Cambié mi carrera a los 30

De Industrial Designer a UX Designer en 2 meses

Eduardo Sánchez

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En cualquier relación es normal preguntarse ocasionalmente si estoy en el lugar correcto, si aquí puedo convertirme en esa persona que deseo ser en un futuro. Con las relaciones laborales no tendría por qué ser distinto. En cualquier empleo que hayas tenido seguramente han llegado a tu cabeza esas preguntas.

El problema llega cuando te lo preguntas constantemente. A mí, como seguramente a muchos de mi generación (millenial) les ha pasado, me ocurría cada vez con mayor frecuencia. Al tener algunos años de experiencia dentro de la industria en la que trabajaba me percaté de un sistema de trabajo, valores y sistemas que era inherentes a esa industria en específico. Entonces me di cuenta de que no buscaba un simple cambio de empleo, a donde fuera el sistema sería el mismo.

Por fortuna contaba con personas cercanas a mí que son parte de la economía digital. Ese término que se refiere al impacto de la tecnología digital en los modelos de producción y consumo. La pandemia no hizo más que agudizar un cambio que no podía detenerse más y decidí que tendría una gran oportunidad dentro de esta industria.

Comencé a hablar con más y más gente explorando no solo de qué trataba o qué se hace. Me preguntaba qué clase de personas suelen haber y las necesidades de las empresas y los mercados. Encontré un artículo que me abrió los ojos acerca del papel que el diseño tiene y tendrá en las organizaciones. El estudio McKinsey identificó la fuerte relación entre las empresas con mejores practicas de diseño y mayor crecimiento de facturación, hasta un 32% en 5 años.

No solo es el campo del diseño, hoy en día los datos son más valiosos que el petróleo, el marketing digital a mandado a la banca a la TV y la publicidad tradicional, las plataformas de educación online son más populares para la capacitación continua que las universidades y un enorme etcétera. Es por eso que esto se mueve cada día más rápido y necesita más personas que no tengan miedo a los retos y adaptarse a nuevos escenarios.

Está manera de pensar es lo que me hizo darme cuenta que era la industria que necesitaba. Aquí la gente no teme compartir el conocimiento, acepta cuando no sabe algo y busca soluciones, es curiosa por descubrir nuevas herramientas, tendencias y se valora a aquellos que buscan nuevas maneras de hacer las cosas. En resumen, es una industria dinámica y la clave es nunca parar de aprender.

Es cuando por asares del destino un buen amigo cursó un Bootcamp en UX/UI design en Ironhack. ¿Qué demonios era un bootcamp? Es una metodología intensiva de estudio enfocada en la adquisición de conocimientos prácticos y específicos relacionados con el desarrollo de software. Jamás olvidaré las palabras de Ivan Manrique “es un chinga, pero si estás cansado de tu trabajo y quieres un cambio radical y rápido entonces tómalo, es para ti”. Así que eso hice, y creo que es algo de lo que jamás me arrepentiré. Los cambios siempre asustan pero si no lo hacen entonces tal vez no valga la pena.

No importa de dónde vengas, que hacías antes, esta industria es aún reciente, las universidades no generan programas que se ajusten a la tecnología e incluso el avance tecnológico rebasa la capacidad humana de aprendizaje. Aún es pronto para hablarte desde las entrañas de esta industria pero estoy seguro que si te sientes estancado, sientes que tu organización no explota todo lo que la tecnología ofrece y crees que estas en un mundo de dinosaurios como jefes, es momento de que voltees hacia aquí y explores tu potencial dentro de esta gran industria.

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