Padre rico, padre pobre. Robert T. Kiyosaki

Aviso navegantes. Todo lo que leeréis aquí es mi opinión y mis reflexiones como lector, en ningún momento intento persuadir ni dar a entender que esta la única manera de hacer las cosas, puesto que el mundo es genialmente diverso y lleno de caminos distintos, a cada cual comprendo y respeto.

Marcos Segovia
11 min readJul 7, 2017

Padre rico, padre pobre es un libro sobre pensamiento financiero, alabado por muchos y criticado por bastantes lectores. Me gustaba la idea de poder leerme un libro considerado como fundamental sobre pensamiento financiero. Inicialmente, sobretodo, por conocer las lineas de pensamiento de gente exitosa en el ámbito de las finanzas, ya que la mayoría de nosotros nos movemos en un entorno financieramente más humilde.

En su libro, Kiyosaki, habla como narrador y como partícipe de su propia vida años atrás. Comparando ante múltiples situaciones la opinión de su padre de familia humilde (padre pobre), con el padre de su mejor amigo (padre rico). Vale la pena cuanto menos observar como chocan ambas perspectivas ante los mismos problemas. Y, en mi caso concreto, curiosa tal similitud que he hallado en las palabras de padre pobre en mi entorno personal a lo largo de los años.

A continuación me gustaría exponer diferentes extractos directos del libro que desde mi punto de vista me ha aportado o bien un momento de reflexión o de cambio de perspectiva como individuo. Espero que lo disfrutéis.

“La mayoría de las personas quieren que los demás cambien, pero ellas no están dispuestas a hacerlo.”

Me gusta esta frase por el planteamiento que presenta el libro nada más empezar. Parte de la base de que obtener la libertad financiera es un reto, un sacrificio. Como cualquier otro logro en la vida, conseguir un objetivo complejo requiere de una estrategia, una buena ejecución y mucha perseverancia. Apela también a que mucha gente espera que le lleguen las oportunidades solas, esperan que de la noche a la mañana puedan hacerse ricos. Esperan que el mundo cambie o que ocurran una serie de acontecimientos para lograr riqueza, pero no están dispuestos a sacrificarse.

“El miedo y la codicia, son dos emociones que controlan fuertemente la vida de las personas. La gente tiene miedo a no tener dinero. No es algo que se haga frente de manera lógica, sino de manera emocional. Como tienen miedo, van a trabajar con la esperanza de que el dinero apacigüe el temor. Esperan que el salario aniquile ese sentimiento. La codicia, por otro lado, también hace que la gente trabaje para obtener dinero. Muchos creen que amasar dinero hará perder el miedo a ser pobres, pero ahora que tienen más dinero, tienen el miedo de perderlo todo. Si el miedo o la codicia os controlan, ahí es donde surge la ignorancia.”

El miedo y la excesiva codicia. El miedo no te dejará actuar, no te dejará avanzar, te recordará que se vive mejor en la zona de confort, que por qué te arriesgas, que por qué no haces lo que papá y mamá te aconsejaron siempre, que por qué no eres uno más, que por qué cuestionas el status quo, que por qué sueñas grande y por qué no te conformas.
La codicia es buena aliada, te enseñará a soñar grande, a apuntar alto, a no conformarte y cuestionar continuamente tu estado actual. La excesiva codicia, por el contrario, puede hacerte pequeño siempre, puede llevarte por el camino del desaliento, a volverte un ser con poca confianza, mezquino. Es tan importante ser un poco codicioso como no perder la humildad y el saber disfrutar del camino y el proceso. Sé fiel a ti mismo.

“La escuela es muy importante. Con ella aprenderéis una profesión que os convertirá miembros productivos de la sociedad. Todas las culturas y sociedades necesitan de seres productivos. Por desgracia, mucha gente considera que la escuela es el final, no el principio.”

Padre pobre aprendió todo en la escuela, se graduó, fue un buen profesor toda su vida. Ahorró, se asentó y vivió siempre para su trabajo y su familia. Padre rico jamás se graduó y se pasó toda su vida aprendiendo a tratar con las personas, a asumir riesgos, a aprender sobre finanzas, sobre negocios y a hacer que el dinero trabajase para él. Aprendió a temprana edad que nunca podría dejar de aprender.

“Lo verdaderamente cruel es pasar la vida con miedo y nunca perseguir tus sueños. Trabajar con un gran empeño para obtener dinero porque piensas que con él podrás comprar cosas que te harán feliz también es algo cruel. Despertar a medianoche aterrado porque tienes que pagar algunas deudas es espantoso. Eso no es vida. Pensar que un empleo te puede asegurar la vida es, en realidad, mentirse a uno mismo. Es cruel, sí, y esa es la trampa que hay que evitar.”

Kiyosaki lo llama “la carrera de la rata”, donde básicamente se trabaja más y más para pagar gastos, gastos que se suelen incrementar a medida que los ingresos o las deudas crecen. Cómo saber si estás en ella? Estas son algunas de las preguntas que formula Kiyosaki: Adquieres activos o pasivos? Llevas el control de tus gastos? Te pagas antes que pagar tus deudas? Diferencias entre un lujo o una necesidad? Eres consciente de cuando adquieres cuál? Adquieres cosas porque la mayoría las tienen? Te endeudas?
Evitemos caer en la carrera de la rata.

“Eludir el dinero es algo tan triste como vivir apegado a él.”

Decir que no necesitamos dinero para vivir bien es como querer adentrarse en el mar con una barca hecha a base de pocos troncos y con algún agujero. De la misma manera que decir abiertamente que el dinero es todo lo necesario para ser feliz también es estar lejos de todo acierto. Recordemos que el dinero es un medio para el fin de cada persona. El dinero en si jamás te dará la felicidad. Y es tan importante disponer del necesario para llegar a tu fin, como saber cuando no necesitarlo para lograr ese fin.

“El empleo es una solución a corto plazo para un problema permanente.”

Puedes dejar hoy de trabajar y automáticamente compensar tus gastos con tus ingresos o tus ahorros? Durante cuánto? Toda tu vida? Si es así, enhorabuena, tienes la libertad financiera. En caso contrario, tienes el mismo problema que la mayoría de las personas, te mantienes ocupado 1/3 de cada día para pagar tus gastos, eventualmente.

“La inteligencia es capaz de resolver problemas y producir dinero. Sin ella el dinero desaparece pronto.”

Cuando alguien sabe gestar dinero, no sólo tiene como suyas las posibilidades que abre el hecho de tener dinero, sino el propio poder de poder generarlo y gestionarlo de manera que nadie pueda engañarte o tratar de quitártelo. No existe víctima más fácil que una persona sin ningún tipo de conocimiento y con dinero.

“Adquiere activos, no pasivos.”

Es muy simple, un pasivo te genera gastos, un activo te genera ingresos. Tenemos que tener bien clara esta diferencia, y es que muchas veces adquirimos pasivos disfrazados de activos. Un claro pasivo podría ser un coche, no sólo desembolsamos un gasto, y que decir si además pedimos un crédito para pagarlo (lo que hace que engorde el gasto total), sino que además a lo largo de su vida va generando una serie de gastos para su mantenimiento o funcionamiento: gasolina, reparaciones, impuestos, etc. Un activo podría ser escribir un libro, una vez invertido una serie de tiempo en él, podríamos elaborar una serie de copias y venderlo, si tenemos éxito, podríamos recuperar la cantidad invertida en tiempo y dinero en éste e incluso poder generar beneficios. Un posible ejemplo de pasivo disfrazado de activo pueden ser los bienes inmuebles. Y digo pueden, porque todo depende de cómo lo gestionemos. Adquirir una casa o un piso puede significar el mayor pasivo de nuestra vida, ahora bien, también podríamos hacer negocio con él, venderla más cara o arrendarla y compensar hipoteca con el precio del alquiler e incluso generar un posible beneficio con ello. Al cabo de los años esa casa o piso podría estar pagada y los beneficios podrían ser íntegros. Quitando tiempo en la gestión de los inquilinos, gastos en los desperfectos y pagos de impuestos, por supuesto. Un negocio, por lo general, a la altura de gente con bastante músculo financiero.
Como estos ejemplos, hay miles. De todas maneras, recuerda, padre rico adquiere más activos que pasivos.

“El miedo a tener que pagar es un gran aliado, te ayudará a entrenar la mente para generar dinero.”

Y es que ya lo dice el dicho, cuando la necesidad aprieta… la vergüenza afloja, las ideas surgen y la acción gana presencia.

No nos volvamos locos, no se trata ahora de endeudarnos y esperar sentados a que nuestro instinto de supervivencia nos dicte como hacernos ricos. Es simplemente un reconocimiento a nuestro instinto más básico. Verdad que todos hemos experimentado la urgencia de hacer lo que hiciera falta en un momento de gran presión? Sin pensar demasiado? Sólo… actuar.

“El miedo excesivo y la falta de confianza limitan el genio de cada individuo. Los que avanzan en el mundo no son los más inteligentes, sino los temerarios.”

Ningún riesgo es suficientemente seguro. Ninguna inversión. Ningún negocio. Ningún trabajo nuevo. Ningún cambio. No temer es también creer que saldrá, y eso, es avanzar.

“Los ricos ganan, gastan y pagan. Los pobres ganan, pagan y gastan.”

Pensadlo, generamos dinero, pagamos nuestros pertinentes impuestos cuando pagamos cualquier cosa (IVA) o antes de cobrar nuestra nómina (al pagar el IRPF), o la propia hipoteca (lo primero que pagamos son los intereses !). Mientras, la gente con medios puede atrasar mucho los pagos a proveedores o la declaración de impuestos, destinando todo ese dinero en hacerlo trabajar. Los ricos se pagan a ellos mismos, antes de devolver el dinero que deben.
Padre rico aconseja estudiar y comprender la ley y las ventajas fiscales que se aplican a las corporaciones.

“Existen 2 tipos de inversores: el inversor de paquetes y el inversor que crea inversiones. El primero compra un fondo, una acción, un bono, en definitiva, compra una pieza que puede resultarle ganadora. Es una forma limpia y ‘sencilla’ de invertir. El segundo monta un negocio, es capaz de reunir diferentes piezas para obtener enormes ganancias.”
Las 3 habilidades del segundo tipo de inversor:
1. Encuentra una oportunidad que nadie más haya detectado.
2. Reúne dinero.
3. Organiza a gente inteligente.

A Kiyosaki básicamente le gusta hablar de 2 tipos de inversores. Los que se limitan a invertir en el mercado de valores o digamos de una forma relativamente más pasiva. Y los que, por otro lado, prefieren activamente invertir en montar un negocio que sea capaz de crear dinero a partir del dinero invertido, siendo estos los artífices de la capacidad del negocio. Los alquimistas que transforman unos pocos billetes en cientos de ellos.

Aprende a manejar los riesgos en lugar de eludirlos

Cuánto más riesgo, generalmente, más beneficio. Si lo piensas, hoy ya te estas arriesgando en lo que haces. No mover tu dinero también es una decisión, de hecho, ya es en sí es una decisión de riesgo. La inflación es un riesgo asegurado.

“A largo plazo, la educación es más valiosa que el dinero. Invierte primero siempre en tu educación.”

Una persona pobre con dinero, quiebra y se acabó.
Una persona rica con dinero, quiebra y en pocos años es capaz de volver al punto de partida o incluso superarse. El dinero no es el valor, la mente que es capaz de generarlo si. Invierte en ti, invierte en ser mejor.

“No he conocido ningún rico que no haya perdido dinero. Sin embargo, si gente pobre que no ha perdido nada. Su miedo a perder dinero es mayor a su anhelo de hacerse rico.”

Te estás precipitando. Eso es muy complicado. Para eso necesitas dedicarte el 100% de tu tiempo. Tú no eres un broker de esos. No tienes los medios. No arriesgues el dinero. Os suena alguno?

“Perder inspira a los ganadores. A los perdedores les vence.”

La única diferencia entre alguien que ha tenido éxito y alguien que no, es que el que no ha tenido éxito se ha rendido antes de tiempo. O dicho de otra manera, el que ha tenido éxito solo se ha equivocado/fallado/quebrado más veces que el que no lo ha tenido.

“Para un inversor, los peores tiempos son en realidad la mejor época para hacer dinero.”

Sólo tenéis que ver cuando mejor están los precios de las acciones en el mercado de valores (en las crisis), o cuando se encuentran los mejores precios en los bienes inmuebles (al petar burbujas). El buen inversor sabe cuando mantener su dinero a resguardo y cuando invertirlo.

“La crítica ciega, el análisis abre tus ojos. Analizando las situaciones podemos notar oportunidades que los demás soslayan. Una gran clave para el éxito es encontrar lo que las otras personas dejan pasar.”

Me gusta especialmente porque es una frase que va algo más allá que el puro pensamiento financiero. Qué es bueno? Qué no es tan bueno? Por qué no ha salido como esperaba? Qué esperaba la gente de esto? Analiza con detenimiento porque quizá aquello a lo que todos han enfocado su atención quizá haya hecho que dejen de lado algo más importante aún.

“A menudo conozco gente que está demasiado ocupada para cuidar su riqueza o para cuidar su salud, nadie tiene que explicarles nada, porque en el fondo saben lo que está sucediendo. Saben que es sólo una estrategia para eludir algo importante. Es la forma más común de pereza: la pereza que te mantiene demasiado ocupado. La solución es un poquito de avaricia.”

Todos soñamos con cosas que no tenemos, con ser lo que hoy no somos o con experimentar lo que todavía no hemos logrado. Lo cierto es que si fuera fácil, no soñaríamos con ello. Lo único que os puedo decir aquí es que vais a tener que querer hacerlo, pero querer de verdad y una vez lo queráis tanto como para no poder arrancároslo, idead un sistema, un sistema inquebrantable. La motivación es temporal, un sistema es permanente. (Esta es mía :))

En conclusión. Son varias las ideas que he podido extraer de Padre rico, padre pobre y sobretodo muchos los pensamientos que han hecho cambiar mi perspectiva sobre cómo gestionamos nuestra vida y de cómo nuestra educación y entorno nos condiciona.
Con Padre rico, padre pobre, he aprendido a no dar por absoluta la opinión del resto de gente, especialmente de mi familia y aquellos que más han condicionado mi vida desde pequeño. A ser crítico con el planteamiento de vida que nuestros mayores nos transmiten. A quitar el piloto automático sobre el gasto. A buscar oportunidades de inversión, estudiarlas y arriesgarme. A descubrir que un buen trabajo no es un logro, sino una solución temporal a un problema permanente. A que no nos podemos permitir una única fuente de ingresos. A trabajar duro, y pensar que mientras yo descanso, alguien está entrenando, leyendo, experimentando, aprendiendo o esforzándose más que yo. Y, por último, entender porque los ricos, los de verdad, son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. Si lo piensas por un momento, es muy sencillo.
Un rico invierte, un pobre gasta. Un rico protege su dinero y se paga primero, un pobre paga primero y lo que le queda lo gasta. Un rico arriesga inteligentemente, un pobre no asume riesgos por miedo a perder lo poco que tiene.

Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida.

De aquí se explica que un gran porcentaje de la gente que gana la lotería acaba quebrando a los pocos años. Han pasado de ser pobres a pobres con dinero, para volver a ser, otra vez, pobres.

Así que desde hoy, piénsalo 2 veces, no quieres dinero, quieres saber ganarlo, quieres la libertad financiera.

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Bibliografía

Imágenes: https://es.pinterest.com/uniquemyatmyatm/robert-t-kiyosaki-quotes/

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Marcos Segovia

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