Amarre de amor de Bael Mormo, mi experiencia.

Juan Gonzales Bardales
5 min readAug 21, 2020

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Lo diré directamente, el amarre de amor que hice arruinó mi vida.

Mi nombre es Julia y tengo 29 años, me encontraba en un feliz noviazgo con Fernando, con quien compartí una historia de amor durante 5 años. Éramos una pareja que disfrutaba de los viajes, de la pasión y del crecimiento mutuo. Como toda unión amorosa, teníamos desacuerdos, pero nada como para preocuparnos más allá de conversar y continuar siendo un par amoroso.

Esta historia es redactada por una conocida mía, muy cercana, quien accedió a compartir su historia conmigo y mis seguidores.

Siempre he sido simpatizante de la idea de la entrega total, de un amor incondicional que nunca renuncie aunque las situaciones sean las más difíciles. Lamentablemente, la aplicación del amarre de amor me sobrepasó, haciendo que mi relación se convirtiera en una pena que no pude sino más que deshacer por el bien de los dos.

El brujo de Magia Negra Bael Mormo. Fotos de baelmormo.com

Un problema de promesas

Fernando nunca concibió el futuro como algo de lo que preocuparse, pues era una persona que vivía completamente en el presente, y aunque tenía principios y un plan de vida, nunca noté en el la idea de casarnos y ser una pareja, ahora como una familia. Comprendía perfectamente que él no compartiera mis visiones, sin embargo, esto me hizo cuestionar el futuro de nuestra relación.

Es cierto que disfrutábamos de la felicidad, pero para mí punto de vista, era importante tener un norte. La relación era para mí una inversión que también requeriría de unas retribuciones, de resultados que nos permitieran realmente cosechar nuestros esfuerzos.

Esta historia es redactada por una conocida mía, muy cercana, quien accedió a compartir su historia conmigo y mis seguidores.

Comencé a entender múltiples razones, entre esas, la de por qué no nos habríamos casado. Más precisamente, el por qué él no me habría pedido matrimonio al cabo de 5 años de relación. Yo tenía 28 años, mientras que él 27, era el momento adecuado a mi parecer, sin embargo, Fernando parecía no tener intensiones de formalizar nuestra relación.

Angélica, una de mis mejores amigas, me recomendaría con el brujo Bael Mormo. Me indicó que el brujo podría garantizarme amor eterno con Fernando, por lo que mis preocupaciones desaparecerían en poco tiempo.

Yo me dedico a impartir clases de inglés, por tanto no había tenido acercamiento alguno a la brujería en algún momento de mi vida. Tenía el común pensamiento al respecto, entendiendo que se trataba de energías sobrenaturales, pero no más que eso.

Contacté con el brujo Bael Mormo

Decidí escribir un mensaje al maestro Bael Mormo, y la verdad es que fue muy amable conmigo desde un principio. Me hizo saber que el amor es abstracto, y que hay personas que se apropian del amor de una manera muy personal. Bajo esta idea, solicitó que le diera más detalles acerca de mi relación con Fernando.

Quiso indagar en las actitudes que él mostraba ante ideas como el matrimonio, la familia y el hogar de manera individual. El brujo me indicó que Fernando querría estar conmigo, pero que probablemente su amor terminaría al cabo de 3 años, por lo que era necesario tomar medidas en el asunto si realmente queríamos avanzar más en la relación.

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Ante esta situación, me planteó hacer un amarre de amor, un hechizo que puede reforzar y/o desarrollar el vínculo existente entre dos personas. Era simple en cuanto a su procedimiento, y el brujo Bael Mormo me indicó que podía encontrar los materiales sin mayores inconvenientes.

Bael Mormo me advirtió que este amor sería eterno, y que yo no encontraría manera de revertir el efecto que ahora Fernando tendría. Su amor sería en desenfreno, por lo que nada le haría cambiar de opinión en algún momento.

Decidí aceptar esta decisión. No quería perder a Fernando, quería convertirlo en el hombre de mi vida y no estaba dispuesto a perderlo. El hechizo consistía en atar dos velas, una a mi representación y la otra a representación de Fernando. Tuve que usar una cinta rosada para atar el cuerpo de las velas. Sobre la llama de estas debería dejar caer un trozo de cabello de Fernando, y mientras tanto, yo tenía que recitar cierta oración.

Un amor sin caducidad

Fernando tendría una disposición diferente a nuestra relación. Había notado que realmente era una persona muy reservada ante mí. Ahora me comunicaba sus pensamientos con mayor detalle, me llamaba con mayor frecuencia. Su participación en la relación cambiaría bastante, a tal punto que no era necesario que yo realizara algún llamado de atención.

Se convirtió en una persona muy atenta, y la pasión en nuestros momentos de intimidad se había convertido en algo muy satisfactorio para mí. Tenía a otro Fernando, quien muy seguramente estaría interesado en formar una vida conmigo en su futuro.

No había problemas, o al menos eso pensaba yo. Fernando se estaba convirtiendo en un obsesionado latente. No me daría sino hasta que comenzó a aparecer en mi trabajo, justo después de mis clases. Aprendió los horarios de mis salidas en toda la semana, y comenzó a llamarme al menos 5 veces al día.

El espacio comenzó a sentirse un poco estrecho, pero más allá de eso, Fernando comenzó a presentar comportamientos diferentes. Se sentía como alguien necesitado de amor, una persona ahora dependiente de su relación de pareja. Esto comenzó a afectar su personalidad, sus temas de conversación serán cada vez más centrados en mí, y eso me preocupaba cada vez más.

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Es aquí cuando las cosas pierden el efecto que esperaba: Fernando se había convertido en alguien desconocido para mí. Era cierto que me amaba, sin embargo, era igualmente cierto que la relación no era sana. No era el hombre que yo quería para mi vida.

La solución era clara, tenía que separarme de Fernando. El amarre tuvo el efecto que yo quería, sin embargo, no supe medir esto. El maestro Bael Mormo me lo advirtió, sin embargo, no supe valorar realmente esta advertencia. Con él estoy muy agradecida, al tiempo que encontré gran admiración por sus capacidades.

Muchas gracias maestro, por tus enseñanzas y por esta experiencia. Me has enseñado a respetar el amor y sus alcances.

Esta historia es redactada por una conocida mía, muy cercana, quien accedió a compartir su historia conmigo y mis seguidores.

Esta historia solo tiene como fin, comunicar acerca de la magia y los amarres de amor, no busca generar odio o desunión entre las personas.

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