¿Cómo tomar decisiones durante y después de COVID-19?

Lizette Brenes
3 min readApr 14, 2020

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Hacia otro nivel de gestión, en cinco pasos

COVID-19 es el primer virus que fue capaz de afectar a todos los seres vivos. Independientemente de que el virus llegue al cuerpo, ya llegó a la mente, las emociones y los espacios. Ha afectado los países, las regiones, las familias, las empresas y todo tipo de organizaciones. ¿Cómo tomar decisiones durante y después de COVID-19?

Es necesaria una nueva forma de gestión ante escenarios exponenciales. En el siglo pasado es que la toma de decisiones se basaba en resolver problemas. Ahora, la solución de problemas solamente aporta el 25% de lo necesario para avanzar.

La toma de decisiones de ahora en adelante deberá considerar diferentes perspectivas, de acuerdo con la posibilidad de relacionar causa y efecto en cada situación, según el modelo Cynefin. A continuación se exponen los cinco pasos en la toma de decisiones en tiempos exponenciales.

El primer paso para tomar decisiones será observar las relaciones obvias de causa-efecto. En el caso de COVID-19 puede ser la relación entre la distancia física y la posibilidad de contagio.

El segundo paso contempla el ámbito de lo complicado: la solución al problema en la que se encuentra la relación causa-efecto. En este caso es indispensable la participación de especialistas que puedan aportar conocimiento y experiencia. Por ejemplo, para el desarrollo de una vacuna.

El tercer paso de la toma de decisiones se da en la complejidad. Donde la relación causa-efecto solamente puede apreciarse posteriormente. Cuando esta fase de la pandemia sea superada, habrá una ebullición de estudios sobre el comportamiento observado, las estrategias y sus resultados.

No obstante, en este momento lo que corresponde es experimentar con estrategias tejidas desde la mejor colaboración entre las partes.

El cuarto paso en la toma de decisiones requiere la capacidad de enfrentar el caos. Lógicamente, no es importante dedicar tiempo a la causa-efecto, más bien se recurre al mecanismo triage: priorizar las decisiones con la información y capacidades disponibles.

Esas cuatro perspectivas: obvia, complicada, compleja y caótica van a coexistir en esta época y en el futuro. Es necesario tomar decisiones en diferentes direcciones: experimentar, investigar, priorizar y promover las acciones obvias. Sin embargo, la carga de lo impredecible (complejidad y caos) crea escenarios de tensión que requieren otro nivel de gestión.

Por lo anterior, es necesario el quinto paso: la danza de las polaridades. Las polaridades son dos situaciones deseables que son excluyentes entre sí. Por ejemplo, permitir que la economía empiece su recuperación y mantener a la población con la mínima afectación por el virus. La toma de decisiones ante polaridades debe ser colectiva.

Empiezan a coexistir tensiones por las polaridades. Se hace necesaria la capacidad de compartir información, conocimiento, creatividad, capacidades y empatía para desaprender, proponer, experimentar, medir, co-crear y aprender.

Se refiere a la co-creación de un ecosistema de co-liderazgo en el que academia, empresa, gobierno y sociedad civil deben elevar la velocidad y el compromiso.

En el caso de las familias, es el momento de co-liderar también, según las capacidades de cada persona y dar los cinco pasos en un marco de diálogo y empoderamiento de cada persona.

La humanidad que recibió COVID-19 será diferente a la que vivirá los nuevos tiempos. Algo parecido a la transformación que viven los astronautas. En palabras de Julia Baird: enviamos científicos e ingenieros y regresan filósofos y poetas.

En el caso de la pandemia, la humanidad se separa sintiendo que es una y mientras desaprende sobre los problemas, aprende a tomar decisiones en el nuevo contexto.

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