La Historia de Levana — Parte 1 de 4

Coordenadas: RA 11h, 11m, 17s | Dic +6º 15’ 29’’

Lunae Planum, Marte

Día 0: El calor del día ha dado paso al frío de la noche de una manera solo encontrada en el desierto de Marte. El Concilio Marciano, el cual se encuentra activo principalmente en el anochecer, es distraído por un extraño objeto, un meteorito, volando por encima. Este cae lentamente, con una cola humeante, a través de su brillante descenso atmosférico.

Los Ancianos del Concilio Marciano son interrumpidos de su trabajo al ser convocados para investigar lo que acaba de estrellarse cerca de su hogar, creando un cráter en Lunae Planum.

Lunae Planum, a una elevación de 500 metros, fue nombrada así en honor a la gobernante Romana Luna, la cual regía durante la noche mientras que su contraparte, Sol, gobernaba en el día.

Los Ancianos viajan al sitio del accidente, mientras que el sol distante comienza a caer por debajo del horizonte. El día Marciano dura 40 minutos más que un día en la ancestral patria, Terra. Es justo dentro de estos 40 minutos que los Ancianos llegan y descubren algo que cambiará a Marte, y a la humanidad, para siempre.

A medida que los Ancianos descienden en el cráter, el meteorito se enfría y se abre, como resultado del impacto que recibió por la velocidad a la cual entró a la delgada atmósfera Marciana.

Dentro del meteoro, a lo que parece ser el centro, se encuentra una luz dorada brillante y fuerte. Los Ancianos se acercan, intrigados pero cautelosos. Mientras se paran sobre el cráter, sus ojos se ajustan al brillo, revelando el huevo de una pequeña bestia con alas… una cosa de leyendas… una hermosura… un dragón.

Perplejos, pero asombrados, los Ancianos miran cómo el dragón comienza a salir del huevo, como si hubiese estado esperando su llegada. Estos miran juntos mientras el dragón abre sus alas desde el huevo dorado. El dragón bebé abre sus ojos por primera vez y ve a sus nuevos maestros. Los Ancianos no recuerdan exactamente sus primeros pensamientos, pero el olor a lavanda y arándanos era inconfundible.

A medida que los Ancianos se acercan a la nueva cría, una ola de fuerza los abruma. Sin poder describir tal sensación, los Ancianos se miran de reojo y asienten con la cabeza; no se necesita decir ni una palabra. El dragón emana un poder, un nivel de amplificación. Esta pequeña creatura contiene misterios, peligro y emoción.

La travesía de vuelta a la base Marciana ocurre en silencio. Los ojos miran a los cielos mientras que los Ancianos se preguntan cómo esta nueva adición al planeta cambiará el destino de Marte y los Terranos que la habitan.

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