El Micromanagement es una película del siglo pasado

Luciana Rengifo
4 min readMay 9, 2019

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Prácticas que no aportan a las organizaciones

El micromanagement es la práctica en la que el control excesivo sobre el equipo de trabajo, actúa como rol protagónico de las dinámicas laborales. ¿Alguna vez te has cuestionado si la has incorporado en tu rutina? Esta es una pregunta importante y si te encuentras trabajando con tu equipo en remoto, mucho más. Quiero contarte por qué.

Casting de protagonista: micromanager

Primero, tengo unas preguntitas que hacerte sobre el tema y quisiera que contestes con toda sinceridad. Son preguntas de sí/no, y no hay puntos medios, así que si tu respuesta es ¨a veces¨, trata de hacer un mayor esfuerzo. En esos casos, te recomiendo volver a leer la pregunta y fijarte si ese ¨a veces¨ contiene más situaciones que se inclinan hacia alguno de los dos lados.

Aquí van:

  • ¿Colocas la palabra ¨urgente¨ en la mayoría de tus e-mails?. (Da igual si son en minúsculas o mayúsculas.)
  • ¿Sientes que harían un mejor trabajo si siguieran tu forma de trabajar?
  • ¿Necesitas saber dónde está cada uno de los miembros de tu equipo y qué está haciendo en cada momento?
  • ¿Necesitas recibir información continua sobre el estado de los proyectos?
  • ¿Pides a los miembros de tu equipo que te copien en todos los correos dirigidos a otros encargados o a clientes? (Así sean temas no relacionados al negocio.)
  • ¿Cuestionas algunas decisiones o propuestas de tu equipo solo porque crees que es ¨lo que se espera¨ en tu posición?

Si tus respuestas fueron más ¨sí¨ que ¨no¨, es muy probable que estén ejerciendo el papel del micromanager en la película.

Es entendible que, como responsable de un área o de una empresa, quieras estar al tanto de las cosas que están sucediendo en ella. El problema ocurre cuando esta situación se vuelve obsesiva. Por favor, no exageres.

Sinopsis de la película

El micromanager no se contenta con tener la información necesaria para hacer su trabajo: siempre quiere saber más. Como necesita tener siempre el control su energía se diluye entre temas poco importantes y los verdaderamente relevantes, a veces ni los nota.

De todos modos, debemos tener en cuenta que esta actitud no siempre nace de un individuo controlador, sino que es, en ocasiones, un asunto de comportamiento organizacional. Esto se ve bastante claro en algunas empresas cuya política determina el control hacia los colaboradores, como el mejor método de prevención de errores.

Los micromanagers tienden a pensar que es necesario ejercer este control, y que incluso resulta beneficioso para la empresa. Sin embargo, estas actitudes impactan duramente en el clima laboral, con las siguientes consecuencias:

  • Pérdida en la emoción y las ganas de generar iniciativas.
  • Motivación a nivel 0 por el poco reconocimiento a su trabajo.
  • Inseguridad acerca de sus capacidades y habilidades a flor de piel.

Este ambiente obstruye el crecimiento profesional de los equipos de trabajo, además de afectar su salud mental o física. Lejos de ser beneficioso, el estrés generado por el control pone en riesgo la productividad y el bienestar colectivo.

Y esto no solo afecta a los colaboradores. Estar pendiente cada segundo de las actividades de otras personas, agota. Y toda esa energía podría ser destinada a otras tareas más relevantes para un gestor o responsable de equipo como: armar nuevas estrategias, investigar sobre nuevas tecnologías que fortalezcan el negocio, tomar decisiones a partir de las últimas métricas de venta, etc.

Un cambio inesperado en el guión

Las buenas relaciones laborales inician siempre desde la confianza. Primero, porque se supone que todas las personas han pasado por todo un proceso de reclutamiento brindado por parte de tu empresa. Entonces, si efectivamente no es la persona adecuada para el puesto, tal vez sea el momento de poner en tela de juicio la eficiencia en el proceso de selección. Y segundo, (aunque suene un poco inocente), porque la confianza en la mayoría de personas es una gran inyección de motivación.

Brinda libertad y delega responsabilidades a las personas a tu cargo. El empoderamiento los alentará a realizar los proyectos con mayor ímpetu y a tomar decisiones con mayor seguridad. Además podrás ir identificando características de la personalidad de cada uno, que podrán ser aprovechadas para los distintos roles de tu equipo.

Genera espacios para que haya comunicación sincera entre todos. Momentos para contarles sobre las expectativas del trabajo de cada uno, para reconocer el valor del mismo; y para brindar y recibir feedback asertivo (de ti hacia ellos como de ellos hacia ti). Así mismo, involúcralos desde el inicio del proyecto, realicen sesiones de co-creación todos juntos, pide su opinión pero no solo eso, también escúchala.

Si una persona se percibe valorada y reconocida como pieza esencial de un todo, su empeño vendrá desde el corazón y no por una mera obligación. El sentimiento de pertenencia y la confianza son el motor para el compromiso.

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Luciana Rengifo

Me dedico al diseño de experiencias y servicios a través de investigación, metodologías ágiles y uso de tecnología