Ante las múltiples opiniones que aparecen en medios, redes sobre el Coronavirus “COVID2019” y viendo sobretodo las decisiones que están tomando los líderes políticos en muchos países vamos a intentar explicar de la forma más sencilla posible nuestra opinión sobre como deberíamos reaccionar ante la aparición en nuestras vidas de este nuevo virus.
Lo primero que nos gustaría destacar es que estamos viendo que la mayoría de los Gobiernos y opinión pública está centrando mal el problema. Desde nuestro punto de vista no estamos ante un problema médico sino ante un problema estadístico y de gestión de riesgos lo que está conllevando entre otras cosas a comparaciones erróneas y a toma de decisiones a nuestro entender equivocadas.
Esta siendo muy común leer y escuchar a periodistas, políticos, tertulianos y al público en general comparar las muertes causadas a día de hoy por el COVID2019 con otros tipo de muertes. Típicas son las frases del estilo, más muertes provoca la gripe común, el cáncer y/o los accidentes de coches y no se paraliza la economía ni se crean estados de alarma por ello. La comparación es simplemente errónea por no decir, con todos los respectos estúpida.
A grosso modo, en estadística podemos diferenciar dos grandes familias de riesgos:
- Riesgos de cola gruesa multiplicativos, sistémicos.
- Riesgos de cola delgada, no multiplicativos e individuales.
Los segundos son riesgos que suelen suceder a menudo, pero ocurren de forma individual, no están interconectados y no suponen por lo tanto una amenaza global para la humanidad. Un buen ejemplo de este tipo de riesgos son los accidentes de coche o el cáncer. Por el hecho que alguien tenga un accidente de coche o sufra cáncer no significa que vayan a haber más accidentes de coche o casos de cáncer. Son riesgos individuales, no multiplicativos y que a nivel global tienen por su naturaleza un impacto acotado (no pueden tener un daño de forma exponencial). El virus de la gripe común, si es multiplicativo pero no puede ser sistémico ya que existe una vacuna.
Los primeros, son un tipo de riesgo totalmente diferente. Son riesgos que sabemos que acabarán sucediendo en algún momento, pero no suelen ser habituales que sucedan, pero que cuando suceden son un amenaza sistémica para la humanidad. La caída de un gran meteorito en el Planeta Tierra es un buen ejemplo de riesgos de cola gruesa sistémico, el terrorismo sería también otros ejemplo y como no cualquier nuevo virus que aparezca para el que no existe vacuna y que tenga una tasa de reproducción superior a 1x y letalidad moderada o alta entraría dentro de esta categoría.
Hay que tener por lo tanto claro que no todo los riesgos son iguales y que comparar un riesgo de cola gruesa multiplicativo, sistémico con un riesgo de cola delgada, no multiplicativo e individual, y gestionarlo como si fueran la misma cosa es un error colosal que suele ser fatal.
Es decir, el coste de ser paranóico 1.000 veces y tomar todas las medidas posibles ante un potencial riesgo de cola gruesa multiplicativo, sistémico, y estar equivocado las 1.000 veces, es ínfimo comparado con el coste que supone ser complaciente 1.000 veces ante un potencial riesgo de cola gruesa multiplicativo, sistémico, y estar equivocado una sola vez.
Este manejo del riesgo por su naturaleza lo entiende bastante bien el Estado de Israel. Ante el riesgo sistémico que supone para ellos el terrorismo. Ser paranóico de forma continua ante el riesgo del terrorismo les supone un alto coste en términos de seguridad y molestias para la población y la gente que visita el país, y en la mayoría de los casos los ataques terroristas que sufrirán tienen un coste inferior a muchos riesgos corrientes no sistémicos como pueden ser los accidentes de coches. Sin embargo el potencial riesgo de cola gruesa sistémico que podría suponer un ataque terrorista con una bomba nuclear sucia hace que sea mucho más sensato que acepten el coste de ser paranoicos con tal de evitar dicho riesgo.
El riesgo del COVID-2019
Hecha esta larga introducción vamos al tema que nos ocupa. ¿Cómo deberíamos gestionar el riesgo del COVID2019?
Lo que sabemos hoy en día del virus es que tiene una tasa de reproducción (R) de entre 2 y 3x, es decir un claro potencial de crecer de forma exponencial si no se toman medidas (la tasa de reproducción siempre se suele sub estimar en las fases iniciales de una infección), una letalidad aparente de entre el 1%-3% (puede ser inferior al 1% ya que puede haber un claro sub diagnóstico o puede ser superior al 2% si el número de casos colapsa un sistema sanitario, como ha sucedido en Wuahn o puede estar sucediendo en Irán).
También sabemos que no tenemos a día de hoy vacuna, que tampoco tenemos un tratamiento 100% eficaz y que es un organismo con alta capacidad de mutación (aunque generalmente las mutaciones suelen tender a hacer el virus más benigno, nadie puede asegurar que no suceda lo contrario.)
En nuestra opinión el COVID-2019 es un claro potencial riesgo de cola gruesa, multiplicativo y sistémico y lo deberíamos gestionar como tal. Es decir, cualquier coste que soportemos hoy para reducir dicho riesgo es muy inferior al coste que soportaremos si dicho riesgo acaba plasmándose.
Importante: No estamos diciendo ni mucho menos que vayamos a morir todos por el COVID-2019 y que esto va a ser el Apocalipsis final. Lo normal es que no pase nada y que el COVID-2019 acabe pasando por nuestras vidas sin pena ni gloria.
Lo que estamos diciendo que ante un potencial riesgo de cola gruesa, multiplicativo y sistémico, no poner toda la carne en el asador para reducir dicho riesgo es una actitud irracional e irresponsable.
No gestionar de forma paranoica riesgos de esta naturaleza es lo más parecido a jugar a la ruleta rusa. Tienes más probabilidades de que no te toque la bala que de que te toque pero si te toca el daño es tan grande versus el coste que tienes de no ponerte a jugar que aceptar jugar a la ruleta rusa es totalmente racional.
Hoy por desgracia, parece que muchos gobiernos están aceptando jugar a la ruleta rusa.
¿Qué hacer con el riesgo del COVID-2019?
Si estamos de acuerdo que el COVID-2019 es un potencial riesgo de cola ancha, multiplicativo y sistémico tenemos dos opciones válidas para gestionarlo:
1- La opción sensata:
Ante un potencial riesgo de cola ancha, multiplicativo y sistémico, la opción más sensata es hacer todo lo posible, sea cual sea el coste y por drástico que pueda parecer, para minimizarlo desde el minuto cero. Sea cual sea dicho coste será ínfimamente inferior al coste que sufriremos si este potencial riesgo riesgo de cola ancha, multiplicativo y sistémico se convierte en una realidad.
La única forma que tenemos hoy para reducir el riesgo del COVID-2019, es logrando aproximar lo máximo posible su tasa de reproducción a 1 o por debajo de 1. Es decir atenuar su naturaleza multiplicativa y ganar tiempo mientras se desarrolla una vacuna. China parece que lo entendió bien, con retraso de un par de meses, aplicando drásticas y costosas medidas de cuarentena. No hace falta decir, que a medida que pasa el tiempo y el riesgo de cola ancha se va plasmando más costosas serán la medidas que deberás tomar para contener dicho riesgo, incluso si tardas mucho en tomarlas puedes llegar a un punto de no retorno.
Si China cometió un claro error inicial no gestionando de forma apropiada un riesgo de cola ancha, multiplicativo y sistémico, más sorprendente ha sido para mi ver la reacción ante este riesgo de la mayoría del resto de países, donde los responsables políticos han preferido aceptar jugar a la ruleta rusa, con una actitud irresponsable en la forma de gestionar un riesgo de esta naturaleza y despreciando tomar medidas drásticas para contener la tasa de reproducción del virus.
Sabemos que los controles de temperatura en los aeropuertos no son eficaces, pero sólo que consigas detectar el 10% de los infectados que entran en un país estás ayudando a reducir la tasa de reproducción. Lo mismo sucede con prohibir las grandes aglomeraciones, o cancelar el curso escolar. Todo son medidas destinadas a reducir la tasa de reproducción del virus.
Sabemos perfectamente que llevar mascarilla no evita la infección, pero en Wuahn prohibieron salir a la calle sin mascarilla no para proteger a la gente que no estaba infectada sino para reproducir la tasa de reproducción del virus por la gente que estaba infectada y no estaba diagnósticada.
Ver como en nuestro país los líderes politicos pedían que se celebrase el Mobile World Congress en Barcelona, o que no se hagan controles de temperatura en los aeropuertos, no se controle la entrada en el país de personas que provienen de regiones donde está claro que el COVID 2019 está extendido, no se prohiban los actos multitudinarios y se tomen otras medidas drásticas en una fase inicial es una forma inadecuada e irresponsable de gestionar un riesgo de cola ancha, multiplicativo y sistémico. Una especie de aceptamos jugar a la ruleta rusa crucemos los dedos y a ver si tenemos suerte.
2- La opción Punk:
Aunque ya hemos comentado que existe medidas para mitigar un potencial riesgo riesgo de cola ancha, multiplicativo y sistémico, filosóficamente también es una opción de afrontarlo de forma casi nihilita o darwiniana. La naturaleza es la que es, y los riesgos de cola ancha, múltiplicativos y sistémicos, de producirse pueden ser positivos en el largo plazo en el sentido que suelen cebarse en los elementos más débiles de la sociedad. Así que mejor no hacer nada para mitigar dichos riesgos asumiendo costes a corto plazo. Ocurrir, ocurrirán pero como suelen ser riesgos que se producen muy de vez en cuando vivimos mejor sin ser 1.000 veces paranoicos y equivocándonos sólo 1 vez que siendo paranoicos 1.000 veces y equivocándonos 999. En este sentido los políticos suelen ser bastante punkies.
Nota: Referencias = Systemics Risk of Pandemics. Nassim Nicholas Taleb