¿Por qué el Blockchain es la tecnología del futuro?

“El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad” -Victor Hugo

Durante los últimos meses, incluso años hemos escuchado sobre la revolucionaria tecnología del Blockchain y su prometedor futuro. Pero, ¿Qué sabemos en realidad de esa cada vez más famosa tecnología y porque es una parte crucial del futuro?

El término Blockchain hace alusión a una cadena de bloques, y se explica como una estructura de datos donde la información que lo compone se agrupa en “bloques”, esta puede ser compartida por una gran cantidad de usuarios y esencialmente permite almacenar información de manera inalterable, ordenada y perdurable en el tiempo. Su funcionamiento se basa en técnicas de criptografía y vio la luz por primera vez en el 2008, tras la publicación de un artículo que explicaba el funcionamiento del Bitcoin basado en el Blockchain (Nakamoto, “Bitcoin: A peer-to-peer electronic cash system”, 2008).

Surge en el contexto de Bitcoin ya que permite su funcionamiento. Esta tecnología permite procesar transacciones electrónicas de manera directa entre los participantes, sin necesidad de la presencia de una autoridad central o entidad intermediaria. Es bajo esta premisa que, esta plataforma funciona como un libro de registro público y transparente, a través del cual funcionan hoy en día todas (o casi todas) las criptomonedas existentes.

Don y Alex Tapscott definen a el Blockchain como “un libro digital incorruptible de transacciones económicas que se puede programar para registrar no solo transacciones financieras sino virtualmente todo lo que tiene valor” (Tapscott D. y Tapscott A., Blockchain Revolution, 2016). Cada transacción realizada es revisada y acordada tácticamente por el resto de los participantes, lo que le confiere a este “registro público” la característica de descentralización.

La creación de nuevos bloques es constante y es llevada a cabo por nodos conocidos como mineros. Estos últimos, son nodos en la red ubicados en cualquier parte del mundo, que participan en el proceso de transcripción de datos dentro del Blockchain, a cambio de una recompensa económica. Para poder

hacerlo, el minero debe competir con el resto de los mineros en la red, para resolver un rompecabezas criptográfico (Proof-of-work /PoW) y así ganarse el derecho a escribir el nuevo bloque oficial, además de finalmente obtener la recompensa económica.

Dentro de sus aplicaciones, no cabe duda de que destaca como plataforma protagonista para el funcionamiento de las criptomonedas. Gracias al sentido de descentralización que otorga, genera un entorno de confianza para las transacciones financieras que se llevan a cabo virtualmente, utilizando a estos activos digitales como medio de pago. El hecho de que no sea necesaria una entidad o intermediario, es una de las principales características de esta tecnología, que más seguridad les inspira a los usuarios. Además, sus particularidades imposibilitan a los gobiernos o entidades bancarias, a beneficiar a unos sectores por encima de otros.

Los contratos inteligentes (Smart Contract), es otra de las aplicaciones que está tomando vuelo en esta plataforma. Ethereum, segunda criptomoneda de más valor en la capitalización, cuenta con su propia Blockchain, y se dedica a los contratos inteligentes. Estas estructuras no son más que scripts (códigos pequeños) auto-ejecutables, que residen en la cadena de bloques y que permiten automatizar gran cantidad de procesos comerciales, al ejecutarse únicamente cuando se cumplan las condiciones especificadas, de una forma segura y transparente para todos los partícipes.

Dentro de la funcionalidad de los Smart Contract, destaca además la protección de la propiedad intelectual, tan necesaria hoy en día en internet. De esta manera, los contratos inteligentes protegen los derechos de autor y automatizan las ventas de proyectos o productos creativos online. Ejemplo de esta tecnología es Mycelia, una plataforma que sin duda está cambiando el panorama musical. Se trata de una estructura en el Blockchain diseñada para permitirles a los músicos vender sus canciones directamente al público, mostrando las licencias de producción de cada proyecto.

“Concibo Mycelia como un recurso fiable en el que concurran todos los actores — las empresas tecnológicas, las marcas, las entidades de gestión colectiva de derechos de autor, las plataformas de streaming y, antes que nada, los creadores que son el corazón del sector — a fin de configurar las normas técnicas, éticas y comerciales necesarias para crear un panorama musical sostenible en el cual los artistas ocupen un lugar donde puedan prosperar”. — Imogen Heap, artista británica, fundadora de Mycelia.

Otra tentativa de gran importancia que se está desarrollando con éxito dentro del Blockchain, es la economía colaborativa. Uber y AirBnB son ejemplos de modelos de negocio exitosos que se han basado en los principales pilares de esta filosofía. Y esto es más que posible gracias a la descentralización que esta tecnología confiere a las transacciones monetarias, al permitir los pagos entre pares. Es así como estas dos compañías funcionan como escenario, para que el usuario y el proveedor del servicio, interactúen de manera directa y transparente.

Por su parte, el Blockchain podría resolver ciertas problemáticas del IoT (Internet of Things). Hoy en día no solo computadoras y equipos red están conectados a internet, sino que cada vez más, se van conectando electrodomésticos, juguetes, dispositivos de vigilancia y seguridad, sensores, etc. Y si bien este paradigma abre puertas que hace unos años costaba creer posibles, no cabe duda que genere cierta sensación de inseguridad. Es así como el Blockchain y su estructura, podría resolver los retos que estos supone, al permitir que los dispositivos consulten en su red las actualizaciones de sus firmware, de modo que de no estar correctamente actualizados pudieran hacerlo automáticamente, siendo incluso verificados por sus nodos para evitar ser alterados.

El Blockchain es actualmente una realidad contundente. El libro público de registros, que permite la descentralización e independencia de las entidades centrales del mundo. Pero que además, ha demostrado ser mucho más que una plataforma de intercambio monetario. Esta secuencia creciente de bloques permitirá que en un futuro, esta estructura represente un universo de millones de posibilidades para nuestra sociedad. La seguridad y confianza que concede, pudieran finalmente hacerle frente a varias problemáticas que atraviesa nuestra colectividad: corrupción, lavado de dinero, estafas, etc. Los usos de esta tecnología son potencialmente infinitos, siendo esta una de las principales razones por las cuales es considerada como una de las tecnologías con más potencial disruptivo de nuestra historia.