“Yo real” VS “Yo ficticio” (feat. ansiedad)

Marialaravargas
2 min readJan 24, 2023

--

El centro de gravedad de la ansiedad

La ansiedad nos manda constantemente mensajes contradictorios y negativos, en muchas ocasiones nos pregunta cosas con las que creemos que tenemos el derecho de extrapolar; ¿puede que la gente nos esté mirando por usar un paraguas? Realmente no hay ningún principio de extrapolación que nos permita concluir una respuesta afirmativa a esa pregunta. La ansiedad cumple con este principio de indeterminación, es algo ficticio, inferencias paranoicas que hace nuestra mente. La afirmaciones de la ansiedad es un claro ejemplo del principio de bivalencia, los ansiosos pensamos que siempre hay algo de verdad en ellas, aunque seamos conscientes de que en ocasiones puede que vaya demasiado lejos o sean demasiado exageradas, siempre consideramos que tienen algo de veracidad.

De acuerdo a la lectura, la ansiedad nos hace crear un “yo ficticio”. ¿Este “yo ficticio”, que piensa que la gente le juzga cuando habla en clase, es dependiente de mi “yo real” que se muere de ganas de intervenir y aportar sus ideas en clase?

Muchos de nosotros, pensaríamos que sí, que la ansiedad revela nuestros mayores miedos y los manifiesta en proposiciones negativas que nos carcomen. La ansiedad es un mecanismo de supervivencia diseñado por los “yoes reales”. Nosotros le hemos aportado mucha información aleatoria sobre nuestros pensamientos, sentimientos y sobre todos, como dije antes, desde nuestras más pequeñas inseguridades hasta el mayor de nuestros temores. Con ellas la ansiedad construye este “yo ficticio”, una historia totalmente impredecible, y cuando esta historia es “pasable” o contiene un mínimo de credibilidad, es cuando pueden comenzar los verdaderos problemas.

Dado que esa historia ha sido construida con nuestra información, contiene un mínimo de verdad y llegados a este punto no podemos ignorar que el “yo ficticio” construido por la ansiedad tiene un importante parecido con el “yo real”. Pero no debemos olvidar que la ansiedad no es un “yo” no sabe nada del mundo que no sea la información que le proporcionamos nosotros, no sabe que está haciendo ni sabe que el personaje que está creando es ficticio. Aquí es cuando entramos en juego, ya que somos los intérpretes de estas narraciones del “yo”.

La lectura “el yo como centro de gravedad” nos ayuda a ver que, evidentemente, no podemos deshacernos de nuestro pasado o ignorar nuestros miedos más profundos, porque nuestros Yoes están retroalimentándose constantemente en función y en respuesta a la forma en la que nos afecta el mundo diariamente. Sin embargo nosotros, como interprete que conoce nuestro mundo y nuestra verdadera realidad, puede combatir con el “yo ficticio” creado por la ansiedad, echando la vista atrás, observando nuestro pasado y nuestras inseguridades, reobservarlos y reescribirlos, cambiando así la información que le aportamos a la ansiedad y siendo capaces de cambiar totalmente la historia y por tanto, el “yo ficticio” que crea.

--

--