Carlos Sepúlveda, la valiosa figura de General Velásquez
[Trabajo reporteril realizado en 2017]
Luego de debutar en Colo-Colo a fines del 2012, Carlos Felipe Sepúlveda Huerta pasó de club en club ganando experiencia y habilidad que hoy, a sus 22 años, demuestra jugando como mediocampista ofensivo en el equipo sanvicentano General Velásquez. El cariño y respeto que obtiene tanto de su familia y compañeros como de quienes aprecian su trabajo se percibe casi instantáneamente. Al reunirnos con él, nos platicó sobre sus aciertos y equivocaciones en su vida como futbolista que lo llevaron a impulsar su carrera desde tercera división y cómo estas vivencias se ven olvidadas al momento de entrar en la cancha.
Este futbolista, oriundo de Catapilco, con las manos entre sus rodillas relata cómo fue su primer acercamiento al fútbol. Los nervios, provocados por la emoción, fluctúan en el sonido de su voz. Pese al frío que trae el viento que corre el estadio municipal Augusto Rodríguez, el Chirigüe no frena el apasionante relato. Durante la conversación se aparta por un momento para platicar con un compañero, hablan sobre su reciente triunfo del sábado 18 de noviembre que los llevará a segunda división. Con actitud vigorosa y prudencia en sus palabras se despide y vuelve hacia nosotros para ahondar en su paso por Colo — Colo , Unión La Calera, Transandino y, por último, General Velásquez.
A los cinco años se dio cuenta que quería jugar profesionalmente, desde ahí hizo todo lo posible por aprehender técnicas y jugadas desde la televisión, sus conocidos y, por supuesto, desde la práctica con el equipo. Su tía, Daniela, lo recuerda sin cambios desde su infancia hasta el día de hoy: “Siempre ha sido muy movido. Desde que le empezó a gustar la pelota no paraba de ir a todas las canchas de por aquí. Creo que por eso ha pasado por varios equipos, le gusta conocer nuevos ambientes y eso, a parte, le sirve para aprender más sobre la vida y su trabajo”.
A punta de gambetas y goles Chirigüe (apodo que se autodenominó desde los tres años al no gustarle su segundo nombre Felipe), fue descollando en los clubes de la pequeña ciudad de Catapilco hasta llegar a las Juveniles de Colo-Colo , un largo proceso en el club de sus amores, pero que lamentablemente no terminó bien.
Luego de los ocho meses sin jugar, Chirigüe llegó a jugar a principios de este 2017 para General Velásquez, el club centenario de San Vicente de tagua tagua. Un mundo desconocido para el jugador formando en el conjunto popular, compartiendo una casa entre algunos de sus compañeros venían de distintas localidades del país, alejados de su familia y su hija Colomba, jugando amistosos ante menos de 200 espectadores y con incentivos monetarios visiblemente menor al sueldo mínimo. De esta manera el flamante “10” de la escuadra verde, hizo notar su experiencia y calidad de juego dentro del plantel. “La calidad del Chiri se nota desde lejos, en cada entrenamiento lo demostraba, su espíritu de lucha, la tenacidad y la garra que hay colocarle en la adversidad” Erick Jorquera, compañero y portero de General Velásquez. A final del torneo logró lo que para el san vicentano común era impensado a principio del torneo. Campeón con General Velásquez institución que no se alzaba con el trofeo de Tercera División desde 1986. Tan solo un año después de sufrir un escándalo económico con el retiro de casi el total de la plantilla a mitad de campeonato. Ante el gran campeonato de Sepúlveda y sus compañeros dirigidos por Italo Pinochet, el futuro se ve más auspicioso para el jugador nacido en Catapilco.
Sepúlveda sí o sí progresará en el futuro cercano, el primer lugar en el campeonato de Tercera División y el ascenso junto a General Velásquez, significara participar en la Segunda División Profesional para la temporada 2018. De mantener el cuerpo técnico compuesto por el equipo de Ítalo Pinochet, Sepúlveda tendría todo el ánimo de seguir en el cuadro verde, a pesar de las ofertas que sondean desde clubes de Primera B. El “Chiri” sabe que ya dio el primer paso de reivindicación en el fútbol y espera demostrar ser el gran jugador que se rumoreaba cuando era cadete de Colo-Colo. “Me tocó tomar el camino largo, pero sigo luchando hasta llegar a la cima, ya se han dado casos de jugadores que llegan al estrellato ya maduros de edad y quiero ser uno de ellos”
