El grito de la lechuza, de Patricia Highsmith. Reseña y análisis.

Joseph L. Holmes
13 min readMar 23, 2019

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Reseña 004.

Un hombre observa a una muchacha en varias ocasiones desde la ventana de su casa. Ella no sabe que es idealizada por un ser desequilibrado quien la contempla con fervor y fascinación. En una ocasión al darse cuenta del extraño comportamiento de aquel hombre, en vez de llamar a la policía, como cualquier persona en su sano juicio haría, le invita a pasar y entabla una inusual relación con el extraño hombre. Ambos se cuentan sus desgraciadas vidas, pero todo se complica hasta llegar al borde del crimen.

El libro comienza relatando la rutinaria vida de Robert Forester, un hombre trabajador y asocial quien rechaza una invitación de aniversario de bodas que le hace Jack Nielson cuya esposa insistió en invitarle. Antes de llegar a su casa, se dirige a Humbert Corners donde se dedica a una actividad que ya hace parte de su rutina: observar a una muchacha entretenida con sus quehaceres domésticos. En anteriores visitas, ha escuchado varios detalles de la vida de la muchacha, incluyendo el nombre de su prometido: Greg. Antes de retirarse, causa ruido y la chica se alarma, temiendo que alguien ande rondando por allí. Robert se esconde y poco después llega Greg que sale a buscar la fuente del ruido por insistencia de la mujer, sin encontrarla. Ya al llegar a casa, fuera de peligro de ser encontrado, se dedica a leer un libro y recordar su actual proceso de divorcio con Nikkie, su esposa.

En casa, Jennifer Thierolf y Gregory Wyncoop, después de la infructuosa búsqueda del fisgón o de lo que sea que haya sido aquello, preparan chocolate caliente. Jennifer le comenta la invitación que le había hecho su jefe a almorzar y Greg le reprocha el siquiera considerar aceptarla. Se despide, no sin antes recomendarle que asegure la puerta.

En otra ocasión, Robert visita nuevamente a Jennifer, quien está quemando unos papeles en una hoguera y se da cuenta de su presencia. En vez de alertarse y llamar a la policía, le invita a pasar. Robert duda, pues no quiere conocerla en verdad, no quiere perder la idealización que ha hecho sobre ella: una muchacha con un hogar, un trabajo, un novio. Una muchacha feliz y contenta. Ella le cuenta sobre su vida y sus futuros planes. Al volver a casa, Robert recibe una llamada de Nikkie, quien le humilla poniendo en duda sus capacidades mentales.

“¿Es que los psicópatas han de tener por fuerza el aspecto de psicópatas? Es evidente que no”.

Después de Navidad, Jennifer llama a Robert y acuerdan una cita, la cual cumplen pese a que cae granizo y nieve. Al terminar de cenar, Jennifer le pide que paseen un rato en su auto sin rumbo fijo. Al rato, Jennifer le suelta a Robert que, en realidad, no quiere casarse con Greg. Le invita a esquiar el próximo fin de semana junto con una de sus amigas, Susie. Robert acepta con recelo. Al llegar a casa para cenar, Greg se presenta y la cena se torna incómoda. Robert decide marcharse asegurándole a Jenny que no le volverá a ver.

Sin embargo, tienen varios encuentros. En uno de ellos, Jenny le pide disculpas por el comportamiento de Greg, pero reafirma su posición de no querer casarse. Además, alega que él ‘le ha hecho ver algo que nunca había visto antes’. Ante esto, Robert decide contarle sobre su caótica vida matrimonial con Nikkie. En otro encuentro, ella se queda a dormir en casa de Robert y “era perfecto estar acostada en casa de Robert, en la casa donde él dormía y donde ella podía respirar el mismo aire […] La palabra exacta para definir aquello era eternidad”.

Greg quiere arreglar las cosas con Jenny y le visita. Advierte que no está en su casa por lo que deduce que está con Robert. Por eso, se comunica con Nikkie y esta le comenta que su esposo es un maníaco y que lo mejor que podía hacer la muchacha era alejarse de su exesposo. Hace todo lo posible para comunicarse con él, hasta que finalmente lo hace y le amenaza con ‘romperle la cara si volvía a verla’. Robert y Jenny hablan de su encuentro con Greg y él piensa en decirle que lo mejor sería no volverse a ver. Mas aquello sería sucumbir a los deseos de Greg.

Gracias a los esfuerzos que hace Robert en su trabajo, le sale una oferta en Filadelfia, le cuenta a Jenny y espera que su mudanza ponga fin a su extraña relación. Ella, después de verle con un diente roto después de haber peleado con Greg, quiere irse junto con él.

Jenny le informa a Robert que encontraron el auto de Greg al lado de la carretera de un río, con huellas de lucha, pero a él no. La policía “inspecciona el río” y Robert se convierte en principal sospechoso de la presunta tragedia. Los oficiales McGregor y Lippenholtz, encargados del caso, le interrogan y utilizan información dada por la propia Nikkie. Jenny cree que Greg se está escondiendo, como había hecho cada vez que tenía problemas amorosos, mientras que Robert teoriza en una confabulación entre el propio Greg y Nikkie.

Robert decide visitar a su exesposa y preguntarle sobre el paradero de Greg. Conversa con el nuevo esposo, Ralph, quien ni confirma ni niega la teoría de Robert. Al quedar solos, Nikkie le insinúa acostarse con él, mas este rehúsa y ella le llama cobarde y loco. Por otro lado, Ralph visita el hotel donde se esconde Greg indicándole que debía parar ese absurdo juego, o irse de la ciudad y continuarlo en otra. Al regresar donde Nikkie, ésta le reprocha su acción y él recuerda una advertencia: “Ella sólo se casa con hombres que sabe que podrá manejar a su antojo”.

Jaffe, el jefe de Robert, recibe una carta de un amigo de Greg empañando el nombre de su empleado. Robert sospecha que se trata del mismo Greg. Poco después, visita a Jenny, quien se encuentra deprimida puesto que Dick y Naomi Tesser, sus amigos, le dicen que él era el merodeador que la acechaba y que había matado a Greg. Al encontrarse con Robert, le dice que no quiere verlo más.

Días después, Jenny, en medio de una profunda crisis depresiva, recuerda el personaje misterioso que se aparecía en sus pesadillas: el “hermano muerte”. Se emborracha y toma varias píldoras mientras le escribe unas palabras a Robert para que no se culpe por su decisión:

“Querido Robert: Sigo amándote. Ahora de un modo más profundo, porque te entiendo a ti y todas las cosas. No he sabido hasta hace poco que tú significabas la muerte, al menos para mí. Estaba predeterminado”.

Susie, quien le había llamado y la había encontrado extraña, se encamina a visitarla. Llega, toca y nadie le responde. Lo que no sabía era que Jenny, a pocos metros de ella, moría desangrada guiada por la visión de un niño rubio con pantalones cortos que le sonreía con dos grandes dientes… “Era su hermano menor, el que había muerto hacía ya tanto tiempo”.

Ralph le cuenta a Robert sobre el escondite de Greg. Robert va a la policía pidiendo que registren el hotel donde se hospeda el desaparecido, en el cual dan señas de un hombre parecido a Greg. Más tarde, el detective Lippenholtz le informa a Robert sobre el suicidio de Jenny y la extraña nota que le dejó antes de morir. Por la noche, alguien le dispara, pero no aciertan a darle. Robert piensa que fue Greg quien lo hizo. “¿Quién, si no Greg, era capaz de odiarle tanto como para intentar asesinarle?”.

Poco después, se encuentra un cuerpo en el río, lo que complica aún más el asunto para Robert, quien es llevado por Lippenholtz para identificar su identidad. Robert insiste en que el dentista de Greg de su declaración y así comprobar que dicho cuerpo no es el del desaparecido. Mas el dentista no está en la ciudad. Además, cuenta del disparo e insiste en ser custodiado por la noche. Ya en su casa, Robert invita a pasar una perra que merodeaba por allí y le brinda comida. Escribe una carta a los padres de Jenny y suena el teléfono. Era su madre. Apenas iniciada la conversación, varios disparos llueven sobre él. Uno le da en el brazo y otro acierta en la perra, matándola. Intenta comunicarse con la policía y llega Kolbe, su vecino. Después de reportar el suceso se desmaya.

Varios vecinos y Lippenholtz llegan a casa de Robert para ver lo sucedido y hacer comentarios inapropiados. El doctor Albert Knott lo atiende mientras le cuenta que hacía solo 10 días atrás había perdido a su esposa e insiste en pasar la noche con él y cuidarle. Al siguiente día le brinda desayuno y hospedaje en su propia casa, pues no considera prudente quedarse en aquel sitio. Sin embargo, en la noche el médico recibe un disparo que lo deja en estado comatoso. Una pareja llama a la puerta de la casa del doctor y se sorprende al ver que les abre “el fisgón”, según sus propias palabras. Deciden llevarlo al hospital.

Robert visita los padres de Jenny y tiene una conversación incómoda con ellos. Les comenta que ella siempre hablaba sobre la muerte. Ellos no le demuestran odio, pero tampoco comprensión. Por la noche, al regresar, observa la figura de Greg que acecha su casa y le golpea con un garrote. Kolbe se acerca al escuchar ruidos y ve que Robert apunta con una pistola a un hombre (esta se le había caído a Greg). Kolbe le ordena que le devuelva el arma al sujeto, así lo hace y Greg huye. Sin embargo, la policía le intercepta antes de tomar un bus y Greg les confiesa el intento de Robert de ahogarle en el río y que, aturdido, abandonó su automóvil en la vía y se ocultó en un hotel con el dinero que le había proporcionado Nikkie. Esta última fue interrogada al respecto, confirma la historia, pero niega haber tenido relaciones íntimas con Greg como este último insistía.

El padre de Greg paga fianza para evitar que pase la noche bajo arresto acusado por intento de asesinato, lo lleva a su casa asegurándole que ‘ni su madre ni él le entienden’. Se marcha y poco después llega Nikkie quien discute con Greg porque su esposo le pidió el divorcio y una indemnización. Beben hasta emborracharse y llaman a Robert para que se les una, invitación que rechaza.

Robert quiere irse a Nuevo México y alejarse de todos y de todo. Mientras hace sus maletas, Greg y Nikkie se presentan ebrios en su casa. Greg golpea a Robert, quien, a pesar de los golpes sigue empacando. El teléfono suena y Robert contesta: el doctor ha muerto. Greg sostiene un cuchillo y se abalanza sobre Robert quien recibe un corte en un costado. Nikkie se arrodilla ante Greg diciéndole que pare y Greg la hiere en el cuello. Desesperado, Robert llama a su amigo Jack e intenta detener el sangrado de Nikkie. Mas esta muere. Robert se levanta y deja el cuerpo inerte de Nikkie en el sofá. Jack llega y piensa que Robert es el autor de la tragedia. Greg estaba sin sentido en el suelo.

El libro finaliza con Robert viendo el cuchillo a sus pies, aparentemente limpio de sangre. Se inclina para cogerlo, pero no lo hace. “No lo toques, pensó, no lo toques”.

“ — ¿Te asustan las promesas? ¿Las palabras? — preguntó ella.

— Sí, porque no cambian en absoluto los sentimientos… Me asustan las promesas que pueden romperse. Si dos personas se quieren, las palabras no les ayudan a quererse más…, ni a cambiar la situación”.

El grito de la lechuza, de Patricia Highsmith. Colección Clásicos Bestsellers Biblioteca Contemporánea.

ANÁLISIS DE LOS PERSONAJES:

Robert Forester: Es un personaje complejo. Está sumido en una profunda depresión debido a la frustrante relación con Nikkie y su proceso de divorcio, el cual lo deja devastado y libre a la vez. Es un hombre con extrañas costumbres con una conducta incomprensible. Por ejemplo, idealiza a Jenny, pero no quiere conocerla en realidad para no perder dicha idealización. Sufre de baja autoestima y poca fuerza interior puesto que no se defiende de los crueles ataques de Nikkie.

Jennifer (Jenny) Thierolf: Hermosa muchacha espiada por Robert. Está comprometida con Gregory Wyncoop, pero no está conforme con su relación. Siempre habla de la muerte debido a que perdió un hermano tiempo atrás. El que entable una relación con Robert, su acechador, deja entrever que sus facultades mentales están afectadas. Es una mujer que se apasiona desmedidamente y no piensa en los resultados de sus acciones. Luego de rechazar a Greg, su comportamiento es caótico yendo desde el éxtasis hasta una profunda depresión. Esta última le lleva a tomar una trágica decisión.

Gregory Wyncoop: Prometido de Jennifer. Afirma amarla desmedidamente y está dispuesto a hacer lo que sea por ella, aunque implique violencia. Sin embargo, su amor no es completo, puesto que cuando se le presenta la oportunidad de tener una aventura amorosa con otra persona (Nikkie), cede. Muestra problemas con la bebida cuando tiene un desamor y llega incluso a desaparecer por días. No posee mucha inteligencia, pero los celos y el odio le llevan a actuar con maldad y premeditación.

Veronica Grace (Nikkie): Esposa (más tarde exesposa) de Robert. De profesión pintora sin ningún prestigio, pero que cree que es un referente en el ámbito. Es una mujer manipuladora que ama y odia a Robert por igual. A pesar de iniciar una nueva relación con Ralph Jurgen, atormenta a Robert insinuándosele, contándole sobre sus logros y actual felicidad con el hombre con el que está y recordándole lo mal que este está de la cabeza.

Ralph Jurgen: Actual esposo de Nikkie. Teme ser controlado por su esposa, pero termina sometiéndose a sus caprichos y deseos. Sin embargo, al ver la confabulación entre su esposa y Greg, actúa con sensatez y decide ayudar a Robert. Al enterarse de la aventura de los confabuladores, termina su relación con Nikkie y le exige una indemnización.

Jack Nielson: Compañero de trabajo de Robert. Ocasionalmente le invita a pasar tiempo con él y su esposa puesto que lo ve solitario y sin amigos. Cuando Robert tiene una crisis, es la única persona en quien confía y le cuenta sus problemas. Le apoya en varias ocasiones, aunque duda de su inocencia.

Betty Nielson: Esposa de Jack Nielson. Apoya a su esposo en las decisiones que toma y muestra empatía hacia Robert.

Susie Escham: Amiga de Jenny y de Greg. Desde el mismo principio, sospecha de las intenciones de Robert. Intenta ayudar a su amiga, pero esta está muy por encima de toda ayuda posible.

Dick y Noami Tesser: Amigos de Jenny y de Greg. Intentan conocer a Robert dándole una oportunidad y les parece una buena persona al principio. Pero después de enterarse de que Robert era el fisgón, le hablan mal de él a Jenny quien no toma dichos comentarios de la mejor manera.

Detective Lippenholtz (Lippy): Oficial a cargo del caso de la desaparición de Greg. Aunque no se expresa directamente, parece que duda de la inocencia de Robert y de su extraña conducta.

Albert Knott: Médico que atiende a Robert. Recientemente enviudado. Sufre una herida que le lleva a la muerte por intentar ayudarlo.

Kolbe: Vecino de Robert quien está pendiente de lo que sucede, pero no para beneficio del propio Robert.

MI OPINIÓN:

El grito de la lechuza es una novela que toca temas incómodos para muchos como el acoso y el suicidio, desde el punto de vista de los implicados. Sus personajes demuestran diferentes traumas y desequilibrios emocionales que hacen de la trama algo caótico.

Es un libro con el cual puedes pasar un buen rato mientras examinas la psicología que queda retratada en Robert, Jenny, Greg y Nikkie. Quizá no logres sentir empatía o afinidad por ninguno de ellos, pero, si tratas de ponerte en su papel, quizá puedas llegar a comprenderlos o, por lo menos, entender por qué actúan como lo hacen.

No quiero eclipsar a Robert, el protagonista de la novela, pero me parece que el personaje mejor desarrollado es Jenny. Sí, lo sé. No está en sus cabales. ¿Entablar una relación con el hombre que te acecha y te observa desde las tinieblas? Algo de locos. Pero ¿qué puede motivar a alguien para observarte e idealizarte sin conocerte y sin siquiera cruzar una palabra contigo? ¿No te da curiosidad qué puede pasar en su mente? ¿No? Bueno, a mí sí. Creo que estoy igual de loco que Jenny. Quizá no llegaría al punto de dejar entrar en mi vida a una persona desconocida bajo esas circunstancias. Pero siempre me ha interesado cómo funciona la psicología humana. Me encanta intentar comprender a los incomprendidos y marginados por la sociedad. Quizá porque yo mismo soy uno de ellos en cierto modo.

Es una historia quizá no para todo el mundo y el final puede dejar deseando más. Yo mismo investigué en otras fuentes. Al llegar a la última página creía que le faltaban hojas al libro. Pero eso lo hace aún más interesante (¿debería decir inquietante?). Queda la historia en cierto modo inconclusa para que tú, como lector, crees tu propio final e interpretación.

LO QUE MÁS ME GUSTÓ:

  • El trasfondo psicológico de los personajes. No son planos y sin desarrollo. Aunque no del todo sanos mental y emocionalmente, puedes llegar a pensar como ellos.
  • El lenguaje es bastante sencillo. El libro se deja leer sn dificultad.
  • La trama es muy cautivante. La tensión se siente en cada capítulo.

LO QUE NO ME GUSTÓ:

  • Si haces buenas inferencias, el final de los personajes puede resultar predecible.
  • Los personajes no son del todo creíbles. ¿En relalidad hay gente como Jenny, Robert y Nikkie? Si es así, vivimos en una sociedad de locos que se hacen pasar por cuerdos.
  • ¿Qué pasó finalmente con Greg? ¿Lo arrestaron? Una pregunta sin respuesta.

DATOS CURIOSOS:

  • El libro fue publicado en 1962.
  • El título original es The Cry of the Owl.
  • La escritora, la estadounidense Patricia Highsmith, es conocida por sus novelas de Tom Ripley.
  • El libro ha sido adaptado en tres ocasiones. La más reciente es la película El grito de la lechuza de 2009 con Julia Stiles, como Jenny, y Paddy Considine, como Robert.
  • Las lechuzas y búhos están íntimamente relacionados con las creencias de algunos pueblos como símbolos de muerte y clarividencia.
Lechuza. Símbolo de clarividencia, sabiduría y muerte para algunos pueblos.

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Joseph L. Holmes

Lector adicto. Si pudiera perderme en algún lugar, sería entre libros.