Biografía de Santiago el Menor
El Justo, hermano del Señor
Jacobo de Alfeo, o Santiago hijo de Alfeo fue uno de los doce discipulos de Jesus segun los Evangelios de la fé Cristiana.
Fué apodado “El Menor” probablemente por su estatura o para distinguirlo del otro Santiago, hijo de Zebedeo y hermano de Juan el Evangelista.
No se sabe ni se menciona donde nació, pero su madre llamada María, probablemente era una pariente cercana de la Virgen María (Madre de Jesús). Por ello se lo nombra ocacionalmente como hermano de Jesús.
Santiago el menor era hermano de Judas Tadeo, otro apostol de Jesús.
Es mencionado por San Pablo en su carta a los Gálatas (Gal 1, 19).
Se le identifica también con aquél Santiago a quien se le aparece el Señor resucitado (1 Cor 15, 7).
Es el autor de la carta del Nuevo Testamento que lleva su nombre.
Según la tradicion y los escritos, después de la ascención de Jesús, Santiago se queda en Jerusalem.
Gozaba de gran autoridad en esta ciudad, prueba de lo cual es que San Pedro le manda anunciar su liberación (Hch 12, 17).
Junto con Pedro, Pablo y Bernabé toma la palabra en el concilio de Jerusalén (Hch 15, 13–21).
Fue el primer obispo de Jerusalén, con él queda a cargo la iglesia de dicha ciudad luego de la dispersión de los apóstoles por el mundo.
En sus escritos muestra que la fe debe realizarse en la vida, sobre todo en el amor al prójimo y de modo especial en el compromiso en favor de los pobres. Nos exhorta a abandonarnos en las manos de Dios en todo lo que hagamos, pronunciando siempre las palabras: “Si el Señor quiere” (Stg 4,15).
En el Arte, se le suele representar con rasgos parecidos a Cristo. Según algunos autores, se le parecía tanto que fue por eso que Judas Iscariote tuvo que darle un beso a Jesús, para que sus captores lo reconocieran.
Eusebio y Hegesipo relataron que Santiago fue martirizado por la Fe por los judíos en la primavera del año 62, aunque estimaban mucho su persona y le habían dado el nombre de “Santiago el Justo.”
Anano, el sumo sacerdote, hijo del famoso Anás mencionado en los evangelios, habiendo reunido al Sanedrín, o gran consejo de los judíos, convocó a Santiago y a otros ante él. Josefo, el historiador judío, dice que: “Santiago fue acusado de violar las leyes y entregado al pueblo para ser apedreado hasta la muerte.”
Pero Santiago aprovechó esa oportunidad para declarar su fe en Jesucristo de la manera más solemne y pública. Pues gritó en voz alta que Jesús, el Hijo del hombre, estaba sentado a la diestra de la Majestad Soberana, y que vendría en las nubes del cielo para juzgar al mundo.
Los escribas y fariseos, enfurecidos por este testimonio en favor de Jesús, gritaron: “También el justo ha errado”. Y subiendo a las murallas, lo arrojaron de cabeza al suelo, diciendo: “Debe ser apedreado”. Santiago, aunque muy magullado por la caída, tuvo fuerzas para ponerse de rodillas, y en esta postura, levantando los ojos al cielo, rogó a Dios que perdonase a sus asesinos, pues no sabían lo que hacían. Recibió una lluvia de piedras, y al fin un batanero le dio un golpe en la cabeza con su garrote, de los que se usan para vestir paños, tras lo cual expiró al poco rato.
Hacia el año 560, sus reliquias fueron llevadas a Roma y colocadas en la iglesia de los Doce Apóstoles.
Santiago el Menor es Patrón de los sombrereros, boticarios y tintoreros entre otros.
Es venerado en la Iglesia Católica, Anglicana, Copta y Ortodoxa. Su festividad se recuerda el 3 de Mayo.
