La Puttanesca: Una mezcla de experiencias
Por: Mariana Álvarez Jaramillo
Un restaurante de comida fusión con gastronomía italiana y Nikkei. El cual combina diversos colores, olores, sabores, texturas, ambientes. Fuera de ir a comer, se vive una experiencia.
Restaurantes
La Puttanesca Fusión
La Puttanesca Eperience
Ubicación
Fusión: Cra. 25 # 4–165. Local 126 (Amsterdam Plaza)
Experience: Cra. 27 # 23 Sur-68, Montiel II local 208 (Distrito Avignon)
Año de apertura
2022
Rango de precios
$$ — $$$
Tipo de comida
Italiana y Nikkei
Página Web
Horario de atención
Lunes a miércoles: 12 p.m. — 10 p.m.
Jueves a sábado: 12 p.m. — 11 p.m.
Domingo: 12 p.m. — 9 p.m.
La Puttanesca es un restaurante que llegó a Medellín el año pasado al mall Amsterdam Plaza, en el Poblado. Este año, el restaurante decidió abrir un nuevo lugar más innovador, con una propuesta y experiencia diferente en el mall Distrito Avignon, en Envigado.
La Puttanesca ofrece platos llenos de historia, que te llevan a los sabores italianos y asiáticos; y más que platos, ofrece experiencias con su combinación de sabores y colores y con sus diferentes comidas con movimiento y explosión; así como cocteles burbujeantes y luminicentes, alimentos flameados, burratas cremosas y postres craqueables y explotables.
Su nombre tan peculiar surge de la mezcla de diferentes ingredientes al azar, creando así la salsa puttanesca. Su logo de la cabeza de una mujer está inspirado en la historia “La Tesa di Moro” que trata de un príncipe árabe que fue decapitado debido a su infidelidad y su cabeza fue usada como maceta; posteriormente la de su mujer fue puesta a su lado para hacerle compañía. Es por esto que en el restaurante se pueden ver varias masetas, decoraciones e incluso hasta vasos de este tipo.
El restaurante Fusión es un lugar un poco más informal y cuenta con menos ofertas gastronómicas, pero de igual precio al otro. Al estar ubicado en una zona de comidas más rápidas, esto hace verlo un poco menos elegante; y a la vez, hace que su clientela sea un poco más reducida, ya que sus precios no están en el mismo rango de la mayoría de lugares que se pueden encontrar en el mall.
Por otro lado, el restaurante Experience, además de ofrecer un gran confort, mesas, sillones, vajilla y decoración lujosa, tiene varios pluses, que lo hacen ser más elegante y sofisticado. Es por esto que es más recomendable vestirse de manera un poco más formal, para así encajar con el lugar; mientras que, en el otro, no es necesario.
Allí le dan una gran importancia a la experiencia del usuario, pero, sin dejar de lado la comida. La experiencia empieza desde que ingresas al lugar; te reciben, te ubican y te brindan un gran servicio y amabilidad. Sin embargo, si quieres visitar este lugar, lo más recomendable es reservar con anterioridad, ya que, al ser relativamente nuevo, es muy apetecido, y si llegas sin reserva, lo más probable es que tengas que esperar un buen tiempo o que no te permitan ingresar.
Al sentarte, te ofrecen que te gustaría de tomar y te brindan una gran cantidad de opciones, pero las más llamativas son los cocteles. Hay de todo tipo y para todos los gustos. El que probé era el Sfera Tropicale, el cual me llamo mucho la atención, porque fuera de que la combinación de ron, coco, naranja y limón le daba un toque suave, dulce y refrescante a la vez; este venía en una presentación muy llamativa, con hielo seco, humo, luces neón y decoración en bronce.
En cuanto a la comida, no se sabe cual de todos los platos elegir, claro, para el que le gusta los sabores italianos y nikkei. De entrada, pedí un polpo cítrico y una pizza de mango e pesto. El primero era una combinación de salmón, pulpo, aguacate, trufa y chips de arracacha. La mezcla de sabores y de salsa cítricas, junto con el crunch de la arracacha, combinaban en la boca a la perfección. Pero, cabe aclarar que esto no es para todos los gustos, ya que las proteínas vienen sin cocinar y tiene un sabor fuerte. En cuanto a la pizza, esta me pareció muy particular, con unos ingredientes que nunca había probado juntos en otros platos. La unión de mango, pistacho, queso burrata, jamón serrano, salsa pesto y almendras; le daban un toque dulce, pero a la vez salado, cremoso y crunchy.
Para los platos fuertes, hay opciones para todos los paladares. En este caso, degusté el roll de sushi gambero cítrico, el risotto riso del mare y la carne bistecca. En cuanto al sushi y el risotto, no son cosa del otro mundo; estaban ricos, si, pero es algo que se puede ver en muchos restaurantes hoy en día y por menores precios. El roll tenía el toque cítrico de rebanadas del limón, combinado con el dulce de la salsa, la cremosidad del queso y la crocancia del langostino. El arroz cremoso, al ser de mar, tenía bastante sabor a este, el cual no es para todos los gustos, por ejemplo, para el mío; es algo que no volvería a pedir. El último plato fuerte, constaba de una carne New York Angus con reducción de balsámico y aceite de trufa blanca. Esta bistecca me pareció espectacular, tan suave que se deshacía en la boca, con el toque perfecto de sal, perfecta cocción solicitada (término medio) y por último la salsa, una combinación de lo dulce del balsámico que le quitaba el sabor tan fuerte de la trufa; sin embargo, todo hay que decirlo, este es uno de los platos más caros del menú, debido a la carne certificada y la trufa. Además, desde mi punto de vista, no era un plato muy abundante y la carne sabía muy similar o casi que igual a otras carnes más económicas.
Y cómo último plato, se viene el postre. De postres pedí la bomba del tempo y el tiramisú. Para los amantes del chocolate y el dulce como yo, el primero es una muy buena opción; rellenos de crema pastelera y cubiertos de chocolate al 65%. El otro es para los menos dulceros, ya que el toque del licor amarula, el limocello y las almendras, permiten que el dulce de las capas de crema se disimule y que el amargo del café se disuelva un poco.
Ningún plato me disgustó por completo, de pronto algunos ingredientes que a mi no me gustan, los quitaría de él; pero ya es gusto propio. Todos los sabores combinaban muy bien y estaban bien distribuidos, no había exceso de alguno. La mayoría de las porciones de los platos y los precios son razonables y similares a las de otros restaurantes, teniendo claro en cuenta que este es un lugar más sofisticado.
La iluminación es un poco oscura, pero siento que le da un toque de elegancia, ya que es lo necesario para resaltar la decoración moderna y vintage que allí se ve. Algo que me llamó la atención fue una pared llena de botellas de vino, la cual servía como una ingeniosa decoración y la vez, servía de cava.
La Putanesca Experience es un lugar que recomiendo para los que les gusta este tipo de comida y para quienes se quieren dar un gustico gastronómico, especialmente en una fecha especial. Ya que, fuera de brindar un gran servicio y una buena comida, tiene un gran plus; en la noche, hacen un show de fuego, un show de aro en el aire, colgando sobre una pequeña laguna con humo, tienen violín en vivo electrónico y DJ. Es algo que me pareció muy ingenioso y que en muy pocos o casi ningún restaurante de Medellín se puede encontrar.
En general, la experiencia estuvo muy buena, la comida, el servicio, la atención, el tiempo de espera, la decoración. Este es un restaurante que está calificado mayormente de manera positiva por otras personas y al que definitivamente sí volvería.