7 Hábitos para ser una persona altamente efectiva
Como convertirse en una persona altamente efectiva poniendo en práctica 7 hábitos fundamentales
Los 7 hábitos salen de un libro best seller internacional con más de 25 millones de copias vendidas. El autor Stephen R. Covey pasó su vida investigando y trabajando para crear esta fabulosa obra que nos dejó para convertirnos en personas realmente efectivas.
Y valga la redundancia el libro se llama: Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas.
Miles de líderes alrededor del mundo cambiaron su forma de vivir gracias a estos hábitos y hoy quiero compartirlos con ustedes.
1) Ser pro-activos
Hay dos tipos de personas en el mundo, las personas reactivas y las personas pro-activas.
Las personas reactivas pasan su vida echándole la culpa a factores externos por su situación actual, por ejemplo, cada vez que voy a comprar al almacén, el dueño se queja de que no vende, me dice “cada vez está más difícil pibe, la inflación me está matando y todo es por culpa de Mauricio Macri”. Si bien es verdad que la crisis nos afecta a todos, el almacenero podría tomar una postura diferente respecto al problema. Él podría buscar la forma de, a pesar de la crisis, ofrecer algunas promociones que atraigan a más clientes o agregar algún servicio como por ejemplo, la entrega a domicilio o algún otro beneficio que los clientes estén dispuestos a pagar.
Esa diferencia lo convertiría en alguien realmente productivo.
Algo muy importante para ser productivos es alejarnos de la información que no suma en nuestros objetivos. Una de ellas son las noticias tristes y deprimentes que a diario se escuchan en la tele y en la radio, esos factores externos nos contaminan y despiertan en nosotros sentimientos de impotencia que más tarde se convierten en reacciones que afectan nuestra productividad.
No te enfoques en cosas que no podés cambiar si no estás haciendo nada por cambiarlas.
Nuestro cerebro busca siempre el camino más fácil, es un método arcaico que utiliza nuestro sistema nervioso central para ahorrar energía, por eso siempre es más fácil reaccionar y no pro-accionar, siempre será más fácil para nuestro cerebro echarle la culpa a los demás antes de hacernos cargo nosotros y buscar la manera de solucionar ese problema puntual.
2) Empezar con un fin en mente
¿Cuantos proyectos habrás comenzado en toda tu vida? 25? 50? 100? ¿Cuantos de ellos terminaste? Yo, muy pocos.
Una cosa que nos pasa a todos es que comenzamos proyectos, pero la minoría lo hacen con un fin en mente o con un objetivo muy desarrollado.
Lo más importante es desarrollar bien la idea, tomarse el tiempo de visualizar ese proyecto terminado. Por ejemplo, un buen ejercicio es preguntarnos cómo nos vemos de acá a 5 o 10 años. Anotarlo, escribirlo en un cuaderno personal y releerlo una o dos veces por semana, editarlo y volverlo a leer. Eso nos va a dar una visión más clara de lo que queremos lograr y nos va a mantener alerta cuando los factores externos nos intenten afectar y desenfocar de nuestros objetivos.
3) Establecer primero lo primero
Si le preguntás a alguien: — ¿que objetivo es importante para vos? — te puede llegar a responder:
- Cuidar mi salud.
- Ser una persona honesta.
- Trabajar para cumplir mis sueños.
O cualquier otra cosa parecida.
La realidad es que esas respuestas tienen algo de verdad, pero a la vez, muy pocas veces el 100% es su objetivo más importante. Porque la mayoría de las personas hacen poco y nada para realmente respaldar y cumplir sus objetivos, en los tiempos libres en vez de capacitarse, lo utilizan en las redes sociales o mirando la tele. Tal vez su objetivo es “verse más delgado y comer más sano”, pero ante la primera tentación deciden comer en una cadena de comida rápida y en vez de ir al gym deciden ir a la casa de un amigo a jugar al FIFA.
Por estos motivos es crucial que seamos honestos con nosotros mismos, conozcamos nuestras debilidades y pongamos en primer lugar lo primero para poder cumplir nuestros objetivos.
Volviendo al ejemplo de querer adelgazar y ser una persona más saludable lo que deberíamos poner primero es hacer ejercicio diario, al menos, 30 minutos y en segundo lugar tener una dieta baja en calorías, grasas, azúcares y carbohidratos, eso sería poner primero lo primero. Cuando venga “la tentación” de querer hacer algo que puede ofuscar nuestro objetivo, debemos preguntarnos ¿hoy ya hice lo primero?.
Por ejemplo, si quiero convertirme en un programador experto en apps móviles, pero hoy me dieron ganas de jugar un rato al Fortnite, debería preguntarme ¿ya estuve al menos una hora programando o leyendo algún libro sobre programación?, si la respuesta es no, debería dejar el juego de lado y ponerme a hacer lo primero.
Poner primero lo primero, forma en nosotros el hábito de siempre priorizar lo que nos va a ayudar a cumplir con nuestros objetivos y a no abandonarlos en la primera vuelta.
4) Pensar en ganar-ganar
Ganar-ganar habla de dos personas o partes.
Quiere decir que cuando estemos haciendo un trato o negociación, ambas partes salgan ganando. Por ejemplo, si yo estoy ofreciendo el servicio de desarrollo de apps y un cliente necesita una aplicación para su negocio en el que vende muebles y necesita que sus clientes puedan ver su catálogo en el celular, pero yo le desarrollo una aplicación que no satisface sus necesidades y encima se la entrego fuera de término, yo gané mi dinero, pero mi cliente perdió lo que realmente necesitaba. A largo plazo el ganar-perder se convierte en perder-perder, porque ese cliente no me va a volver a llamar nunca más.
Básicamente se trata de eso, de jamás hacer que las demás personas que se relacionan con nosotros pierdan. Ya sea un familiar, un amigo, un cliente o un proveedor, siempre seamos personas que pensemos en ganar-ganar.
5) Primero procura comprender, luego ser comprendido
Empatía: def. Participación afectiva de una persona en una realidad ajena a ella, generalmente en los sentimientos de otra persona.
“Si quieres poder dialogar o discutir con alguien de forma coherente y correcta, primero deberías poder defender su punto de vista mejor de lo que lo defiende esa persona”
— Charlie Munger
Muchas veces las personas vienen a nosotros para que los ayudemos a resolver algún problema y la mayoría de las veces, sin querer, en vez de ayudarlos empeoramos su situación con nuestros comentarios antipáticos y egocentristas.
Para poder realmente ayudar a otros a resolver un conflicto, ya sea con una conversación o incluso ofreciendo un producto o servicio, es fundamental que nos pongamos en los zapatos del otro, que realmente podamos estar de su lado e intentar sentir lo que ellos sienten, y sólo así, podremos comprender la profundidad de su problema o su situación.
No todos los problemas son clavos y no todos los problemas se resuelven martillando.
6) Sinergizar
La sinergia es la acción en conjunto de varias personas ante una función común.
Es normal que aveces queramos hacer todo nosotros, pero como decía mi abuela “el que mucho abarca, poco aprieta”. Y es una realidad, el querer estar en todas, no ayuda a que se cumpla una función con eficiencia, no ayuda al equipo (si lo hay,) y nos perjudica a nosotros mismos, porque perdemos tiempo haciendo cosas en las que realmente no somos buenos.
En mi trabajo, yo formo parte de un equipo de desarrollo y nuestro objetivo en común, es desarrollar aplicaciones que ofrezcan funcionalidades específicas.
En el equipo hay diseñadores, desarrolladores backend (que se encargan más de la lógica detrás de la parte visual), desarrolladores frontend (que se encargan de la parte visual de las aplicaciones) y un líder de proyecto (que define las tareas de cada uno de nosotros y nos orienta para poder ser más efectivos y eficientes en la entrega del producto digital).
¿Se imaginan si una persona tendría que hacer todo eso sola?, ¿cómo se organizaría?, ¿cuánto tardaría en entregar el producto?.
No digo que sea imposible, lo que digo es que no es efectivo ni eficiente.
Por eso, para Stephen Covey es saludable sinergizar. Buscar personas capacitadas que saben hacer bien eso que nosotros no, incluso, buscar personas que nos puedan ofrecer o proveer algo que a nosotros nos hace falta o que tardaríamos mucho en fabricar por nuestros propios medios.
Para poder sinergizar, es crucial aprender a delegar.
7) Mantener la sierra afilada
Dame seis horas para cortar un árbol y pasaré las primeras cuatro afilando el hacha.
— Abraham Lincoln
Tu cuerpo y tu mente es el hacha, los problemas y desafíos son el árbol. Si decidís afilar tu cuerpo y tu mente, cuando te encuentres con problemas y desafíos en la vida, va a ser mucho más fácil solucionarlos, porque tu capacidad para enfrentarlos se va a ver mucho más desarrollada.
Éste hábito se trata de mantenernos afilados, buscando mejorar cada día, auto-capacitarnos, leer más, estudiar más, hacer más deporte, ser curiosos y autocríticos, aprender de los errores y no volverlos a cometer.
Si mejorás un 1% cada día, al final del año vas a ser un 365% mejor.
Aplicar estos hábitos a nuestra vida diaria, mejora significativamente nuestra efectividad, nos hace personas más decididas, confiables y empáticas.
Nos ayuda a cumplir nuestros objetivos de corto, mediano y largo plazo.
Nos incentiva a ser mejores personas, a crecer y a desarrollar nuestras habilidades.
Aprendemos a delegar tareas y buscar la ayuda de esa persona idónea para ese trabajo.
Los niveles de frustración, disminuyen, porque nos volvemos personas más proactivas y menos reactivas, dejamos de procrastinar y hacer hoy, lo que podemos hacer hoy.
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