Como ateo católico puedo decir

Manuel Pulido Mendoza
Morir sin dios

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“El Dios del Catolicismo salva a la Razón de la superstición, del delirio mitológico, del escepticismo o del fanatismo” Gustavo Bueno

Como ateo católico puedo decir: nunca vi o sentí a Dios. Nací y crecí en una sociedad católica, pero con la antena para lo paranormal estropeada. Y la ciencia no ha dado pruebas empíricas de su existencia, como no ha dado pruebas de la existencia de otros fenómenos paranormales. No sé si existe, no tengo forma de saberlo más que por testimonios subjetivos contradictorios. Asumo que no existe con toda probabilidad. Además, las diferentes religiones no se ponen de acuerdo en su forma, ubicación, propiedades, naturaleza, substancia, etc. Hasta que me muera y esté en su presencia no lo sabré. Pero como no creo en que exista el alma, el espíritu o la mente como cosa separada del cuerpo, ni creo en mundos supraterrenos al alcance de los humanos que hayan muerto (contradicción lógica, por otro lado), ni en la resurrección o reencarnación por tanto, la verdad, no me preocupa. Cuando llegue el momento lo sabré. Prometo volver para contarlo.

La religión ya no cumple la tradicional función de ser una explicación global del mundo (ya no son posibles los sistemas totalizadores) o una fuente conocimiento (para eso está la ciencia, con sus limitaciones metodológicas y autoperfectibilidad continua), ni la función de ser referente universal de la moral (para eso está la ética laica, válida en cualquier circunstancia).

La religión preserva, a duras penas, la función del consuelo. Pero a los ateos no nos sirve. Buscar el consuelo en la religión sabemos que es un autoengaño. Ahora, respeto al que quiera consolarse con lo que pueda y quiera ante el dolor, la pérdida o el duelo. El efecto placebo es legítimo y estoy a favor de la legalización de las drogas.

Dicho esto, diría que fe y religión no son lo mismo. Y no deben confundirse. Y que no es lo mismo una religión, que una secta.

Cuanto más vieja, compleja y rica en su tradición cultural es una religión, más respeto me merece como creación humana. En ese sentido, creo que la Iglesia Católica supera con creces a cualquier otra versión del cristianismo. Sólo siento un respeto parecido por la tradición budista mahayana o el judaísmo, que son catedrales del pensamiento religioso comparables.

El resto son imitaciones parciales y deformadas de estas grandes corrientes del humanismo universal.

No sé si la fe salva. Asumiendo que no hay pruebas empíricas de la existencia del alma, ni de la vida después de la muerte, ni del Cielo, ni de Dios, no tiene mucho sentido hacerse la pregunta. Pero la lógica me dice que un hombre o mujer sin creatividad, sin buenas obras, es como un árbol sin frutos. Si trascendemos, si nos salvamos, quiera decir esto lo que quiera decir, es por nuestras obras, por el impacto positivo que dejamos en el mundo, entendamos esto como lo entendamos, no por la creencia en algo improbable y vario. Sólo hay que observar la naturaleza para ver que esto es una verdad universal.

Por otro lado, además de la salvación por las obras, desde una perspectiva histórica debemos al catolicismo la separación entre poder político y poder religioso, la salvación de la razón frente a sus amenazas como son la superstición, el delirio mitológico, el escepticismo o el fanatismo.

Así que supongo que soy ateo católico como mi padre. Cuando llamaron los mormones a la puerta de casa les dijo: si no creo en el Dios verdadero de la Iglesia Católica, ¿cómo voy a creer en el vuestro que es un invento más reciente?

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