Liderazgo en pandemia: En qué está pensando mi Equipo?

En la situación de pandemia en la que estamos, uno de los elementos clave a desarrollar por parte de los líderes es la empatía, que es el arte de adoptar la perspectiva de la otra persona, conectar con el otro y comprender sus vivencias y emociones.

¿Porqué es importante? En primer lugar porque es el esqueleto de la comunicación y la clave para el trabajo colaborativo, pero además porque sentir la cercanía, la conexión y la comprensión del otro es de las pocas cosas que logran aliviar la angustia en situaciones difíciles.

Para poder lograr un liderazgo más cercano y empático de nuestros Equipos es importante entender: qué les pasa, cuáles son sus principales preocupaciones y cómo es su contexto de trabajo y de vida actual.

He aquí algunos de los aspectos más comunes que se presentan:

SALUD: El contexto de pandemia y cuarentena afecta sin dudas nuestro estado de ánimo. Además del temor de enfermarnos y que se enfermen nuestros seres queridos, vivimos con una exposición diaria a información referente al coronavirus, a la curva de contagios y a la cantidad de fallecidos que genera mucho temor.

ECONOMIA: Los escenarios catastróficos que escuchamos a diario y la preocupación por no poder afrontar los compromisos económicos asumidos, tienen gran impacto en nuestros niveles de ansiedad y de angustia. Hay que considerar que muchas familias se quedaron con ingresos recortados, sin trabajo, o con responsabilidad por ayudar económicamente a algún familiar.

DISPONIBILIDAD: La situación en que se transita la cuarentena es bien diferente según la familia. Incomoda y genera mucho estrés cuando la expectativa de los líderes sigue siendo tener empleados con la misma disponibilidad que tienen en la oficina. Muchos tienen que repartirse el trabajo junto con las tareas escolares, de limpieza y cuidado de adultos.

También genera mucho estrés la falta de límites en la virtualidad, por ejemplo recibir mensajes o mails en cualquier horario y no saber si hay que responder o no.

TELETRABAJO: Muchas organizaciones no estaban listas para pasar su operación a un modelo completamente remoto. Hay muchos desafíos, desde la falta de herramientas de trabajo, la dificultad para el acceso a la información compartida hasta temas más humanos vinculados a la falta de experiencia en la gestión de equipos virtuales. Estas dificultades llevan a situaciones de tensión, frustración y malos entendidos. La dificultad para la delegar tareas y el micromanagement generan un clima de desconfianza hacia los colaboradores muy nocivas para el equipo y para la productividad.

EL ENCIERRO: La vida en cuarentena ha cambiado las rutinas y en la medida que se va extendiendo, sobrellevarla se hace más difícil. Están aquellos que hacen la cuarentena en soledad y se les hace cuesta arriba la falta de contacto personal o aquellos que están en familia y añoran momentos de soledad. Hay quienes duermen de día y miran series por la noche o quienes producto de la angustia se vuelcan a la comida, o a la realización compulsiva de acciones. Todos de alguna u otra manera necesitamos canalizar la ansiedad que genera el encierro.

Estas son solo algunas de las inquietudes más comunes. Poder escuchar qué está en mente de las personas con las que trabajamos, comprender sus contextos familiares y poder hablar abiertamente de las preocupaciones, nos va a permitir aflojar el nivel de estrés y tensión en el que estamos insertos y trabajar en un contexto de mayor confianza y confort psicológico.