Portal Paranormal
2 min readJul 20, 2018

La Leyenda del Alicanto

El Alicanto es un pájaro nocturno de la zona de la región de Tarapacá y Atacama. Se cree que se alimenta de metales preciosos y que su cuerpo no proyecta sombra en la tierra, sus ojos despiden plateados destellos y sus alas brillan en la noche como la plata o el oro dependiendo del tipo de mina donde haya estado.

A veces se lo representa de color metálico verde cobrizo, con grandes alas, de pico encorvado, patas largas y feroces garras.

El Alicanto no puede volar por el peso de su alimento metálico, desplazándose lentamente; pero cuando no ha comido es capaz de correr raudamente.

Se dice que la hembra empolla solo dos huevos, cuyas cáscaras serán de oro o plata según el metal del que ella se nutra.

Hay que seguir con mucho sigilo al Alicanto para que conduzca hacia las vetas o tesoros, pues si advierte la presencia de algún humano pliega sus alas brillantes y se confunde con las sombras; también puede enceguecer al ambicioso o dejarlo al borde de un precipicio, porque es sabido que solo guiará hasta los yacimientos a los mineros de buen corazón.

Al saberse acosada, esta ave fabulosa pone a prueba la voluntad de su perseguidor: lo hará subir y bajar cerros para comprobar su perseverancia; aguardar y desesperar para conocer su fe. Si el minero tiene auténtica vocación podrá encontrar la veta siguiendo al Alicanto, como lazarillo en la oscuridad. En cambio, si es avaro, será abandonado en la oscuridad o conducido hacia un profundo barranco.

En varios relatos históricos hay descripciones de extraños sucesos sobre arrieros y mineros extraviados y sin rumbo que finalmente descubren vetas de minerales. A pesar de que las crónicas oficiales no lo mencionan, los lugareños atribuyen estos hallazgos al misterioso Alicanto. Así, por ejemplo, se sostiene que fue uno de ellos el que guió a Juan Godoy hacia el mineral de plata de Chañarcillo, el 16 de mayo de 1832.