) hemos sido testigos de una campaña de miedo a los enemigos. Aunque se disfrace de “esfuerzo y cifras de recuperación” o de “cambio y sonrisas”, ambas opciones te decían abiertamente: “PP/Podemos somos la única alternativa ante la amenaza del enemigo Podemos/PP”. Ciudadanos y PSOE, algo perdidos, se limitaban a gritar de vez en cuando sin saber por dónde les venía el viento. Todos hoy parecen estar perdidos por los resultados, pero repito que lo ocurrido me parece algo humano: en tiempos de miedo a cualquier enemigo y sin la escucha ejercitada, la reacción directa es meterse en la trinchera de lo seguro en vez de votar pensando honestamente en la mejor opción.

Sé que es muy complicado. Asumo que supone un esfuerzo tremendo ponerte a escuchar ideas que pueden hacer sangrar tus oídos y molestar a tus valores, pero no olvidemos que tras las ideas y votos hay personas. Que quien ayer votó a cualquiera de los partidos ES tu amigo, tu familia o tu compañero de trabajo. En lo básico e importante está hecho de la misma pasta que tú. Y es que fomentar la actitud de escucha ante cualquier persona para favorecer el entendimiento ayuda además a generar pensamiento crítico en todos los ámbitos de la vida. Creo sinceramente que es la mejor herramienta para ejercer la LIBERTAD frente a políticos o cualquier presión externa que nos encontremos.

EL JUEGO

Entonces yo hoy me pregunto y te pregunto… ¿Podemos frenar un poco y escuchar? ¿Podemos borrar el “filtro demonio” con el que se ve al que no tiene lo mismo que tengo yo en la cabeza? ¿Se pueden reconocer los logros del rival para crecer juntos? ¿Se pueden utilizar argumentos no demagógicos para ganar las elecciones o debates en la calle? ¿Podemos ser fuertes defendiendo nuestra postura sin tener que acudir a la lista de muertos del contrario? Yo creo que si es posible pero que exige esfuerzo, paciencia y principalmente no tirar la toalla. He aquí nuestra responsabilidad de la que muchas veces nos olvidamos porque entiendo que una democracia no puede estar sana si se aplica en una sociedad sin tolerancia y sin ganas de escuchar a la opción contraria.

Te invito por un momento a olvidar tu alegría o pena por el resultado. A no presuponer que todo lo que dice y hace el ENEMIGO es malo. A dejar de lado todos sus rabos de demonio y tridentes que muestra o esconde. A pasar olímpicamente de los gritos que hemos escuchado en los medios de comunicación. Sin olvidar todo lo malo por supuesto, pero sin repetirlo a todas horas… Si te parece dale al “play” a una lista de música tipo Ludovico Einaudi y viste la actitud de mejor persona como cuando quieres conquistar a alguien. Ahora responde concretamente y honestamente a estas preguntas como ejemplo de reflexión y si con alguna en especial se te hincha la vena, pasa a la canción de “Nuvole Bianche” y relaja, no falla:

- ¿Estamos de acuerdo en que el 15M, Podemos y Pablo Iglesias han hecho que en las calles de España se hable más y mejor sobre política?

- ¿Estamos de acuerdo en que Ciudadanos y Podemos como nuevas opciones políticas reales son un síntoma de mejora?

- ¿Estamos de acuerdo en que no es justo decir que el 100% de las personas que conforman el PP son corruptos y que la única solución es hacer desaparecer el partido?

- ¿Estamos de acuerdo en la dificultad para Rajoy en España (o Tsipras en Grecia) para gobernar un país en un momento de fuertes presiones internacionales?

- ¿Estamos de acuerdo en que para llenarse la boca de “ESPAÑA sin fracturas” sería interesante compartir primero un Txakoli / Albariño / Moritz escuchando de verdad a un vasco, gallego o catalán independentista convencido?

- ¿Estamos de acuerdo en que Arnaldo Otegi fue una persona relevante para el fin de la violencia de ETA?

- ¿Estamos de acuerdo en que no ir a votar no soluciona nada?

- ¿Estamos de acuerdo en que se adquiere un mayor criterio para votar si se escucha un rato largo a la opción que menos te convence y no sólo a los de tu camiseta?

- ¿De verdad creías posible que con la realidad social, histórica y política de España, la llegada de Pablo Iglesias a la Moncloa convertiría al país del jamón ibérico en Venezuela?

- ¿De verdad crees que una persona por su religión, color, opción sexual o ideología política puede convertirse directamente en tu enemigo para toda la vida?

- ¿De verdad cambiaste tu voto de Cs al PP porque crees que es la única alternativa útil contra el supuesto comunismo que nos venía encima?

- ¿De verdad has votado a Podemos sólo porque es la única alternativa al poder corrupto en manos de los ricos y grandes empresas?

- ¿De verdad crees que España roba a Catalunya/Euskadi… y que el resto de españoles despreciamos a los catalanes/vascos…?

- Puedes añadir más preguntas cuyas respuestas te dejaban tranquilo para votar a X o a Y pero que no te dejaban del todo convencido o que no entendías al completo…

FIN DEL JUEGO

Mi percepción es que responder preguntas difíciles es complicado, pero escuchar respuestas distintas a la verdad con la que vives tranquilo lo es aún más. Y éste ha sido el problema, nadie ha escuchado a nadie. O muy pocos. Cada uno con su camiseta, a su bar o a su diario del mismo color y bien protegido. Yo propongo quitarnos camisetas y valorarnos más a cada uno de nosotros. Confiar en que nuestra actitud personal y la autocrítica de los errores es lo que de verdad traerá cambios poco a poco. Quedarnos en pelotas, dejar de ver enemigos, bajar el estrés y abrir bien los oídos para ser capaces de entender a cualquiera. No solo en nuestro país.

Si para afrontar unas elecciones es obligatorio tener siempre preparada la pistola para disparar al enemigo con basura en vez de buscar puntos en común, creo que nos estamos equivocando de estrategia. Al fin y al cabo de manera práctica, tanto las elecciones como muchas otras decisiones, se reducen a elegir una opción que mejore las relaciones entre un grupo de personas, llámese familia, comunidad, nación, país, sociedad o mundo… Partir desde el miedo y enemigos NO puede ser el camino.

Y con todo lo dicho no quiero que creas que somos la mierda en España. No quiero que creas que la falta de pensamiento crítico y tolerancia está solo presente aquí. Tenemos vicios propios, que merecen comentario aparte, pero los problemas que comento ahora creo que son muy humanos, que podemos verlos en cualquier parte del mundo pero ante los que no nos podemos resignar. Ahora nos suenan fenómenos recientes como Trump o Brexit cuyo éxito se basa también en crear ENEMIGOS y generar MIEDO entre los ciudadanos ante situaciones de cambio. Como curiosidad, el hecho es que en Reino Unido, tras votar el referéndum se dispararon las búsquedas en Google sobre “¿Qué es la UE?”. Parece que muchos se olvidaron de informarse o escuchar a los de la opción contraria. Era más cómodo quedarse con su camiseta en su bar de confianza. Pero ojo, que no pierde gravedad el asunto aquí porque también ocurra en otros países.

DESDE HOY OJOS GRANDES Y OREJAS CURIOSAS

Pues hoy lo hecho hecho está. Los españoles hemos votado y ya no se puede cambiar. El PP ha ganado pero nosotros ya desde hoy y desde siempre tenemos la oportunidad de cambiar la actitud y asumir el papel importante de cada uno para modificar las cosas poquito a poco si es lo que queremos. Sacar pecho por la victoria o entristecerse por la derrota no creo que sean las mejores actitudes, pero allá cada uno ;-)

Tenemos responsabilidad como votantes y debemos ser tan exigentes con los políticos como con nosotros mismos para ejercer este derecho y garantizar una democracia sana y útil. Es decir, debemos informarnos, dialogar y formar nuestro pensamiento crítico. Pero además tenemos la responsabilidad como seres humanos de ejercitar la ESCUCHA para crecer juntos. Ser capaces de ponernos cachondos con la gran oportunidad que supone poder preguntar con respeto lo que se te antoje a alguien que no tiene nada que ver con tu paradigma de vida y asumir que siempre podrás aprender algo de esa conversación o simplemente la curiosidad por entender realidades humanas que ni conocías.

Además de cambiar personalmente un poco la actitud de “hablar” por la de “escuchar” que os comentaba en el comienzo, también estos meses que he estado fuera me he centrado más en el “presente y futuro” que en anclarme en los errores y fantasmas del “pasado”. Y por eso vivo mucho más tranquilo estando convencido de que la clave del cambio o de una mejora en las relaciones de las personas, eres TÚ. No lo es un líder, o un partido o un Estado. Resignarse porque tu granito de arena es pequeño no debería ser una opción.

A mi personalmente no hay cosa que más me ponga que alguien que es capaz de desafiar intelectualmente con una postura contraria pero en calma y escuchando con interés. Afortunadamente hay diversidad en España y en el mundo. Soy optimista porque creo que podemos ser mejores con “más escuela y menos Venezuela”, con “más conversaciones y menos revoluciones”. Que debemos aprender que robar 2€ está mal y robar 100.000€ también, pero que nos roben la capacidad de entendimiento entre las personas no se puede reponer. Démosle el beneficio de la duda a ESCUCHAR y ser CURIOSOS. Porque la capacidad de sorprenderse es de las cosas más bonitas que tenemos.

En mi caso yo busco a través de los viajes estas nuevas realidades humanas que desafían lo conocido y lo seguro porque creo que cualquier lugar al que vayas y las personas que conoces de cerca en ellos son muy muy bonitas. De verdad. Pero no hay que irse lejos y a veces solo hay que tener paciencia. Suena un poco hippie lo de prepararse para ser “ciudadano del mundo” pero creo que es la realidad que nos toca ahora más que nunca y por ello la reflexión va más allá de mi país.

Al volver a España me he dado cuenta que también hay mucho que escuchar y aprender aquí. Pero necesitamos parar, frenar el ritmo, bajar el volumen de las voces y escuchar más, aunque sea a nuestros enemigos, o vamos a dejarlo en “otras personas con otro planteamientos de vida distinto”. No creo que debamos menospreciar a los supuestos “votantes analfabetos” o a los “radicales gilipollas” de cada color, sino acercarse a cada uno en la medida de lo posible, tratar de escuchar, entender y ver cómo podemos llevarnos mejor. Si nadie cede y deja la armadura de orgullo medieval de lado, lo cierto es que seguiremos sin comprendernos y sería una auténtica pena.

Si algo te choca y te parece distinto, regala interés y curiosidad, porque aunque nunca jamás llegues a compartir esa postura, al final será más fácil que entiendas por qué alguien ha llegado a ella y puedas persuadirle para cambiar o simplemente aprender a convivir con ella.

Los enemigos solo conducen al miedo, éste nos lleva a sentir estrés o inseguridad y las relaciones humanas en este entorno, como ya has comprobado, siempre son menos honestas y más a la defensiva. Son casi inhumanas.

A mi me ha servido bastante lo de escuchar para estar más tranquilo. Para no vivir con miedo y asustado. Probablemente me llevaré alguna hostia como me las he llevado anteriormente. Pero de verdad que el único que sufre estando enfadado, odiando, deseando el mal al otro, eres TÚ. Si quieres plantearlo así de manera “egoísta”, adelante, creo que se entiende más fácilmente. Si te encuentras con gritos e insultos, espera, escucha, intenta entender lo que el grito esconde y luego después interviene con respeto.

Yo creo que sabes a qué me refiero. Sabes en qué momento te has sentido más humano con las relaciones más básicas y sencillas. Todos valoramos más al que tenemos enfrente cuando nos escucha. La satisfacción de llegar al entendimiento entre personas es mucho más grande que ganar un cliente, vender un proyecto, ganar tu sueldo o unas elecciones. Os prometo que hasta se puede llegar al orgasmo cuando te despojas de tus prisas o prejuicios, escuchas y llegas a ENTENDER mejor a alguien. Pero esto lleva tiempo y esfuerzo, no te rindas ;-)

Añade lo que te parezca oportuno por aquí. Lo mismo me he vuelto un hippie idealista o un traidor sin ideales. En cualquier caso encantado estaré también de que me invites a una cervecita para escucharte. La segunda la pongo yo. Aquí en Madrid hasta el 20 de julio o en Sydney hasta el 1 de noviembre. Para más adelante, pregúntame, pero siempre estaré disponible para birra y conversación.

Janto

--

--

Janto Fernandez Gonzalez

Inquisitive guy from Spain who travels the world to learn about people. Here are my thoughts about lessons I learned and ideas I discovered. Comms & esports