Aprender haciendo: desarrollando habilidades cuando la situación lo demanda

Juan Martín Germano
WhoKnows
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4 min readJan 27, 2018
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Hace unos meses, desde octubre para ser preciso y con solo un año de experiencia en el rubro, me embarqué en la aventura de armar una agencia digital con dos socios.

Es increíble la cantidad de cosas que uno puede aprender trabajando in-house durante un año en el medio creativo. Pero ese aprendizaje no está ni cerca de alcanzarle a alguien para empezar una agencia propia. Sin embargo, casi 4 meses después, aquí estamos.

Si bien la universidad brinda sus herramientas, no soy el único loco que piensa que la educación universitaria, por lo menos en el rubro digital, funciona cada vez menos.

Entonces; ¿cómo aprendemos lo que no nos enseñan todos los días? Claro, hagamos cursos online.

Si, también son una gran herramienta. Y más aún si son presenciales. Pero todavía nos falta un condimento.

El condimento de la necesidad de aprender.

Todo muy lindo con las materias de la carrera, o con todos los tópicos que se tocan en el curso online de desarrollo web que estoy haciendo. Pero; ¿cómo aplico esos conceptos en el mundo real? ¿Cuándo tendré la posibilidad de volcar todas las cosas que aprendo en una situación laboral demandante?

Aprendizaje activo vs pasivo

Hace unos meses que estoy haciendo el experimento de comparar cuánto tiempo me lleva absorber conocimientos de forma pasiva y cuánto de forma activa.

En mi situación, le llamo aprendizaje pasivo a todos aquellos conocimientos que desarrollo simplemente por el hecho de aprender. Por ejemplo, cuando leo un artículo por pura curiosidad, o veo un documental porque alguien me dijo que era interesante, o rindo una materia simplemente porque forma parte del programa de una carrera.

Por otro lado, el aprendizaje activo se trata de absorber información que me brinda herramientas para utilizar en mi día a día laboral.

Veámoslo con un poco más de detalle.

Hace dos meses me contactó una conocida para comentarme sobre un proyecto que está llevando a cabo y, seguido de eso, consultarme si le podría ofrecer una solución (en este caso, se trataba de diseñar y desarrollar un e-commerce).

Pero había un problemita. Jamás, en estos 2 años que llevaba insertándome en el mundo del diseño web, había hecho algo parecido a un e-commerce. No tenía ni la menor idea de cómo llevarlo a cabo.

La salida fácil y que yo mismo imaginaba que iba a tomar era simplemente decirle que no y, en una de esas, pasarle el contacto de algún conocido mío para que le resuelva el problema.

Tomando la salida fácil.

La salida difícil era presupuestarle el proyecto y decirle que si, poniendo una fecha estimativa de realización basada en un plan de trabajo. Y, por supuesto, aprender a realizar esa solución mientras, bueno, la hacía.

En una situación de demanda laboral, en donde tomar la salida fácil implica perder un cliente (que conlleva no solo a no generar ingresos sino a perder un proyecto y, siendo una agencia nueva, es lo que más necesitamos) no nos queda mucha opción. O tomamos la salida difícil, o tomamos la salida difícil.

Tomar la salida difícil tiene muchos resultados, pero el que más deseo destacar es aquel que tiene que ver con adquirir nuevas habilidades.

Hay dos formas de aprender a hacer un e-commerce. Podría aprender a hacerlo simplemente por curiosidad, durante los fines de semana, para ver a qué resultados puedo llegar (aprendizaje pasivo).

O bien podría aprender a hacerlo en una situación de demanda absoluta, en donde no hacerlo implica perder un trabajo (aprendizaje activo).

Si Yoda fuese consultor de Weland…

O tomamos la salida difícil, o tomamos la salida difícil.

Pros y contras de tomar esta actitud frente a los clientes

Encontré únicamente una contra, y es el tiempo.

Si, probablemente va a llevar bastante más tiempo del esperado realizar algo que nunca antes habías hecho. Y si eso significa trabajar los fines de semana, lo primero que recordamos es que estamos construyendo una agencia.

Los pros son un poco más extensos.

Tomamos la salida difícil y le dimos el si a algo que jamás nos imaginamos que nos iba a tocar. Cuando se llegue al resultado final, probablemente hayas desarrollado una nueva habilidad que, eventualmente, puede implicar en un nuevo servicio a ofrecer.

En Weland, gracias al proyecto del e-commerce que mencioné anteriormente, tuvimos la posibilidad de tomar como referencia ese primer trabajo para comenzar, de a poco, a especializarnos en ofrecer soluciones para tiendas online (vale aclarar que es un servicio muy demandado).

Por cierto, trabajamos todos los días sobre cómo actuar frente a los clientes.

Conclusiones

Aprender haciendo se transformó no solo en experiencia, sino también en un nuevo servicio que, eventualmente, trajo nuevas oportunidades.

Además, aprender haciendo nos da la posibilidad todos los días de mejorar nuestras habilidades en muchos aspectos.

Cada proyecto que toca la puerta de Weland llega con nuevos desafíos y nuevas cosas por aprender mientras hacemos el trabajo. Siguiendo esta metodología, hoy me animo a decir que el aprendizaje como creativos no termina nunca.

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Juan Martín Germano
WhoKnows

I help startups and entrepreneurs scale visibility through Product Design and Strategy / imgermi.com