La industria del cuero en tiempos de pandemia
En tiempos de gran incertidumbre las industrias estamos para repensar y fortalecernos…
En este momento, se nos presenta una nueva realidad, la cual requiere por parte de todos seguir una línea activa de acciones para prevalecer a las características innatas de la naturaleza y sobre el Status Quo que hoy por hoy le ha pedido a los seres humanos hacer un alto y dejar descansar el planeta.
Después de un breve período de cavilación ante el contexto actual, se hace imperante revaluar nuestras necesidades …que de por sí cada día son más obicuas… y poder revisar lo que realmente vale la pena atendiendo cuestiones sobre nuestro consumo y su afectación con el medio ambiente.
¿Qué se puede decir del cuero?
El cuero es per sé, uno de los materiales más criticados por la contaminación que genera. Sin embargo, esto no es del todo cierto, la gran mayoría de tratamiento usados hoy en día mitigan drásticamente el impacto, y por ende nos hace pensar ¿Qué tanto daño genera?
Si pensamos un poco en la Industria Textil podemos destacar que no es tampoco del todo limpia y todos los materiales usados incluidos el “eco-cuero” también genera un impacto al medio ambiente. Ahora bien, el consumismo nos ha absorbido a tal punto que hoy por hoy la sustitución de prendas de vestir hace que en cierta parte hagamos más residuos de los que el planeta puede acoger.
…destacando así que el material no es el problema principal sino nuestro consumo como sociedad…
Nuestro consumo…
Es normal que cada mes tengamos una prenda nueva, bien sea para reemplazar la ropa que se destiño, se rompió o simplemente dejamos de usar. Ahora bien, en el caso de las prendas de vestir en cuero, fácilmente pueden durar hasta 5 años si se usa de forma desenfrenada o para toda la vida con un uso normal.
Dejando así una reflexión, es momento de detenernos y revisar nuestros hábitos de consumo, escogiendo los menos contaminantes y los más duraderos, por ende, siendo más responsables para con todos pues no solo es el medio ambiente somos todos los que habitamos en este planeta.
Es verdad, el cuero es uno de los materiales con mayor precio, pero es una inversión con buen retorno, pues por un lado, te ayuda a requerir menos prendas y por otro es posible reciclarlo una vez ya no lo desees más.
Por ende dejando al planeta un respiro más sobre nuestros residuos. Pero no solo es el cuero, telas más resistentes o con composición de materiales orgánicos sin duda van a empezar a permear en nuestros futuros hábitos.
…durante los últimos años solo nos hemos detenido a hacer elecciones por precio, pero hoy se hace imperante revisar la composición de los materiales que usamos para vestir…
En tiempos de cuarentena
Si bien el confinamiento no se hizo para nosotros los seres humanos (salvo algunos casos), la nueva pandemia nos ha hecho estar más tiempo en casa y por ende tratar de adquirir todo a través de plataformas virtuales comúnmente denominada como el E-Commerce.
El cual ya estaba dando bastantes frutos al evitar los desplazamientos y hacernos guardar los tiempos de transporte para lo más importante o lo que puede llamarse importante según el caso.
Y aunque esto funciona muy bien para todos los artículos industriales, tenemos que ser honestos las prendas de vestir nos ponen en otro contexto pues no nos vestimos porque sí, siempre estamos buscando algo más…
El hecho de salir a comprar una prenda de vestir o de calzado, pone nuestro pensamiento a cavilar en diferentes aspectos que van a influir drásticamente al momento de probar las texturas, confirmar los colores, revisar la medida y caminar entre tiendas revisando varias opciones que nunca van a cambiar el hecho de hacer tú compra en vivo y en directo.
…y más aún si queremos algo propio a nuestro estilo, el hecho de ser únicos y llamar la atención es nuestra principal esencia…
Después de la Pandemia
Si bien la pandemia actual en algún momento cesará, las lecciones durante el tiempo que tome esto nos dejan un gran interrogante ¿Cómo será nuestra vida después de esto?
Por un lado la digitalización de muchos procesos es casi inherente y un mundo virtual adecuado a una economía de confinamiento ya nos pone en una realidad sobre los hábitos que van a cambiar con esto.
Y por otro, la ropa fast-fashion debido a la crisis económica que estamos atravesando va a ser una de las industrias más afectadas no solo por el hecho de que muchos ya no tengan la posibilidad de adquirir dichas prendas sino también porque aún si contamos con los medios para hacerlo la elección va a ser con mucho más criterio.
…es así que como actores de comunidad muy probablemente empecemos a atender las nuevas necesidades a través de una gran sinergía entre herramientas tecnológicas y razonamientos poco racionales como seres humanos…
Si bien habrán muchos cambios que apenas estemos viendo con mayor claridad o estén por venir, lo cierto es que poco a poco todo se va a modificar a como lo conocimos o como se hubiese querido.
Y con todo la verdad es que la nueva fase en que nos encontramos hará replantear todo y de por sí el solo hecho de las relaciones mismas con nuestra familia, pareja o amigos.
En tiempos de gran turbulencia la calma es fundamental a pesar del colapso inminente sea cual sea el ala que toque a tu puerta, bien sea el económico, las relaciones a tu alrededor y hasta la propia salud dentro de los más allegados.
…por esto siempre lo fundamental será ayudar entre todos, como una sola fuerza desde la viga que mejor se pueda y con la mejor voluntad posible…
Un contexto de crisis
En el marco de esto, ya se destacan varios sucesos de coyuntura. En Nariño los campesinos más vulnerables están vertiendo la leche ¿Por qué?
Al ser productores informales no venden directamente a grandes empresas sino a pequeños intermediarios informales que hacen productos lácteos y a su vez se comercializaban en sectores de abasto masivo. Bajo el nuevo contexto todas las industrias que usan productos de basé láctea no están operando y por ende no hay a quién vender el producto primario -la leche.
Ahora bien este consumo no es tan fácil de trasladar a un consumo de hogares, pues estos ya están concentrados por las grandes industrias y las marcas a los que todos estamos acostumbrados, que de igual forma nunca podrán compensar la demanda industrial, por ejemplo, no es lo mismo vender 100 kilos a una pizzería que 100 kilos en tajadas para vender en la tienda.
Y entonces ¿Qué se puede hacer?
Si bien es un contexto social bastante alarmante el punto central radica en que cada uno de nosotros debe empezar a adaptarse al cambio. Solo por un momento, si empezamos a pensar en soluciones ¿Qué pasaría si los campesinos dejan sus diferencias y se agrupan en cooperativas para empezar a vender directamente al usuario final mediante APP?
…o qué pasaría si… las soluciones son de todos y la cuestión a ilustrar es que los cambios no aparecen de una persona por razonamiento divino o de un grupo superdotado aquí somos TODOS porque esta emergencia nos afecta a todos.
Si bien para el sector ganadero, esto es una de las primeras muestras de lo que está pasando, seguramente los derivados más allá de la leche o la carne serán todavía un tema importante para los próximos meses.
…grandes desafíos le esperan a la economía colombiana donde de acuerdo al DANE hasta enero del 2020 hay un poco más del 47% de personas ocupadas informalmente y según estudios económicos promueven más del 33% PIB nacional…
El sector informal ha empezado a colapsar y por ende toda la economía asociada a este, lo cual pone a pensar que las soluciones están lejos de los subsidios (identificados) pues poco o nada llega realmente a los sectores productos informales.
Pero si da una gran esperanza que la fragilidad asociada e esto, pueda ser la ruta de identificación para nuevas alternativas durante y después de este tiempo de cuarentena que nos llama a la solidaridad y renovación por parte de todos.
