La irracionalidad de que todo sea racional.

Leticia Romero
2 min readJun 23, 2018

--

A veces, tendemos a encontrarle lógica a todo lo que pasa, a cada problema encontrarle una solución, a cada persona “engancharle” con alguien porque “eso es lo normal”.

Pero a veces, cada uno tiene una misión en la vida y necesita de ciertos momentos de calma y, estar en pareja pasa a segundo plano. O, ya estuviste en pareja y deseas trascender a otro plano de tu vida. O, tienes alguna enfermedad que te condicionó a valorar cada momento con armonía y paz. Hay muchas razones, pero lo que nunca dejamos de sentir es el amor.

“Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores. Uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos… Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella…

Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderás siempre. Alguien con quien naciste conectado. Tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y les impedirán, siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejarás de intentarlo… Te rendirás y buscarás a esa otra persona que acabarás encontrando.

Pero te aseguro que no pasarás una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más… Todos saben de qué estoy hablando, porque mientras estabas leyendo esto, te ha venido su nombre a la cabeza.

Te librarás de él o de ella, dejarás de sufrir, conseguirás encontrar la paz (lo sustituirás por la calma), pero te aseguro que no pasará un día en que desees que estuviera aquí para perturbarte. Porque, a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas, que haciendo el amor con alguien a quien aprecias”.

No todo es racional. No todo se puede planificar. A veces solo se debe dejar fluir… y que sea lo que sea.

Fragmento de la novela “El Zahir” de Paulo Coelho

--

--