Disección a un ratón
Mi experiencia
¿Mi proyecto final es conocer la anatomía del ratón y tener que abrir uno?
Fue lo que dije al momento en que la maestra comentaba lo que íbamos hacer. Mi reacción no se puede describir. Yo, una persona que quiero mucho a los animales, no podría hacerlo. Pero no había elección, ya que solo se trata de confines científicos.
Todo empezó el día viernes 21 de noviembre, para cerrar el semestre en laboratorio de biología, ocupábamos conocer los órganos de un ser vivo. La única manera de hacerlo sería hacer una pequeña disección a un ratón macho.
Nos organizamos de cuatro equipos, cinco integrantes cada uno. Cada equipo debía comprar un ratón, y se decidiría quien sería el valiente en realizar dicha práctica. Como era de esperarse, mis compañeros de equipo no quisieron realizar la práctica, así que tuve que ofrecerme.
ANATOMÍA DEL RATÓN
Tuve que armarme de valor, al momento de estar realizando la “cirugía”, tenía que alejar cualquier pensamiento, ser firme a lo que hacía. Fue difícil pero pude lograrlo. Teníamos que seguir ciertos pasos, para poder realizar bien la disección, de los cuales voy a describir.
1. El ratón debe de estar en una caja cerrada, no estar abriendo la caja porque podría escapar.
2. En dos algodones, se debe remojar con poco cloroformo para que el ratón se quede dormido. Se debe esperar cinco minutos.
3. Ya una vez dormido, el ratón de estar acostado en la mesa boca arriba. Revisar que esté dormido.
4. Por último, se debe de utilizar un bisturí para poder abrir desde el estómago hacia arriba (o desde más abajo si querías).
Después que abrí por completo al ratón, (honestamente fue desagradable) tuve que sacar los órganos y tenía que identificar uno por uno. Fue algo repulsivo, pero al momento de tener mi mente despejada (y sin respirar), fui sacando los órganos de uno en uno. No fue difícil identificarlos, ya que son los mismos que usamos los seres humanos.
Ya que encontré los órganos y saqué todos, era momento de devolverlos y desechar al pobre ratón. Pero no se podía tirar así nomás, ya que el olor que emitía el ratón, podría at5raer a otros animales, y no queríamos eso, así que se ocupó de otros materiales. Vertir un poco de cal al rato, enrollarlo con papel, y regresarlo a la caja.
Y así fue mi disección del ratón, fue muy grotesco, pero me sentí algo bien, no salió tan mal como yo lo esperaba, un consejo, si en algún momento llegaras a realizar este tipo de práctica, te recomiendo que no te pongas nervioso, que lo que estás haciendo es por confines científicos, no te sientas mal que todo saldrá bien.