La (Crypto)normalización necesaria

Un punto olvidado por los prestadores de servicios

Jose Briceño
4 min readOct 17, 2021

Está de más admitir que me encanta el asunto criptoeconómico y que quizás la única cosa que lamento no haber hecho hace veinte años fue haber comprado todos los bitcoins que pudiese y ser hoy día un multimillonario anónimo con residencia fija en cualquier otra ciudad del mundo, sin embargo debo admitir que aún me incomodan algunas cosas al respecto. Debo acotar que vivo en Venezuela, donde cualquier pretensión económica internacional pasa por cualquier cantidad de comisiones y vueltas digitales fiduciarias para poder disponer de esos fondos en mi país, desde que entendí los rudimentos del asunto no he hecho más que convertirme en un predicador de la buena nueva del Blockchain, ha costado un año ser moderado con las posibilidades de esta tecnología además de las ventajas de utilizarla como moneda internacional para sacarse de encima el aburrido universo fiduciario, con todo y bloqueo acá los fondos vuelan alimentando las ambiciones de cuanto bicho de uña digital te presta el servicio como pasarela de pago, pero cuando cobro con criptos se me acaba el estrés.

Sin embargo he tropezado de frente con otro problema, resulta que para hacer intercambio entre billeteras toca escoger por donde los vas a enviar, cada exchangue ofrece varios canales por donde despachar los fondos, cada uno de ellos ofrece ventajas a cambio de comisiones de uso (normal, minería y servicios conexos) que van desde 20$ hasta 0,8$ , obviamente quien va a vender un Bitcoin no le hace peso 20$ menos en la entrega pero cuando son cifras menores a cien dólares el asunto pega. La solución de casas como Binance resuelve el asunto con plataformas P2P que permiten intercambiar con otros usuarios sin mayor problema ni comisión pero solo entre usuarios de la misma plataforma, si tienes los fondos en coinbase y tu receptor tiene Binance pues los costos de envío suben. Puedo imaginar a un Trader cualquiera burlándose de mi porque todos están claros en cómo hacer sus transacciones con el menor número de costes pues su oficio así lo demanda.

No puedo entender como alguien no se le ha ocurrido estandarizar el asunto para que todos puedan tener acceso sin problemas, la simpleza hace la grandeza decía DaVinci , los procesos dirigidos a los usuarios no deben ser complicados, todo lo contrario , estoy más que seguro que la programación de cualquier e-commerce que cobre con criptos puede organizar los procesos tan parecidos a los fiduciarios que los clientes puedan apenas ver la diferencia entre su banco “de toda la vida” y cualquier proveedor de servicios criptoeconómicos , siempre dejando espacio para quienes puedan hacer sus propias billeteras, hasta en este último caso imagino que se pueden establecer convenciones. Vale, el asunto cripto es el sueño anarquista hecho realidad pero siento que a los proveedores se les ha ido un poco la mano con el asunto de los servicios de pasarela de pago.

Esta diversidad de redes por donde viajan las criptomonedas enrarece el ambiente haciéndolo innecesariamente complicado, cuando uno cancela algo con la Visa Platinum no te preguntan qué banco la expidió a ver si poseen cuentas en el mismo sitio para evitar las comisiones extras ni te preguntan si tienes acceso a la ERC-20 , pagas y listo, así mismo debería suceder con las API de criptos , nada de que seas usuario de Binance o de cualquier otro para poder mover tus criptoactivos de modo cotidiano. Aunque sea increíble la mayor cantidad de dinero que se mueve en el mundo lo hacen los minoristas , de hecho, luego de la pandemia los sistemas de ventas de productos y servicios vía web se centuplicaron, imagino que los bancos y pasarelas de pago están haciendo fiesta pero también estoy seguro que cualquier empresa del mundo sería feliz si pudiese vender sus productos con criptomonedas, no solo se le acaba el problema fiduciario es que además puede recibir pedidos desde cualquier parte del mundo sin agregar a sus costos las comisiones por mesa de cambio, y no he hablado de las posibilidades casi ilimitadas de los Smart contract para cualquier comerciante o prestador de servicios del mundo entero, sobre todo ahora que el trabajo remoto ha cobrado nuevos impulsos.

El universo criptoeconómico es una maravilla que todavía está en desarrollo, varios países han tenido que aceptar a regañadientes su existencia y hasta intentar (sin mucho éxito) detener la expansión de las criptomonedas, ya algunos hasta las han vuelto moneda oficial, como El Salvador que tiene al Bitcoin como moneda de curso legal, por primera vez en la historia de la humanidad los ciudadanos tienen la oportunidad de tener el control, entonces, si por primera vez en nuestra historia hay el chance de hacer el mundo un poquito mejor , todas las prestadoras del servicio ¿no pudieran hacer el esfuerzo?, ¿dejar el ego a un lado?, todo con el fin de poder expandir la criptoeconomía para ponerla al alcance de los millardos que todavía la miran con escepticismo y a esos otros quienes aún ni siquiera entienden el concepto, esos todavía son mayoría, para seducirlos hace falta algo de trabajo, ya lo difícil lo inventaron, ahora por favor pónganlo fácil al usuario.

Prof. José Briceño

14/10/2021

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Jose Briceño

El universo de la criptoeconomía visto desde Venezuela