Cómo conseguí mi primera ronda de inversión

Jose Ignacio Andres
8 min readDec 18, 2019

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A lego rocket-man

Siempre quise construir cosas. No recuerdo desde cuándo. Como muchos, supongo, ya jugaba a construir castillos de pequeño. Simplemente creo que no se me pasó del todo nunca.

Unos cuantos años más tarde, aprendí a programar. Me parecía increíble poder construir algo funcional partiendo de la nada. Eso, y la sensación de poder hacer que muchísima gente lo usase.

Creo que fueron estos dos factores los que me llevaron a entrar en el mundo de las startups. Bueno, y la pura casualidad, al menos al principio. Trabajar creando productos digitales me apasiona. Pero siempre quise hacer algo más, montar un proyecto propio y desde cero. Tras muchos años aprendiendo, primero con Dokify, luego con Finizens, y una última etapa en Rollbox (ahora Personio), este 2019 tenía claro que ya me tocaba.

Dar el salto

Aunque busqué entre mis colegas más cercanos alguien para hacer la locura, o bien por el momento vital que atravesaban, o bien por las motivaciones profesionales, no fue posible y en abril de 2019, decidí emprender en solitario.

No tenía una idea predefinida, pero estando en el ecosistema tech, me toca muy de cerca el problema del talento, tanto atraer, como retener es complicado no, lo siguiente. Eso sumado a mi experiencia como CTO gestionando equipos, me hacía pensar que podría tratar de resolver alguno de estos problemas. Eso sí, siempre he tenido claro que lo haría a través de un producto, es lo que me gusta hacer.

Me puse a hablar, casi literalmente, con todas las personas que conocía, y con contactos de contactos, para preguntarles a qué problemas se enfrentaban cuando hablamos de la gestión de sus equipos.

Recurrentemente aparecían dos aspectos: comunicación interna/feedback y cultura de empresa. Cuando hablaba con fundadores y CEOs, me transmitían que tenían muchísimas dificultades para entender lo que el equipo necesitaba, y cuando hablaba con miembros de un equipo, podías leer entre líneas que, claramente, en demasiados casos, no compartían muchas de las normas, escritas o no, establecidas su empresa.

Mi conclusión: toda esta peña tiene un gran problema de alineamiento.

Además, y esto es especialmente importante, no era un problema aleatorio. Tener una cultura de empresa “sana” es algo que me ha parecido siempre clave para que un proyecto funcione. Es algo innato en mi prestar especial atención a este aspecto y en mi experiencia laboral he podido ver qué ocurre cuando cuidas al equipo y cuando no. Por supuesto, no es indispensable, pero si nos ponemos “fríos” y miramos solo los números, es algo que sumará muchos puntos a las probabilidades de éxito. Por eso, me parecía importante que si iba a invertir potencialmente varios años de mi vida, fuera en algo con sentido para mi, y creo que conseguir que las organizaciones sean mejores lugares para trabajar es un gran propósito.

De la nada al MVP

Da para otro post, pero se puede resumir en que en mayo, con ese problema en mente, me lancé a validar si alguien estaría dispuesto a usarlo y a pagar por ello.

Empecé con una idea bastante básica: vamos a preguntar al equipo cómo está. Creé un Google Sheet como si fuera una base de datos. En una hoja, algunas preguntas, catalogadas por temáticas, en otra, la lista de los emails de un equipo y, por último, otra hoja donde recoger las respuestas a las preguntas. Con no más de 100 líneas de código para enviar emails y recoger las respuestas, en un par de días tenía un prototipo funcionando. Esa fue la primera versión de nailted.

Me fui a enseñarlo a las personas con las que había hablado. A la mayoría les gusto la idea y no tuvieron mayor reparo en probarlo. Al cabo de 1 mes algunas empresas me transmitieron que no solo querían probarlo, si no que les gustaría mantenerlo en el tiempo. Fueron los tres primeros clientes.

Bootstrap vs VCs

La idea de buscar financiación de capital riesgo siempre resonaba en mi cabeza, al fin y al cabo, llevo toda la vida currando en startups. Sin embargo, tenía bastante claro que, si lo hacía, no sería desde un Power Point. Quería validar la idea por mis propios medios.

Uno de los factores que me hicieron empezar a pensar en buscar financiación ha sido estar varios meses sin compañeros de trabajo. No por el mero hecho de estar con gente, así sin mas, sino por quienes he tenido la suerte de tener como compañeros en los proyectos anteriores. Lo que he aprendido estando rodeado de cierta gente es impagable. Así que volví a intentar tirar la caña 🎣 a varios de ellos, pero sin una mínima seguridad económica era inviable para la mayoría.

Al mismo tiempo, mientras seguía con mi rutina de hablar con todo el mundo, algunos inversores se acercaron a preguntar si estaba buscando financiación. Estos dos factores fueron suficiente para que me lo empezara a plantear en serio. Era mediados de septiembre y tras meditarlo un poco dije, bueno, por tantear no pierdo tanto, vamos a ver que pasa…

Cuánto, cuánto??!

Para decidir cuánta pasta necesitaba, simplemente hice proyecciones en un xls: básicamente captación y contratación. Claramente puedes hacer que los números pongan lo que quieras, pero intenté ser honesto y conservador en las predicciones.

Llegué a la cifra de 150.000€. Esta cantidad, no muy alta para lo que se ve en los medios, era suficiente para una primera fase del proyecto. No necesitaba más. Así que el next step era ponerle un precio a la empresa. Mi reflexión fue sencilla. No quiero diluirme más de un 10%, así que la valoración que propondré será de 1,5M€.

Opté por hacerlo mediante una Nota Convertible. Ni idea de lo que era esto. Pero tanto Pierre de Transparent como Jaime de K-Fund no tuvieron problema en explicármelo. 🙌 Gracias! En resumen, es un contrato de préstamo, privado entre el inversor y la empresa, en el que, por resumir, se indica la valoración a la que se comprarán las acciones a futuro. Esta compra se hará efectiva cuando se haga la siguiente ronda de inversión, esta vez ya sí haciendo una ampliación de capital. Este formato es muy práctico porque con solo una firma por ambas partes, puedes ir recibiendo el dinero en el momento, sin esperar a poner a todos de acuerdo.

¿Y por dónde empiezo?

De entrada, tenía una idea bastante equivocada. Veía un VC, o a los inversores en general como una organización o personas a las que es complicado llegar, y no, al menos para mí no lo ha sido. El 90% se ha mostrado muy accesible. Otra cosa es que luego el interés se materialice.

No hice una selección, simplemente empecé a preguntar y a pedir intros a mis conocidos, y eso fue todo. La bola echó a rodar por sí sola y poco a poco fui recibiendo emails pidiendo info del proyecto.

Hablé con emprendedores que hicieron exits y ahora invierten de vez en cuanto, Business Angels más activos, algún que otro fondo de VC… Y en general, lo veían como una buena oportunidad de inversión. No todos, por supuesto, pero algunos me ayudaron a ver más allá y comprender que es un campo y un modelo que puede llegar a ser algo muy grande.

La valoración fue aceptada bastante bien casi siempre. Las primeras conversaciones me ayudaron a entender que no estaba diciendo una tontería. No se vosotros, yo es que nunca había tenido nada en propiedad que valiera 1,5M€ 😆 … no podía evitar tener algo de desconfianza 😅
🙌 Gracias Tomaso por tu feedback!!

💡 Haría muy diferente el proceso ahora, me prepararía un buen funnel, como si fueran leads, de todos los inversores a los que quiero presentar (y así no perder tiempo con algunos que… 💩)

Apenas preparé documentación al principio, la fui generando sobre la marcha. No sé si es algo bueno, o no. Pero en las primeras conversaciones, me dedicaba básicamente a responder a las preguntas que me hacían. Me sirvió para entender qué cosas debía responder, y así, sin
mucha prisa, monté un primer Investor Deck, que no me gustaba demasiado, pero era una base
. A medida que la conversación con los potenciales inversores se ponía interesante, fui recabando más información y perfeccionando, tanto el pitch como la propia presentación.

💡 Ahora haría esto diferente: 1) me curraría el pitch mucho más y 2) también habría estado bien darle un poco más de cariño al deck, sin volvernos locos tampoco…

Bueno, y la moto… ¿qué prestaciones tiene?

Obviamente los inversores no han comprado un pedazo de código… ¿entonces qué?

En este momento, octubre de 2019, el proyecto ya facturaba más de 2.000€ de MRR. No es para tirar cohetes, pero por lo visto bastante bien teniendo en cuenta los recursos invertidos.

Conseguir los primeros 50K cambiaron todo, aunque estaba lejos de la cifra buscada, tener los primeros inversores hace que los demás sean menos escépticos. Creo que en gran parte porque yo mismo tenía mucha más confianza.

Con los siguientes fui capaz de convencer al dream-team. Dándoles cierta garantía económica, tanto por la inversión, como por la tendencia de crecimiento en facturación. Bueno, y por ser muy pesado, creo que eso también ha tenido que ver 😅

Otro aspecto interesante es la tendencia, hay bastantes indicadores que hacen ver cómo cada vez las empresas están más concienciadas de que tener una buena cultura de empresa, un equipo alineado con ella, y un feedback constante, son una ventaja competitiva como pocas.

¿Y al final qué?

Pues al final, por la novatada, he tenido más conversaciones en serie que en paralelo, y los tiempos se han alargado algo más de lo que me habría gustado, pero han sido 3 meses muy interesantes y todo ha resultado más que bien :)

Por ir con un poquito más de margen, y por hacer hueco a inversores que me encantaron, terminamos el año cerrado un ronda de 170.000€. No es una ronda que dé para cubrir portadas de periódicos, pero pensamos que es suficiente para arrancar el 🚀.

Para mi esta ronda supone mucho más que dinero, es poder construir algo tan significativo como Nailted. Con un propósito con el que me siento tan identificado, iniciar este camino es, en sí mismo, un objetivo vital conseguido.

Quiero aprovechar para dar las gracias a todas las personas que me han ayudado de un modo u otro por el camino: Gracias Lydia, Víctor, Pierre, Chema, Javi, Andrea, Guillermo, Ana, Justyna, Héctor, Jesús, Miguel, Ruth, Félix, Tomaso, Jose Miguel, Carlos, y a todos los que pueda estar dejando, por haberlo hecho de entrada y porque sí.

Y no podía terminar sin decir que me encanta tener la confianza de inversores de la talla de Big Sur Ventures, Tomaso Cremonesi, o Business Angels, que ya cuando me dijeron su nombre, supe que habría 💙 match: Habichuelas, Siesta y Tiruriru.

Ah, y también nos hemos mudado al Google Campus, dentro del programa de aceleración de SeedRocket (Gracias Bea 😉), con lo que ahora tenemos el equipo, los recursos y el mejor entorno posible ¡Empieza lo bueno!

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