El étymon espiritual de Leo Spitzer en Eternos de Gillen y Ribiç

El centro ordenador configura a los personajes

PT Tremens
8 min readJan 24, 2022

Citando a Dylan Thomas: “To begin at the beginning”.

Si yo llego a ver esto en 1977, no hubiera sobrevivido al impacto

Los Eternos fueron unos personajes creados por Kirby en 1976. La premisa es ya debidamente conocida: criaturas inmortales que viven entre nosotros desde el comienzo de la vida inteligente y que han estado a veces moldeando y a veces al margen del curso de la historia humana. Los Eternos son, bueno, eternos. Kirby traslada a las páginas un mundo que mezcla el mito y la ciencia-ficción, basada probablemente en el (infame) Recuerdos del futuro de von Däniken, libro pionero en la conspiranoia de que los aliens crearon las pirámides, el Diluvio Universal, y guiaron el buen discurso de la humanidad; había sido publicado por primera vez en el 68 y fue creciendo en popularidad durante los 70 (y no seré yo el que señale que el tufillo racista del librito que propone que era imposible que los negritos y los machupichus fueran técnicamente más avanzados que los blancos sin ayuda de alienígenas o dioses le pareciera una propuesta apetecible a un objetivista de confesa extrema derecha); sumado a que la idea de mezclar ciencia ficción y tecnología loca ya había sido una con la que Kirby había jugueteado tanto en los 4 Fantásticos (con sus Inhumanos, que honestamente cualquiera confundiría) y con sus Nuevos Dioses(en la acera de enfrente), los Eternos aúnan estas inspiraciones. Su etapa fue apabullante pero no llegó a los 20 números.

Todo lo que rodeaba a los Eternos era delicado e invitaba a los artistas de las otras colecciones del universo Marvel a no tocarlos mucho por varios motivos. Primero, algunos detalles contradecían hechos ya señalados en el universo Marvel (como que el Olvidado había originado las leyendas de Gilgamesh y Hercules, dos personajes que ya existían en los cómics en ese momento). Segundo, eran un poco “los juguetes de Kirby” y ¿acaso no saben que en esta editorial es verdadera devoción lo que hay por Kirby?. Tercero: estéticamente se parecían mucho a los Inhumanos, y puestos a colocar una especie alienígena oculta entre los humanos desde hace milenios a la espera de que otra raza alienígena reaparezca, pues para eso tira con los Inhumanos, que la Antorcha Humana se ha enrollado con una de ellos. Dicho lo cual, Sersi y Starfox fueron Vengadores; se declaró que Thanos forma parte de los Eternos; en los 80, Buscema, Gillis y Simonson desarrollaron algunos conceptos de los desviantes, a los que embebieron de mayor complejidad. No es hasta 2006 que Gaiman y JRJR hacen una miniserie en la que establecen algunos elementos nuevos: las cámaras de Resurrección, la resurrección en sí, etc. Luego llegan otros autores, añaden más pinceladas aquí y allá, pero se podría decir* que los grandes arquitectos de esta esquina de los superhéroes marvelitas son Kirby y Gaiman.

No voy a hablar de la película aquí, aunque si a alguien le interesa mi opinión: me gustó mucho, me hubiera gustado más si durase otras dos horas, creo que Ikaris está genial adaptado, ojalá Sersi hubiera estado cachonda 24/7 como en los tebeos, excelentes efectos especiales.

Quizá una de las propiedades más estimulantes de los Eternos es su categoría de mito. Entendiendo mito como análogo a mitema (esto es, siguiendo la definición de Lévi-Strauss**, las unidades básicas conceptuales que conforman una historia tradicional), los personajes son representativos de un concepto reformulado a lo largo de la historia por las civilizaciones con las que han estado en contacto. No es solo que Ikaris sea el Ícaro de la fábula, o que Sersi sea la Circe de La Odisea, sino que ellos no cambian: el mundo pivota y su visión sobre un mismo mitema se modifica, adquiere nuevos sentidos, pero ellos permanecen (y la palabra que uso aquí no es casual) eternos.

Otro punto de vista sobre el mito lo identifica con el símbolo. Los mitos son, siguiendo a Durand, elementos que resuenan y hacen ecos en los humanos por motivos evolutivos, psicológicos, sociológicos o antropológicos (que se peleen por las implicaciones ellos, a mí solo me interesa la definición) y que funcionarían como analogías.
Siguiendo con esta lógica, cada historia de los Eternos contada por Marvel desde Kirby hasta ahora se podría ver en un tono mítico: es decir, más que como historias autónomas como parte de una red de significaciones complejas con los demás textos míticos de los personajes que reinterpretan. Así, si Ikaris en un cómic se llena de soberbia y cree que sus acciones no van a tener ninguna acción negativa, retrotrae automáticamente a la historia de Ícaro, con la que se ha asociado tanto dentro de la historia (aunque indiquen que esa historia es falsa *dentro de la propia historia*) como fuera de ella (en elementos que funcionarían de puente simbólico entre Ícaro e Ikaris, como el vuelo o las similitudes de sus nombres).

Podría argumentarse que los Eternos funcionan como símbolo y como mitema; o en otras palabras, como elemento autónomo y significados asociados; o, en otras palabras, de metáfora.

Leo Spitzer, que era filólogo antes que crítico, produjo una forma de tratar el análisis literario consistente en buscar el étymon espiritual; encontrar, a partir de uno de los elementos de la obra, un principio ordenador que articula todo el relato (el étymon, el espíritu) y comprobar si este étymon funcionaba como eje central al compararlo con los demás elementos de la obra. Spitzer fue el primero en crear esta idea de péndulo analítico, que empieza fuera, llega al centro y vuelve fuera para regresar al centro y así sucesivamente.
No creo que todas las obras tengan un fundamento tan certero y simple como parezco apuntar (Spitzer lo dudaba), pero sí creo que funciona razonablemente bien como método de análisis, tanto para hacer un comentario como para crear a partir de él.
Si, por ejemplo, eligiéramos un principio ordenador comparando los mitos generados por cada uno de los Eternos (esto es, no solo las fábulas que Kirby usó de inspiración, sino las propias historias que Marvel ha publicado como relatos actuales de estos personajes mitológicos) y tratáramos de acercarnos a sus étymon espirituales individuales, probablemente acabaríamos dándonos con que todos los Eternos (todos los personajes de todas las historias, en realidad, pero dejadme que me centre en las personas alienígenas artificiales, por favor) tienen un mitema fundamental, una idea que sirve de cimiento para construir y germinar los símbolos que se les asocia.

Ahora, si en lugar de significados míticos pensásemos en una escala más personal y humana, cada mitema serviría de identidad de cada uno de los Eternos. Su étymon sería un mitema, y conformaría el centro a partir del cual se desarrollan los demás aspectos de su psique. Dicho de otro modo, si siguiéramos a Spitzer, los Eternos serían reductibles al axioma “tal Eterno es X”.

Hablemos de Kieron Gillen.

Así concluye la primera página de The Eternals, de Kieron Gillen y Esad Ribiç, declarando que Ikaris es la flecha.

Además de por las muchas y buenas ideas que tiene y desarrolla Gillen, sus Eternos tienen la particularidad de identificar a cada personaje con una cosa.

Druig es la serpiente, Phastos es la forja y el martillo
Kingo es la máscara sonriente, Thena es el libro y la espada

Podría pensarse que estos aforismos reduce los personajes a una única característica, pero sería erróneo. Todos los personajes tienen un núcleo, explicitado metafóricamente a través de esta estructura (“Eterno es X”). Es en las ramificaciones de la metáfora donde se produce la variación que le da jugo a cada personaje. No es una reducción, sino un recordatorio. Es un punto de partida, a partir del cual el personaje entreteje sus posibles motivos. Lo que Gillen ha hecho en este comic ha consistido en el movimiento analítico pendular que quería Spitzer: a base de analizar los caracteres de los personajes, ha encontrado un étymon espiritual a partir del cual puede retrazar la trayectoria de los personajes.

Pero todo regresa al núcleo, y los Eternos son mucho más que su étymon, pero son sobre todo su étymon espiritual.

Ikaris es feliz cuando encuentra un objetivo, porque es una flecha

Los Eternos son criaturas creadas ad hoc a distintos niveles. A nivel diegético, son parte de La Máquina, es decir, la Tierra; son diseño de los Celestiales y cada uno tiene una función mecánica. A nivel extradiegético, son condensaciones de mitos, redibujados en sus nexos para formar un único mitema. Pero también los Eternos son unos personajes creados en 1976 por Kirby, redibujados por Buscema, reimaginados por Gaiman y Romita Jr, que están más allá de sus mitemas originales, porque son parte de un tejido más complejo. No son solo su étymon, no es que Ikaris sea solo una flecha, pero todo cuanto es Ikaris puede trazar su trayectoria de vuelta a esta idea.

Y no debe ser de otro modo, porque los Eternos son felices cuando cumplen su función. Para muestra, un botón: el mundo se está yendo al garete, la Tierra está a segundos de romperse rompe, e Ikaris puede arreglarlo pero está literalmente en el polo opuesto del mundo. Parece una situación imposible…

Pero eso es lo que hacen.

*Gracias a Arcalaus por chivatarme la cronología
** Os prometo que el antropólogo se llama Levi-Strauss. No tiene nada que ver con los pantalones. Que yo sepa.

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