Por Mario A. Sánchez
Llevamos demasiado tiempo dentro de casa, el aislamiento social ha cambiado nuestra rutina diaria y el aburrimiento parece asecharnos de sol a sol. Es por esto por lo que varias personas se han decantado por adentrarse en el mundo de los videojuegos y tal vez lo hayan hecho en el mejor momento posible, ya que estamos a pocos meses para que dos gigantes de la industria vuelvan a subirse al mismo cuadrilátero que han compartido por casi veinte años.
¿Xbox o Play? ¿Por qué se ha vuelto tan importante? La competencia entre videoconsolas existe desde casi la invención de estas (mucho antes que Xbox y PlayStation). El mercado japonés estuvo siempre abarrotado con diferentes marcas, con Nintendo y Sega encabezando la carrera, mientras que en el otro lado del charco realmente no había otra consola que no fuera Atari, aunque esta ya tenía suficiente al buscar hacerse un lugar ante el dominio nipón, además de que la industria americana estaba más enfocada en los juegos para computadora y los arcades seguían siendo una fuerza dominante en todo el mundo.
Aun así, el tiempo pasó y con la llegada del nuevo milenio se plantaron las bases del dominio de tres compañías sobre el resto. Y mientras que Nintendo decidió cambiar su estrategia y partir por su propio rumbo, Xbox y PlayStation se enfrascaron en una lucha por el ser el número uno, la cual después de tres generaciones de consolas, se mantiene en pie. Pero antes de ver al futuro es necesario volver a donde todo inicio.
El nacimiento del rey
Los planes originales de Sony nunca fueron construir su propia videoconsola. En los ochentas se había llevado a cabo un trato con Nintendo para poder diseñar su primera consola con tecnología capaz de leer CD, sin embargo, por razones financieras Nintendo terminaría dándoles la espalda, liquidando el contrato y creando uno nuevo con la marca Philips el cual terminaría con el nacimiento de la Super NES CD-ROM System. Sony no se detendría con eso y aunque tardaría más de lo que se planeaba, desarrollarían su propia consola a base de aquel prototipo, naciendo así la PlayStation, en diciembre de 1994, la cual no solo revolucionaria el mercado al entrar como una tercera opción entre Sega y Nintendo, sino que daría un salto tecnológico, volviéndose la primera consola de la era moderna y plantando las bases del impacto que tendría su hermana menor.
Sony con el éxito que tuvo su primera consola, se prepararía para tomar el trono y establecer su lugar dentro del mundo de los videojuegos. Así que, en 1999, meses después de que Sega sacará su Dreamcast y adelantándose al resto de sus competidores (que esperaban que tardasen más en sacar una nueva consola) se anunciaría la PlayStation 2. La cual se estrenó en marzo del año 2000 y causó un boom sin precedentes en la industria.
Todos querían una Play 2, perfeccionó la tecnología poligonal de su predecesora, dando como resultado un 3D más realista. Además, que coincidió con la salida de grandes títulos que han sido recordados y alabados hasta la actualidad. Su popularidad fue masiva, sepultando a la Dreamcast (su única competencia en el momento) al punto que esta se volvió la última consola de Sega. Y así sin ningún obstáculo en el camino la Play se volvería el único lugar para jugar, o al menos hasta que un año después un nuevo rival surgiría.
David vs Goliath
Bill Gates quería que su compañía estuviera en todas partes, el éxito de Windows había hecho de Microsoft una empresa multibillonaria y era solo cuestión de tiempo para que se interesaran en los videojuegos. Al notar el éxito de Sony, Microsoft decidió ofrecerles un trato, el cual le proporcionaría a Sony componentes de Microsoft para la PlayStation. A Sony no le llamó la atención trabajar junto a la compañía estadounidense, ya que era cierto que estos tenían mala fama de apropiarse de sus aliados, así que la oferta fue rechazada.
Microsoft como respuesta decidieron crear su propia consola, La Xbox, la primera consola estadounidense desde la caída de Atari. Esta se estrenaría en noviembre del 2001 y tendría un solo objetivo, derrocar a la PlayStation. La consola a niveles técnicos era más potente que la Play 2, contando con un mejor almacenamiento y en si rendimiento en general, aparte de contar con su servicio online “Xbox Live” el cual era innovador para su época, permitiendo guardar amigos, entre otras funciones.
Sin embargo, el dominio de la PlayStation 2 era implacable, su catálogo de juegos superaba con creces al de Xbox, además de que el mercado japonés no acepto a la nueva consola, puesto que su diseño tosco no era a lo que estaban acostumbrados, aparte de que era una empresa extranjera, una “invasora” de cierta forma.
Al final la PlayStation 2 se volvería la consola más vendida de toda la historia, con 160 millones de copias vendidas por todo el mundo. Mientras tanto la Xbox, obtendría un poco de éxito, en América principalmente. Todo debido a una saga exclusiva para esta consola, Halo.
Este juego te metía en la piel del jefe maestro, un Marine espacial con una armadura de combate, que debía evitar la destrucción de toda la galaxia a manos del culto extraterrestre conocido como el Covenant. La obra cambiará los juegos de disparos (“shooters”) a gran medida, además que su secuela sería la base para el futuro de los juegos multijugador online.
Con Halo como principal soporte, Xbox lograría vender 24 millones de consolas, que a pesar de ser un número exponencialmente inferior a las ganancias de la Play 2, serían suficientes para establecer el futuro de la marca y seguir con su búsqueda por el trono.
La gran batalla
La séptima generación fue sin duda alguna la cúspide de la rivalidad entre las dos marcas. Xbox había aprendido de sus errores y decidió sacar la Xbox 360 en 2005 un año antes que su competidora, dándole ventaja de inicio, además de crear un diseño mucho más ligero y agradable a la vista, buscando la aprobación del mercado japonés.
Por su parte PlayStation se durmió en los laureles de su éxito, tras el boom de su anterior consola, realmente no veían a Xbox como rival y descuidaron a su público, en orden de generar más ganancias. En el E3 (La conferencia más importante en la industria de los videojuegos) del 2006, la conferencia de PlayStation pasaría a la historia como la peor que ha existido. Tardaría mucho en contar los diversos errores de esta presentación, pero en sí el más importante fue el anuncio del precio de la PS3 (PlayStation 3). La versión de 60 gb de la consola costaría $600 dólares, el doble que una Xbox 360, además de un diseño tosco parecido de cierta forma al primer Xbox. Este precio terminó perjudicando a Sony y abriéndole la puerta a Xbox para poder competir codo con codo.
Sin embargo, Sony no fue la única que cometería errores. Microsoft al buscar sacar su consola antes que la competencia apostó por construirla con partes de diversas compañías, lo que a la larga causaría uno de los errores más infames en el mundo de los videojuegos, las tres luces rojas de la muerte. Cuando esas tres luces iluminaban en el botón de inicio de la 360, significaba que un error de Hardware desconocido acababa de matar a tu consola. Claro esto causó un gran descontento en la gente y la ventaja que Xbox había tomado desaparecería de inmediato. Pero Microsoft no se quedaría de brazos cruzados, ofrecería una garantía de 3 años a cualquiera que poseyera una consola de ese primer lote y no tardaría en sacar nuevas versiones sin el problema.
Así ambas consolas tienen sus ventajas y desventajas. La PlayStation 3 era más potente en general, destacando su tecnología blue-ray y su capacidad de llegar a una resolución 1080p, además de tener grandes exclusivos en su catálogo como: God of war, Uncharted, My Little Big Planet y The Last of Us. Aun así, la Play seguía siendo más cara, aparte de tener varios problemas de funcionamiento que podían a la larga concluir con la vida de la consola y ser mucho más susceptible a los hackeos. Problemas que Sony no haría nada para arreglarlos.
Por su parte Xbox a pesar de ser menos potente, tuvo un mejor servicio online, además tener recompatibilidad total, permitiéndole jugar todos los juegos de la primera Xbox y un servicio al cliente más efectivo, aparte de contar con exclusivos como Halo y Gears of War.
Aunque la Xbox 360 mantuvo la ventaja por un largo tiempo, logrando superar las ventas anuales de Play durante varios años, con la salida de la versión mejorada de la Ps3 (que además era más barata que la original) en 2012, el estreno de The Last of Us en 2013 y en si la fama y el mercado más amplio de Sony la PlayStation 3 terminaría superando a la Xbox 360, con 87,4 millones de ventas, comparados con los 85,5 millones que vendió Microsoft. Aunque cabe decir que varias personas consideran que muchas de las ventas de la PS3 eran debido a que jugadores tuvieron que volver a comprar la consola, puesto que Sony no les dio ningún tipo de ayuda cuando esta fallaba. Aun así, cabe mencionar que el ganador de esa generación fue sin duda la Nintendo Wii, ya que su sistema de lector de movimiento (aspecto que Xbox y Play copiaron) hipnotizó a todos con su innovación, logrando atraer al público causal y los jugadores más empedernidos, vendiendo un total de 101,63 millones de copias.
El fiasco del 2013 y el retorno del rey
En la E3 del 2013, ambas compañías anunciarían sus consolas para la nueva generación. Sony había aprendido de sus errores con la anterior consola y sacaría la PlayStation 4 como una versión mejorada de su antecesora que además costaría solo $400 dólares. El problema en esta ocasión fue por parte de Microsoft, ya que al parecer después de haber alcanzado a Sony en la anterior generación, el equipo de Xbox cambió su estrategia, buscando convertir su siguiente consola, la Xbox One, en un centro de entretenimiento multimedia, capaz de conectar a Skype, contactarse a tu servicio de televisión, entre otros aspectos. Sin embargo, dejaron de lado lo más importante, los juegos. La Xbox One sería inferior a la PS4 en casi todos los aspectos (aunque la realidad es que la diferencia no era tan grande), además que nuevas medidas tomadas por Microsoft, terminarían enojando a los jugadores aún más, siendo estas: tener que estar conectado a Internet las 24 horas, no tener recompatibilidad (al igual que PlayStation) y no poder compartir tus juegos físicos con tus amigos (cosa que Sony aprovecharía para burlarse en un cómico anuncio que ha pasado a la historia). Xbox quitaría estas restricciones (excepto la recompatibilidad) un poco después de anunciarlas, pero ya era demasiado tarde e incluyendo que la consola valía $500 dólares de inicio, debido a que el Kinect (lector de movimiento de Microsoft) venía incluido obligatoriamente en la consola, terminaría dañando la consola desde su inicio.
PlayStation volvía a tener vía libre, y aunque en su inicio la PS4 contaba con un catálogo de exclusivos limitado. La Xbox One mantendría la ventaja en ese aspecto por poco tiempo, ya que, con el paso de los años, Sony terminaría sacando una gran cantidad de juegos que serian alabados por la crítica, mientras que Xbox se quedaría corto, con un bajón de calidad en una de sus sagas más importantes, Halo.
Xbox a pesar de estar en contra de las cuerdas, hizo todo lo posible para recuperarse. Phil Spencer tomaría las riendas en 2014 y de ahí iría cambiado las cosas poco a poco. Primero se implementó la recompatibilidad en la consola, permitiendo que una buena porción de los juegos de 360 y de la primera Xbox estuvieran disponibles. También saldrían a la venta la Xbox One S Y la Xbox One X, la cual la primera era una versión más barata de la consola, que además no traía el Kinect y tendría una capacidad de reproducir películas en 4k, mientras que la Xbox One X se convirtió en la consola más potente hasta la actualidad, superando a la versión Pro de la PS4. Además, se invirtió en varios estudios independientes y algunos ya con un gran peso en la peso en la industria, sacando algunos títulos de renombre como Ori and the Blind Forest.
Pero aun así fueron dos aspectos que realmente cambiaron la estrategia de Xbox para siempre. La primera fue permitir que sus juegos exclusivos también estuvieran disponibles para PC, abriendo al mercado y sacrificando uno de los aspectos más atractivos de la consola, sin embargo, a pesar eso, lo cierto es que ha permitido que varios jugadores puedan volver a acercarse a franquicias que hace tiempo que habían abandonado o nunca habían jugado, siendo el ejemplo más claro, la salida de Halo: The Master Chief Collection en PC, el cual ha sido todo un éxito. La otra movida fue la creación del Game pass, una suscripción mensual, que de forma parecida a los servicios de streaming como Netflix o Spotify, te permite disfrutar de más de 100 juegos que van cambiando con el paso del tiempo, incluyendo todos los exclusivos de la consola. El servicio ya tiene más de 10 millones de usuarios y parece que será uno de los puntos principales en el futuro de la marca.
Aun así, a pesar de los intentos de Microsoft, la realidad es que el dominio de la PS4 fue implacable. Su gran catálogo terminó impulsando a la consola por su cuenta, sin tener que innovar demasiado sobre su transcurso. Por ello la PS4 conseguiría un total de 108,9 millones de consolas vendidas en la actualidad, mientras que el Xbox One solo vendería 41 millones.
El cuarto round.
El nacimiento de la novena generación está a tan solo unos meses, y como todos los anteriores, este representará una revolución en el mundo de los videojuegos. Xbox ya ha puesto las carnes en el asador, revelando varios aspectos de lo que será la Xbox Series X, desde sus especificaciones, su recompatibilidad, su diseño y hasta muestras de su funcionamiento. Mientras tanto Sony ha tomado una estrategia pasiva a la hora de hablar sobre su nueva consola, la PlayStation 5, revelando en una conferencia enfocada hacia los desarrolladores las especificaciones de esta, pero quitando eso, solo se ha mostrado el diseño del nuevo control y un poco de Gameplay publicado el día de hoy.
Al comparar la información dada por ambas marcas, lo cierto es que la Xbox Series X es más potente que su competidora, además de que junto al Game Pass y el Smart Delivery, una nueva propuesta que permite que los juegos de la nueva generación que compres para la Xbox One, se te den gratis cuando adquieras la nueva consola, Xbox parece tener la delantera. Sin embargo, no hay que menospreciar a Sony, y lo mas seguro es que ya tengan su estrategia para poder quedarse en la cima.
Solo nos queda especular lo que pasara en algunos meses y realmente aún falta que se revelen demasiadas cosas para poder llegar a una conclusión final. Como el diseño de la PS5, el gameplay de Halo: Infinity y en sí lo más importante, los demás juegos que partirán como estandartes para aquella guerra que sucederá en muy poco tiempo, y cuyo resultado aún está por verse. Tal vez Xbox reclamara el trono que siempre ha querido o PlayStation se impondrá como ya lo ha hecho antes.
Lo importante es divertirse…
La guerra de consolas siempre ha provocado que las marcas se esfuercen en crear el mejor producto para sus consumidores, lo cual siempre es bueno para todos. No obstante, es cierto que esta competencia siempre trae lo peor de nosotros como fanáticos, las redes sociales se llenan de insultos y discusiones sobre cual consola es mejor, aun cuando ninguna de estas se ha estrenado. Por eso hay que recordar que la llegada de una nueva generación siempre es algo bueno para todos, ya que nos proporcionará de grandes juegos que podremos experimentar como nunca. Además, que para muchos que decidan adentrarse por primera vez en este mundillo, cualquiera de estas consolas se volverá la primera que les permita disfrutar de grandes historias, al igual que sus predecesoras hicieron por nosotros. Así que no importa si eres leal a una u otra compañía, si siempre vas por la mejor opción, si terminas comprando las dos o si esta será la primera vez que encares esta decisión. Lo que importa es que todos seguiremos jugando.
