Todos necesitamos editor

Disclaimer: este post ha sido corregido y editado.

Cristina Juesas
3 min readSep 9, 2015

Debo confesar algo: tengo editor.

De hecho, tengo dos editores. Uno de ellos es una amiga. El otro es un profesional que se gana la vida corrigiendo y editando textos.

Tener un editor no me hace ser peor escritora. Los mejores autores del mundo tienen editores. Piensa en un escritor que te guste, quien sea, alguien que sea muy famoso. ¿Ya? Vale. Pues que sepas que ¡también tiene editor!

Un editor es el primer lector de tu texto. Alguien que lee lo que escribes de una forma crítica. Alguien que te ayuda a pulir las aristas. Porque, ¿sabes? Tus textos no son perfectos. Todos cometemos errores. Puedes ser muy bueno en gramática o en ortografía, pero un completo desastre eligiendo las palabras adecuadas a cada contexto.

Un editor es como un escultor.

Via Aikidonorwalk.

Mirará la piedra bruta y encontrará los mejores ángulos para que tu trabajo salga a la luz. Recortará las redundancias. Arreglará las contradicciones. Rasurará las omisiones. Tratará tu historia con mimo. Te ayudará a sacar lo mejor de tu texto, sin que pierda su esencia. Si hay algo que no tiene sentido, encontrará una forma mejor de expresarlo.

Un buen editor debe ser un lector voraz y saber contar historias.

No es sólo cuestión de corregir errores. Tu obra debe fluir. Este flujo es lo que mantiene a los lectores interesados. Un error tipográfico o una cláusula que no concuerde interrumpen el flujo. Debes ser un lector experimentado para identificar estas interrupciones. Tienes que ser un buen narrador para cambiar lo que no funciona sin modificar el sentido y el estilo originales. Un buen narrador también te ayuda a encontrar la claridad de tu voz.

Un editor añadirá pausas o ritmo a su texto si es necesario. Un punto final o un punto y coma pueden llegar a convertirse en tus mejores amigos. Algunas frases no funcionan según salen de su mente, así de simple.

Un editor también es un buen psicólogo.

A veces tendrá que adivinar lo que querías decir, mientras reformula tu texto de forma que quede cristalino. Es alguien que se sumerge en el texto y en tu mente, para volver a tu texto de forma que todo quede conectado. Los mejores editores te dicen lo que tienes que hacer, pero de manera que te impulsan positivamente hacia adelante, sin menoscabar tu dignidad.

Debes confiar en tu editor. Quiere lo mejor para ti. Tu éxito es su éxito.

En algunos casos, podría incluso ayudarte a ver las cosas de otra forma, lo que te ayuda también a encontrar tu mejor versión.

Tu editor es una extensión de ti en tu proceso de escritura. A veces, los autores están tan absortos en lo que han escrito que necesitan la varita mágica del editor. Utilizará la regla de las cinco C para dejar el texto claro, conciso, correcto, comprensible y coherente. Examinará tus textos con la distancia perfecta; ni demasiado cerca, ni tampoco demasiado lejos.

Del mismo modo que un músico necesita un director, los escritores necesitan a sus editores para que les ayuden a llevar sus voces desde un susurro a un rugido atronador.

Un buen editor es un tesoro. Ahora, ¡corre a encontrar al tuyo!

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Cristina Juesas

Once I pop, I can't stop! ❀ Dircom. Hub. Consultant. Blogger. Curious. Always ready for new adventures. Licensee & Curator @TEDxVGasteiz. Ikasten ari naiz .·.